Capítulo 14: Todo legal (1T)

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Los primeros días con Emi no salíamos juntos nunca. Yo laburaba de 10 a 14, por lo que siempre desayunábamos en el balcón, pero no almorzábamos juntos (mientras yo trabajaba, él entrenaba y se veía con amigos). Yo iba a la playa después de laburar, hasta tipo 17 que él volvía y merendábamos. Solíamos ver una peli, jugar juegos de mesa, y... bueno, hacer de todo un poco.

Las cenas eran mi parte favorita: aprovechábamos que no había gente en la playa y nos íbamos con una lonita a cenar a la orilla del mar. Tratábamos de cocinar juntos, pero sinceramente terminábamos comiendo lo que sea más práctico para llevar a la playa.

Un día que no teníamos nada dulce para comer y no había delivery disponible por el horario, fuimos a buscar algo. Como estábamos, él en shortcito y musculosa y yo con otra de sus remeras, que era lo que vivía usando de entrecasa, nos pusimos a recorrer kioscos y persianas metálicas cerradas. Bajamos en una estación de servicio y cuando estábamos saliendo, un grupo de pibes se le acercó para pedirle fotos. Yo traté de disimular, hasta que me preguntaron quién era yo, y Emiliano no sabía qué decir.

- Soy la amiga -dije mientras me miraban sin creer nada de lo que les decía-

- Sí, y tenemos a nuestros amigos esperándonos en casa, así que si nos dejan ir a llevar las cosas, chicos, les re agradecería

Cuando nos subimos al auto, me miró con una sonrisa:

- Tranqui que los perdimos. Gracias por eso

- No te hagas drama

- No puedo creer que te preguntaron quién eras -dijo riéndose-, improvisaste bien

- Y sí, -dije entre risas- ¿qué les iba a decir? -y nos quedamos callados. ¿Qué les iba a decir? Si no somos nada-

- Esto es porque piensan que estoy casado, sino no preguntarían. Supondrían que sos mi chonga y listo -lo miré levantando las cejas-

- ¿Así que soy tu chonga? -se puso nervioso-

- No... o sea... no sé, Martina, no me hagas esto -dijo con risa nerviosa- ¿Vos sabés qué somos? -ahí paré de reírme- ¿Ves? No me gusta que otra gente nos haga plantearnos lo que no charlamos nosotros por nuestra cuenta, en la intimidad. Por eso te digo que eso no lo preguntarían si supieran que estoy soltero -hizo una pausa-, o sea, legalmente. -Lo notaba cada vez más incómodo hasta que me miró- ¿Tendríamos que haber tenido esta charla antes de todo esto?

- No sé, Emi. Si te soy sincera trato de no pensarlo porque...

- Porque es muy poco tiempo todo -asentí-, sí, coincido

- "Chonga" no me gusta -dije aligerando el ambiente-

- A mí tampoco, y encima no puedo tener una chonga si supuestamente estoy casado. -Retomó molesto- Voy a hablar con Mandi de nuevo.

- Especialmente si se vuelve con vos en unos días... -dije tanteando el asunto-

- ¿Eh? No, Mandinha ya está en Inglaterra haciendo su mudanza. -lo miré sorprendida- Es algo que le iba a llevar bastantes días, más que nada porque necesitaba flete para su cama.

- ¿Te quedaste sin cama?

- No, Mar, Mandinha dormía en la otra habitación en su cama -me miró y se empezó a reír- ¿¿Te pensaste que dormía con mi ex??

- No quería creer eso, pero me tenía que asegurar -dije sonriendo tímida-

- JAJAJA gracias por ser tan sutil.

El tema no lo volvimos a tocar hasta el otro día que se encerró en la pieza un rato largo y lo escuchaba discutir en inglés. No quise parar la oreja precisamente porque entiendo inglés y le quería dar su espacio, así que le dejé una notita y me fui a la playa un rato. Cuando volví, lo encontré en el living en otra videollamada, también en inglés, pero esta vez con más voces. Él me miró, y rápidamente dijo que tenía que irse. Cerró con un "love you, guys" ("los quiero, gente") y me vino a saludar.

- ¿Todo en orden?

- Recontra -dijo sonriendo mientras me abrazaba y me daba besos-, recién colgué con la familia de Mandinha -lo miré extrañada-, les contamos todo.

- ¿Posta?

- ¡Sí! Al principio costó porque Mandinha no quería, pero una vez que hablamos más tranquilos de los rumores accedió. Y obvio que yo quería verlos a los viejos para darles la noticia y saludarlos una vez más, ¡pero no lo puedo creer! -decía con una sonrisa- Y mañana lo hablo con mi familia

- Me alegro un montón entonces por vos, Emi -le contesté sonriendo también-

- Y por vos, Mar -dijo sin perder la sonrisa- podemos salir a la calle, ¿entendés eso? Podemos ir a la playa juntos de día, podemos ir a comprar al almacén sin problema, ¡podemos salir a cenar! ¿Vamos a cenar hoy? -preguntó ilusionado-

- Dale, vamos.

Lo bueno del restaurant que eligió era que la gente no nos notaba casi. Nos fuimos a un lugar más apartado, pero se ve que era un lugar donde iban muchos famosos.

- Sé que es demasiado finoli, pero...

- Me encanta -lo interrumpí. Y no mentía, me encantaba ponerme un vestido lindo, que él se arregle de camisa y salir a un lugar elegante, al menos una vez-

- ¡Ah y mirá! -dijo emocionado pasándome el celular, mientras se mostraba una historia de su ex-

"Sé que circulan rumores de que yo le fui infiel a Emi, y la verdad no es esa. Después de 8 años hermosos, desde antes de la Copa América que Emi y yo no estamos juntos. Él me hizo el favor de mantenerlo secreto por razones privadas, y yo no fui lo suficientemente cuidadosa, por lo que vengo a aclarar que estamos separados hace bastante ya. Gracias a quienes hicieron llegar su cariño con los mensajes"

Con esa historia mi corazón se calmó. De repente sentí menos presión, más alivio, más tranquilidad. La cena fue espectacular, hablamos un montón de su infancia, la mía, sus amigos, los míos, su familia... mi viejo. Pero cuando hablaba con él no era triste, me hacía bien. Como si alguien me estuviera contando un cuento sobre mi papá en el laburo, o mi papá como hincha de Independiente.

Volvimos a la casa, y abrimos un vino, ya que yo sólo tomé dos copas en el restaurante y él no tomó nada porque manejaba. Seguimos charlando en el sillón y nos dimos cuenta después de media hora que el vino hacía efecto:

- Vino pinchado me parece -dijo riendo mientras desistía de servirse otra copa, de una botella vacía-, no sabía que tenías tanto aguante, pendeja

- Vos al final sos re flojito -levantó las cejas-, te pegó igual que a mí y yo ya había estado tomando antes -se paró del sillón y me dijo arrastrando las palabras-

- Dejame que te explique cómo funciona el cuerpo humano -y sin más se sacó la camisa- ¿Ves esto? -dijo señalándose los bíceps- Fibra pura -yo empecé a reír menos y a acalorarme más- ¿Ves esto? -esta vez apuntaba sus abdominales- Fibra pura -no pude evitar morderme el labio-. Cuando el cuerpo es fibroso, el alcohol te pega más, y terminás siendo un flojito que se escabia con medio vino -dijo riendo, pero yo ya no reía más- ¿Qué?

- ¿Me repetís eso de la fibra que no lo entendí bien? -le dije con voz seductora. Él se dio cuenta y cambió su cara completamente. Se me vino encima, dejándome acostada en el sillón y dijo-

- Dejá que te muestro

Estrella de mar - Emiliano "Dibu" Martínez [𝓣𝓮𝓻𝓶𝓲𝓷𝓪𝓭𝓪]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora