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Después de que aquella semana transcurrió, era hora de que Xingqiu volviera a su hogar, tanto él como Chongyun habían disfrutado todos esos momentos juntos.

El primer día de la semana trataron de hornear cupcakes como los de Xiangling, cada quien hizo sus 3 cupcakes, disfrutándolos recordando el día en el que su noviazgo empezó.

...

- ¡Jaja! Nos quedaron casi iguales a los de Xiangling. - Agarró uno observándolo más de cerca.

- Ahora falta que sepan casi iguales. - Dirigió uno hacía su boca probando el pan de éste.

Y casi inmediatamente lo escupió en un papel debido a lo asqueroso que sabía.

- ¿¡Por qué esto esta salado!? - Corrió a tomar un vaso del agua para que se le pasara el mal sabor.

En ese momento, Xingqiu observó que había sal en el lugar donde se supone que debería haber azúcar.

- B-bueno, yo... Puede que haya confundido el azúcar con la sal y... Jeje. - Respondió nervioso.

- ...Xingqiu, ¿cómo vas a confundir el azúcar con la sal? - Se acercó peligrosamente a él mientras que el contrario solo retrocedía.

- Las dos... Las dos s-son blancas, ¿no? - Su pierna chocó con el sillón que se encontraba detrás de él, en ese momento supo que ya no podía escapar.

Su novio comenzó a atacarlo con incontables besos por toda su cara incluyendo sus suaves labios, fue la primera vez que Chongyun logró ver a su novio como un "tomate", como diría él.

- Bueno, parece que sólo te tengo que agarrar desprevenido para que te pongas tan nervioso como yo. - Por más que trataba de mirar su cara más a detalle, el peliazul se escondía en el sillón.

- ¿¡Ahora te vas a aprovechar d-de mi!? - Puso sus manos tratando de empujarlo.

- Déjame ver tu cara. - Nuevamente trató de ver su cara a detalle, no logró verlo hasta que lo tomó de ambas mejillas.

Le parecía lindo que ahora fuera él el nervioso y vergonzoso.

- Chong... C-chongyun, ¡ya basta! - Cerraba fuertemente los ojos para tratar de que su vergüenza disminuyera.

- Está bien. - Se apartó de él, éste se sentó en el sillón cubriendo su cara con sus manos aún por la vergüenza.

Y todo por confundir el azúcar con la sal.

Xingqiu sintió como era rodeado por los brazos de su pareja, quién le dió un pequeño besito en la cabeza.

- Te odio. - Evitó mirar al peliceleste, no correspondió el abrazo tratando de hacerse el enojado. Pero Chongyun lo conocía lo suficientemente bien como para saber que claramente estaba fingiendo su enojo.

- Yo te amo. Eres un terrible chef, agradece que fui yo quién lo probó y no tú. - Lo apretó con sus brazos.

Al final, sólo terminaron comiéndose el betún y las decoraciones, que parecía ser lo único rico en ese cupcake salado.

...

El segundo día fueron a entrenar justo en el bosque donde se conocieron, pues compartían muchos recuerdos lindos en aquel lugar con pasto amarillento y árboles por todos lados. Después de que finalizaron la rutina habitual que llevaban de entrenamiento, volvieron a recrear como fue la escena en el momento que se conocieron, cosa que hizo que los dos se murieran de risa.

...

- ¿Te cansaste mucho? - Dijo el peliazul mientras dejaba su espada a un lado y a la vez tomaba un poco de agua.

Difícil. | XingyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora