La semana entrante fue el momento, Emi venía a firmar. Las pibas se arreglaron más y hubo uno que otro de la oficina que fue con la camiseta puesta. ¿Yo? Salí la noche anterior con amigas y me desperté quince minutos antes de la hora de entrada, así que me puse lo primero que tenía a mano, sin darme cuenta que no era mi pollera negra de trabajo, sino una de salir que denotaba el tatuaje de sirena de mi pierna.
Intenté todo el viaje que la pollera quede lo más abajo posible, pero no llegaba a la rodilla ni por asomo. Quise tapar el tatuaje con corrector pero por más marcadas que fueran mis ojeras, no era suficiente para un tattoo. Me dejé el pelo revuelto esperando que haya una colita en el trabajo pero no, nadie tenía nada más que miradas acusadoras, y uno que otro comentario desubicado sobre mi tatuaje, hasta que desde el baño escucho:
- Dale, boluda ¿me vas a decir que no vino así a propósito? Es obvio que se vino como trola por el Dibu
- No la culpo igual, si no viene con la jermu y se queda yo me le re hago la linda
- Qué va a venir, ¿no te enteraste? Hay rumores de que ella lo cagó. Para mí se divorcia
- El famoso, si te divorciás acá estoy –las dos reían hasta que Daniela la corta en seco-
- ¿Irá a la fiesta de fin de año?
- No creo. Seguro ya se va a Mardel
- Sí, tenés razón, una paja –escuché cómo se abrían los cubículos de al lado- A ver si hoy larga algo de data –Y mientras ellas reían me escapé rápido hacia el pasillo-
Empezó a bajar el sol y todos estaban esperando el gran momento. Se escucha que tocan el timbre y la recepcionista abrió nerviosa. Entró como siempre, de short, remera y zapatillas, lo más pancho. Si supiera que hay gente que planchó su traje sólo por él...
- ¡El famoso campeón de América!
- ¿Qué es todo esto, Gusti?
- La agencia quería hacerte un gestito chico para celebrarte, ¿está muy mal?
- No, pero sabés como soy, esto es una bocha
- Y todavía falta la sorpresa
- ¿Qué sorpresa?
Mientras pasaban el pasillo de gente aplaudiendo y alentando con canciones de cancha, en camino al despacho lo veo mirando para todos lados, inquieto. ¿Le dará ansiedad su regalo?
- Hoy firmamos en la oficina "Emiliano Martínez"
- ¡Nooo, estás loco, Gustavo! –le dijo con una sonrisa enorme-
- ¿Te gusta, flaco?
- ¡Me encanta! No puedo creerlo, en serio, gracias –se dio vuelta para aplaudir y saludar al resto del lugar, pero de a ratos lo veía mirar desconcertado de vuelta ¿Qué buscaba?
- Bueno, el momento de fama se terminó, de acá en más firmamos nosotros dos solos y ya te liberamos. El resto se va para casa –nos echó Gustavo-
- En serio, muchas gracias, es una locura esto para mí –dijo contento mientras pasaba al despacho. Enfilé para la cocina a dejar café listo por las dudas cuando veo que Daniela corre a la puerta de Gustavo y pregunta a los gritos-
- ¿Quieren que les lleve café? –"Típico"-
- Dale, gracias. Un cortado y uno negr...
- En realidad, Gus –lo cortó Emi- si no te jode voy yo a hacérmelo. Me da cosa que se queden nomás por un cafecito, y de paso quiero hacérmelo yo más suave que ando medio mal de la panza
- ¿Seguro? –Emi asintió con la cabeza- Bueno, entonces te podés ir a casa Dani, buen finde. –A regañadientes, Daniela se fue, no sin antes gritar desde la puerta "¡Chau Emi!"
Mientras tanto, yo procuré dejar todo listo antes de que él llegue, pero...
- Así que acá te escondías
- ¿Yo? ¿Esconderme de un campeón de América? ¿Estás loco vos? –le contesté medio nerviosa con una sonrisa indisimulable-
- Nunca te había visto sonreír sin barbijo, –dijo sorprendido mientras se acercaba a saludarme- es una pena.
"¿Qué quiere decir eso, Emiliano?" pensaba nerviosa para mis adentros. Mientras se acercaba, cada vez más imponente y grandote al lado mío, sentía cómo se me aceleraba el pulso.
- Tampoco te saludé nunca, - me miró desde arriba, se inclinó un poco y me preguntó bajito, casi como un susurro- ¿te jode?
A decir verdad, estaba haciendo mi mejor esfuerzo por mostrarme indiferente, pero algo de la forma en que su cuerpo se inclinaba sobre el mío, me hacía cuestionar absolutamente todo. Esta vez me miraba serio, no con una sonrisa calmada como siempre, estaba... tenso. Lo veía en sus brazos, esos brazos...
- ¿Cómo me va a joder? –contesté sin evitar soltar una risita nerviosa. Me saludó con un beso en el cachete y la mano en mi hombro (la mano de casi el tamaño de mi hombro)-
- No, bueno, uno nunca sabe, la pandemia recién se está calmando –ahí volvió su tono de risa relajada. Yo asentí mientras le dejaba espacio para ir a la mesa-
- Les dejé el café listo, para que no lo tengas que preparar
- ¿No que ahora trabajás con Gusti en legales? –me preguntó extrañado- Creí que ya no te encargabas más del café –dijo mientras se acercaba a la barra a buscar un palito revolvedor-
- No me encargo –se dio vuelta a mirarme mientras empezaba a revolver-, pero quise tener un gesto con ustedes antes de irme.
- ¿Y te cambiaste para salir directo? –me dijo entre risas mientras se llevaba el café a la boca. Vi cómo sus ojos me ficharon de arriba a abajo, sin disimulo, como si nada- Le falta más azúcar. –mientras se daba vuelta, le contesté-
- Esto en realidad es producto de haber salido ayer –se dió vuelta sorprendido- No encontré mi pollera del laburo y la confundí con esta –se rió y siguió buscando el azúcar- Como veo que vos no encontrás el azúcar tampoco, dejame que te lo alcance
- Gracias, soy medio boludo –respondió riéndose. Vi de reojo que se le desvió la mirada hacia mis piernas mientras me estiraba para alcanzar el azúcar, por lo que me di vuelta rápido sin darle suficiente tiempo a levantar la mirada - Perdón, no te quise mirar, pero el tatuaje es muy...
- ¿Grande? –lo interrumpí-
- Sí, jaja grande... -por primera vez la risa nerviosa la tenía él- ¿Una sirena?
- Sí, una sirena. Me siento conectada con el agua de alguna forma... Y bueno, mi nombre -dije riendo ante lo obvio-
- Entiendo –me miró fijo- está... muy lindo
Yo no podía creer lo que escuchaba. ¿Estaba imaginándomelo o...?
- Mar, pensé que te habías ido –interrumpió Gustavo-
- Me estaba yendo, Gus. –dije nerviosa y apresurada- Les dejé el café listo
- Qué piba... gracias, pero te tenés que ir a tu casa, ya es tarde.
- Me voy, me voy, no me eches más –se fue riendo y diciendo- Emi, vení a firmar así vos también te vas. Buen finde Martina
- ¡Buen finde Gus! –grité a lo lejos. Me apresuré a agarrar mi bolso y mi celular- Y a vos no sé qué decirte –mirando a Emi-, dudo que nos volvamos a ver pronto así que...
- Que andes bien, Mar. –se acercó sonriendo a saludarme, pero esta vez su mano bajó a mi brazo-
- Que andes bien, Emi.
Me fui nerviosa pensando ¿lo habré imaginado todo?
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Estrella de mar - Emiliano "Dibu" Martínez [𝓣𝓮𝓻𝓶𝓲𝓷𝓪𝓭𝓪]
FanficMar viene de afrontar una pérdida muy grande, y eso no la deja de perseguir en un año más que complejo. Después de recobrar fuerzas, empieza lentamente a sanar, a sobreponerse y superar el dolor. Como cuando cicatriza una herida, como cuando cortás...