33

588 53 35
                                    

- ¡Chongyun! - Raramente la pareja del peliceleste lo llamó por su nombre, lo cual lo asusto un poco ya que el se refería a él mayormente con apodos

- ¿¡Amh!? -  mientras apenas abría un ojo, alcanzo a ver como Xingqiu le depositaba el segundo beso.

- ¡Buenos días! Es hora de levantarse. - Le apretó las mejillas.

- Ah, X-xingqiu, buenos días... - Su rostro estaba completamente rojo, era tan de mañana y ya estaba tan sonrojado.

- Por fin te levantaste, jeje, ¿cómo dormiste? - Se quitó de encima de él.

- ¡B-bien! ¿Y tú, Qiu?

Quería poner nervioso a Xingqiu pero esto no funcionaba en él.

- También estoy bien pero mi panza tiene hambre jeje, vayamos a desayunar.

- Mmh, ¿qué te parece si vamos al restaurante de Xiangling? Como lo hacíamos antes, además nos debe extrañar.

- Es una excelente idea, entonces vayamos. - Se puso de pie extendiendole una mano a su novio para que le fuera más fácil levantarse.

Partieron al restaurante de su apreciada amiga que no estaba tan atareada, ambos chicos se sentaron en la mesa de siempre.

En cuanto Xiangling los vió aproximarse sus ojos brillaron.

- ¡Chicoos, extrañé tanto que vinieran a comer aquí! - Los abrazó dejando salir algunas lágrimas por la felicidad que le producía ver como poco a poco las cosas volvían a la normalidad.

- Nosotros también. Sabes que amamos tu comida y a ti también. - Correspondieron el abrazo.

- Bueeno, ¿van a pedir lo de siempre? ¡Vayan a su mesa!

- Eh... Yo pediré algo diferente a lo habitual, ¿aún tienes pastel de fresa? - Habló el peliceleste.

- ¡Claro! Siempre es bueno variar lo que comes. - Anotó en su pequeña libreta el pedido de su amigo. - ¿Y tú, Xingqiu?

- Lo de siempre, por favor.

- De acuerdo, estará en un momento. - Sonrió y se dirigió hacía la cocina.

Estar en ese lugar una vez más los hizo recordar como eran las cosas antes de que las catástrofes pasaran, al menos ahora todo estaba mejor.

- Qiu, ¿de verdad vas a volver a tu casa? - Se apoyó en la mesa.

- ¿De verdad estás tan desesperado por besarme todos los días? No nos dejaremos de ver sólo porque vuelva, Yun.

- ¿¡Que!? N-no... No es eso, es que no quiero que te sientas incómodo cada que los tengas que ver o... Mmh... - No quería admitir que los días que había pasado con él habían sido tan lindos que quería que duraran para siempre.

- Ya... Dime la verdad, ¿te da miedo que me vaya o algo así? Noto que me amas demasiado por tus acciones. - Se apoyó en la mesa al igual que él para poder observar mejor su rostro.

- ¿Qué acciones?

- Todos estos días me has estado dando besos por la mañana, ¿crees que no me doy cuenta? - Habló con un tono coqueto.

- E-eh... ¿Acaso te molesta?

- ¡Claro que no! Adoro que me trates como bebé, yo diría que me tienes muy mimado. - Poco a poco se acercó más a él.

- Pues... Sé que es tu decisión el volver a tu hogar, si eso te hace sentir cómodo entonces lo entenderé.

- ¿Y cuál es el problema? - Estaba intentando no parecer alarmado por lo que estaba diciendo su novio.

- Sólo... Todos estos días fueron tan lindos... Amaba que amanecieramos juntos los días, que desayunaramos, almorzaramos y cenaramos juntos. - Suspiró - S-sentía que estabamos casados o algo así... No lo sé.

- Bueno Yunyun, es lindo escucharte decir esas palabras. - Tomó su mano y la acarició. - Entonces te haré una propuesta, me quedaré una última semana contigo y haré esa semana la mejor que puedas pasar conmigo, ¿vale? Después de eso volveré a mi casa Pero escúchame, te lo dije una vez ya y te lo volveré a repetir, el hecho de que me vaya no significa que nos dejáramos de ver, mucho menos que deje de ir a tu casa o tú a la mía, nos seguiremos viendo, y ahora que sabemos que nuestros sentimientos son mutuos será muchísimo mejor, me parece lindo que me ames tanto a tal punto, a mí me encantaría estar pegado a ti todos los días a todas horas.

- Enserio te aprecio mucho, eres lo mejor que tengo.

- Aww, ven, ¡besame! - No lo dejó responder y le dió un piquito.

- ¡Xingqiu, e-estamos en público! - Se ocultó en el pecho del contrario para que nadie observara su sonrojo.

- Ah... ¡Ya que importa! Algún día la gente tendrá que dejar de ser tan homofobica. - Lo abrazó.

- ¡Chongyun, aquí esta tu pedido! Lamento que el de Xingqiu tardará un poquito más, llegaron más clientes de sorpresa, ahora vengo. - Dejó el pastel de fresa justo enfrente de Chongyun.

- ¿Me das un poco? - Le hizo ojos de perrito.

- Está bien. - Partió un trozo de su pastel llevándolo a la boca de Xingqiu, quién al probarlo tomó la cuchara partiendo más trozos de pastel.

Se había ensuciado la boca y Chongyun lo notó, limpiandole la crema que le quedó del pastel.

- Come con más cuidado. - Casi había acabado con su trozo de pastel, Chongyun siempre toleraba este tipo de cosas.

- Me lo hubieras limpiado con tu propia lengua.

- ¡X-xingqiu! Por favor, estamos en público.

- Jeje. - Justo en ese momento llegó el pedido de el peliazul, por lo que ambos se dispusieron a comer.

Disfrutaban del ambiente, recordaban como antes eran mejores amigos y sólo ocultaban sus sentimientos, ninguno de los dos podía creer como soportaron eso por tanto tiempo, pasa que Xingqiu lo sabía disimular y a la vez le tiraba indirectas a Chongyun las cuales el pobre nunca entendía ni captaba.

- ¿Después de esto podemos ir a la biblioteca? Escuché que hay nuevos volúmenes de libros extraños que quedaron inconclusos.

- Lo que tú quieras. - Aceptó.

Incluso aunque Chongyun no fuera el tipo de persona que tenía una gran pasión por leer y escribir, le hacía feliz ver como Xingqiu se emocionaba cada que entraba a la biblioteca, notaba como sus ojos brillaban de solo ver una inmensa cantidad de libros a su alcance.

Una vez terminaron de comer, Xingqiu arrasto a Chongyun con él en dirección a la casa de libros Wanwen, estando ahí se quedaron leyendo todo tipo de género de libros; policíaco, ciencia ficción, ciencia histórica y más.

Las horas pasaron volando, extrañaban quedarse horas leyendo juntos, saliendo de ahí Xingqiu pasó a a la sección de la librería para comprar algunos libros, pues quería complementar aún más su gran colección.

De camino a casa, Xingqiu fue pensando en sus ideas para hacer su última semana en la casa de Chongyun la mejor.

Llegando allí, Xingqiu tenía sus planes para hacer feliz a Chongyun durante esa semana, ahora solo faltaba ejecutarlos.

...

1098 palabras.

Difícil. | XingyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora