《¿Cómo llegué aquí? (Draco & __)》

C a p i t u l o 62.

Y entonces llego el día de la batalla de Hogwarts.

Ya me encontraba lista detrás de aquel espejo, con la tunica que me había regalado Snape bien arreglada y con el equipaje para la semana que estaría de nuevo en Hogwarts. Había hecho un hechizo a mi familia para confundirlos y no notasen mi ausencia durante ese periodo, así que todo estaba arreglado, hasta el más mínimo detalle. Sin embargo los nervios de aquella batalla me inundaban, estaba totalmente intranquila, sabía que mucha gente estaba por morir, entre ellos Snape y eso me abrumaba infinitamente. Además sentía como si mi corazón quisiese salirse de mi pecho, sabía que vería a Draco y sabía que sería la última vez antes de dejarlo, no estaba lista y eso me hacia sentir un gran hueco en el estómago, hasta que me percate de que Snape ya estaba ahí, plantado frente al espejo, tan ansioso como yo.

—¿Estas lista?—Dijo este dedicándome una mirada de seriedad y preocupación.

—Estoy lista...

Tras eso salí por el espejo con mis pertenecias, encontrándome en el despacho del director, en el que hace casi un año, aún se encontraba Dumbledore. Fawkes estaba ahi y al verme llegar me hizo una pequeña reverencia y grazno débilmente. Comencé a caminar por aquel despacho un tanto eufórica a pesar del contexto y me percate de que Snape estaba tardando, pero tras ese pensamiento, este salió.

—Disculpa, tenia que cerrar el portal del otro lado, trajiste todo, ¿Cierto?—Cuestiono Snape acomodándose la tunica como si esta se hubiera desarreglado, aunque no era así, estaba en perfectas condiciones, pero no me resultó rara aquella actitud.

—Si, esta todo listo.

—¿Sabes donde estarán? El señor tenebroso esta en busca de corroborar "algunas cosas" y me parece que pronto estará aquí, ya que me pidió que cuide la torre de Ravenclaw.

—Lo se todo, usted permanezca tranquilo...—Dije asintiendo, mientras escondía mis pertenencias en el despacho, para salir de ahí.

—Bien, cuídate y recuerda que las alarmas en Hogsmeade estarán activas durante la noche, procura no estar merodeando durante ese lapso de tiempo y no olvides cubrir tu rostro para que logren confundirte con un mortifago, ¿Esta claro?

—Más que claro, tranquilo, ¿Si?—Tras eso note como Snape asentía y me miraba aún preocupado, así que antes de salir de su despacho, lo abracé con fuerza evitando llorar y dije.—Todo saldrá bien, ¿Si? Cuídate y no olvides que eres mi favorito, te quiero...

—Y yo a ti...

—Hasta pronto...

Tras eso salí del despacho apareciendo una máscara y poniendola en mi rostro. Dejé resbalar algunas lágrimas, ya que sabía que eso de verdad era una despedida, eso me rompía el corazón y más me rompía el corazón que sería la última vez de todo. Al ver la hora me di cuenta de que era aún temprano y decidí dar un pequeño paseo por Hogwarts, ya que Hermione, Harry y Ron aparecerían en Hogsmeade más tarde.
Estaba tranquila, puesto que no era la única "mortifaga" merodeando por los pasillos. Por un momento traté de ver a algún rostro conocido, pero me percate y recorde que la mayoria estaba refugiado en la sala de Menesteres y tal vez Draco, estaria en la sala comun, por la hora que era, asi que decidí ir a Hogsmeade, más en concreto al Cabeza de Puerco, ya que sabía que ahí pronto estaría Harry.

No era el lugar más agradable y para mi suerte estaba vacío, así que no había problema, al llegar, me senté en una mesa lejana, sin pedir nada, solo me quedé esperando, hasta que alguien me sacó de mis pensamientos. Era Aberforth y me sorprendió lo parecido que era a Albus. Sin embargo, nisiquiera tuve la oportunidad de reaccionar, cuando este me apunto con su varita.