Ligadas Por La Sangre Y La Luna

33 Sello

Enid Sinclair

Cuando Merlina se fue con Xavier estaba realmente ansiosa. Hacer que esa chica cambie de opinión cuando se aferra algo es imposible. Paso el tiempo esperando a que ella regresara bien, se supone que solo iba a ver si había rastros de Barron o Denovan y regresaría, Xavier se ofreció acompañarla por si llegase hacer necesario.

Después de algunas horas salí de la habitación para buscar a los chicos y ver cómo iban con la seguridad de los niños pero en el camino algo pesado me cayó en la cabeza causándome molestia e incomodidad, me lo quite deprisa de manera brusca tirándolo al piso, creí que había sido una paloma muerta o algo asqueroso, pero solo era dedos.

—Oh chico, me asustaste, ¿Dónde está Merlina y Xavier?

Dedos hizo señas en el suelo advirtiéndome que había escapado tan pronto amarraron a Xavier y logro llegar sobre un ave, me dijo que deberían seguir en la casa y que era hora de actuar. Pero una parte de mí no quería hacer nada más que no fuera ir ahora mismo allí.

Regrese a la habitación para tomar la mochila con el cambio de ropa y corrí hacía el patio y allí estaban todos, —Chicos, es hora.— dije y ellos me miraron con una determinación que nunca antes había visto.

Después de aquello tomamos nuestras cosas y nos preparamos para irnos, llegamos a la casa de los Gates tan pronto como pudimos, nos habíamos dividido, Emma, Jake y Víctor se quedaron para cuidar de los niños y de Eugene que seguía débil hasta que fuera hora. No íbamos a obligar a nadie a luchar en algo que no les correspondía por lo que algunos decidieron no venir, de cualquier modo seguíamos siendo mayoría; las sirenas se quedaron la escuela junto con la mayoría de estudiantes.

Enoch y Olive siendo la última defensa en caso de que algo no saliera bien ya se habían ido a Pensilvania. 

Kara, Alex, Sam, Lena, Nía, Félix se fueron con otro grupo al interior del bosque, escondidos cerca de la tumba de Crackstone mientras que Yoko, Barry, Lucy, Maggie y Alastor vinieron conmigo a la casa de los Gates, al llegar entramos con cuidado encontrando rápidamente un rastro de sangre hacia la sala, yo sentí el aroma de Merlina así que corrí al ático, con dedos sobre mi hombro, al llegar vi dos sillas y el aroma de Merlina era débil.

—Enid, ven rápido, Xavier está muriendo. — el grito de Barry me alerto y baje corriendo hacia la sala en donde Xavier estaba acostado en un sofá lleno de sangre, su respiración era muy lenta al igual que sus latidos, me corte un poco la mano y se la di a tomar pero el simplemente no tragaba de ninguna manera, —Maldita sea Xavier.— lo tome de la nuca algo brusca recibiendo una advertencia de Yoko, chupe la sangre de mi mano manteniéndola en mi boca antes de juntar nuestros labios haciendo que tragase a la fuerza.

Realmente asqueroso pero eso no era lo importante ahora, en medio de eso escuche los jadeos de sorpresa de los otros pero estaba más concentrada en que Xavier no muriera, él pareció reaccionar y me acerco más a él para seguir tomando de la sangre de mi boca, que había salido ahora que me había mordido el labio. Cuando me separe el se veía gratamente mejor y me miraba agradecido.

—¿A donde se llevaron a Merlina?— pregunte limpiando mis labios con la mano, —No lo sé... yo estaba casi inconsciente, pero ella está bien por ahora, Barron la quiere viva, creo que salieron por atrás porque por aquí no pasaron a la salida, de eso estoy seguro. — dicho eso Maggie y Barry se llevaron a Xavier al pueblo para que fuera atendido mientras que nosotros cuatro seguíamos los rastros de Merlina, efectivamente, salieron por atrás en dirección al bosque.

Empezamos a correr en esa dirección pero pronto nos detuvimos, algo no se sentía bien y todos lo notamos, miramos el piso para ver había pequeños montones de tierra de manera aleatoria. —Ese maldito hijo de perra, ¿En qué momento tuvo el tiempo de poner minas? Digo, después de secuestrar a alguien no creo que le sobrara el tiempo para poner minas. — dijo Alastor enfurecido, mire los árboles y les ordene empezar a escalar, con lo que hace un momento Yoko y Lucy no tuvieron ningún problema en levitar las minas, estábamos a punto de cruzar el campo minando cuando escuchamos ramas moverse.

Nos detuvimos intentando detectar de donde venía el sonido pero no lograba oler o ver algo, entonces se escuchó el sonido de un gatillo pero no fue lo que esperaba, la bala que vino de quien sabe donde cayó justo sobre una mina y todo a nuestro alrededor exploto. El sonido fue ensordecedor, los gritos murieron en nuestras gargantas con tanta explosión y el fuego era palpable en nuestros huesos, era un maldito horno.

Habíamos caído en la trampa. No se en que momento fue pero sentí unos brazos sobre mi diciéndome que respirara profundo y al segundo siguiente estaba cayendo a un lago, el agua fría calmo un poco el incesante ardo de mi cuerpo, cuando me levante note a Alastor igual que yo, Yoko y Lucy también se veían heridas pero mejor que nosotros. —En cuanto logre concentrarme me teletransporte para lograr sacarlos.— Miramos a bastantes metros detrás de nosotros como el lugar se había prendido en fuego y una gran nube rodeaba esa parte del bosque.

—No hay que subestimarlos.— dije y me levante para seguir rastreando a Merlina pero ya había perdido el rastro, —¡Mierda! Ahora que demonios hacemos, sabía que esto sería un fracaso.— me empecé a desesperar por no lograr sentirla de ninguna forma. Los otros opinaron que lo mejor era regresar con los chicos y esperar pero yo no podía pensar. —Enid, vamos, ya no sabemos a donde pudieron haber ido, esa explosión arruino nuestra única pista de Merlina.—

—Cállate, cállate, cállate, no nos iremos, y si ustedes quieren largarse adelante, pero yo seguiré buscando a Merlina.— dije para empezar a correr hacia ningún lado en realidad, pero fue detenida por Yoko que se había cruzado en mi camino. —Enid, escúchame, será mejor que regresemos con los otros y...—

—Maldita sea Yoko, apártate de mi camino.— la tome de la chaqueta para lanzarla a un árbol y seguir corriendo pero ella ni siquiera golpeo el árbol, en seguía la tenía sujetándome de la garganta antes de lanzarme de nuevo al pequeño estanque. Me levante encabronada respirando profundamente, —Apártate de mi camino, yo debo encontrar a mi Luna.—

—Entonces tendrás que pasar sobre mi cadáver, Enid.—

Sus palabras solo activaron una alarma en mi interior, ella quería alejarme de mi luna, quería que la mataran, y eso no lo iba a permitir. En segundos me transforme en una bestia enorme gruñendo y ella solo me miraba serena empezando a levitar siendo rodeada por un aura completamente morada y viéndome con unos ojos de un profundo negro.

Ahora ella era un enemigo, y me encargare de matar a todos los que se interpongan entre mi Luna y Yo. Cuando lance el primer ataque un sonido musical a la distancia me detuvo abruptamente siendo incapaz de defenderme cuando el golpe de Yoko me envió contra un tronco partiéndolo a la mitad.

¿Merlina?

Arco Final, capítulo 3/7