Ligadas Por La Sangre Y La Luna

09 Descanso

Enid Sinclair

Desperté sintiendo un abrazo cálido pero áspero, el agradable aroma de Merlina me estaba envolviendo. Me queje mientras me ponía de pie pero el dolor en mi pecho seguía allí, era menos pero aún lo podía sentir.

—A veces olvido lo idiota que puedes llegar a ser Sinclair.— ladee la cabeza y la imagen de Merlina sentada en su escritorio fue lo primero que vi. Ella me estaba mirando mientras sostenía un libro en sus rodillas.

Me queje mientras me sentaba en la cama, ella dejó el libro y se paro junto a la cama antes de sentir como su mano empujaba mi hombro de regreso a la cama. La mire sorprendida antes de que ella girará la cabeza. —Deja de causar problemas y descansa por ahora.— asentí de acuerdo y ella salió del cuarto sin decir nada con un plato en su mano.

Solté el aire que estaba reteniendo, levante una mano para palmar mi cabeza pero no había rastro alguno de orejas, suspiré relajada antes de llevar mi mano al cuello.
Al girar la cabeza vi el collar en el escritorio de Merlina, justamente arriba de dos libros.

Levante un poco la cabeza para ver el reloj despertador en mi lado del cuarto y faltaba cuarto para las 2 de la madrugada, —¿Cuanto tiempo estuve dormida?—

—Desde las 9 de la noche.— por la puerta entró Merlina y detrás de ella Emma y Olive. Emma se apresuró ayudarme a sentar mientras Olive acercaba una pequeña mesa. —¿Te sientes bien?— pregunto preocupada. Merlina permaneció de pie antes de colocar un plato de comida caliente frente a mi.

—Algo así...— el aroma de la comida olía mucho mejor que antes, se me hizo agua la boca y un sonido vergonzoso resonó desde mi estómago. —Come cachorro tonto.— la mire con pena y empecé a comer. A pesar del adjetivo una parte dentro de mi se calentó al pensar en Merlina cuidándome y alimentándome.

—Merlina fue a nuestra habitación para que ayudáramos leyendo los libros que encontramos y descubrir lo que te están pasando.— Olive dijo y recibió una mirada de muerte de Merlina. Ella estaba preocupada por mi.

Eso sin duda emocionó mi interior y sentí el momento justo en que mis orejas y cola hicieron acto de presencia. Un gruñido apenas audible salió de los labios de Merlina pero tomó asiento sin decir nada. —Ya no es bueno que sigas usando ese collar Enid, te puede hacer verdadero mal...—

—Te puede matar Sinclair.— Emma fue interrumpida por la voz cruda de Merlina. Estaba viendo el collar con detenimiento. —Pero...—

—Nada Enid, no volverás a usar esta cosa.— ella se veía firme y un aroma más intenso lleno la habitación, era casi cariñoso ya que el miedo lo cubría por completo. Trague con fuerza para luego sentir como mis orejas se aplanaban en mi cabeza.

—De igual manera, lo mejor será que comas y descanses. Mañana podrás resolver todo lo que ahora te está molestando.— dijo Emma tocando mi cabeza de forma reconfortante y asentí con una sonrisa. —Gracias por preocuparse chicas, no debían.—

—Es un placer Enid.— con unas cuantas despedidas más las chicas salieron del cuarto y solo quedamos nosotras dos. Yo comiendo mientras ella seguía concentrada leyendo uno de los libros.

—¿Por qué no quieres ser Alpha?— suspiré sin fuerza, deseaba que no tuviéramos que hablar de esto pero sucedió. —¿Tenemos que hablar de esto ahora?— tome la comida del tenedor sin levantar la mirada, podía sentir perfectamente como su mirada quemaba en el costado de mi cabeza. Suspiro con pesadez antes de empujar su silla lentamente y sentarse frente a mi, tomo el cuchillo y empezó a cortar la carne. —¿No piensas agradecerme?— levante la mirada y conectamos justamente, trague con fuerza antes de ver como el tenedor con comida estaba a centímetros de mi boca. 

—Gracias.— acepte la comida y pude ver como su mirada vagaba hacia atrás de mi en donde mi cola se movía sin control de un lado a otro, agache la mirada avergonzada. 

—Tu no eres solo un Alpha, ¿Verdad?— cuando termine de comer ya me estaba presentando otro trozo de comida, asentí en su dirección mientras tomaba el alimento. —Ya veo, ¿Lo que te molesta es que tu madre se entere?— gruñí con pesadez pero asentí mientras seguía comiendo.

Ella me estaba alimentando y eso solo me emociono de sobremanera. 

—Pero tus hermanos lo descubrirían de inmediato y le dirán, ¿No es así?— asentí furiosamente mientras esperaba que Merlina siguiera alimentándome, al levantar la mirada la vi elevando una ceja pero no dijo nada mientras me acercaba el tenedor con comida. —Me puedes recordar sus nombres.— sonreí grande al saber las verdaderas intenciones detrás de esas palabras. —Lo haría, pero son los únicos que de verdad me quieren.—

Caímos en un cómodo silencio antes de que una nueva pregunta surgiera de los labios de Merlina. —¿Reaccionaste así durante estos dos meses?— me quede pensando en su pregunta. —Para nada, de hecho durante las vacaciones hubieron lunas llenas pero no cambie ni nada por el estilo, por eso mi madre no creyó del todo que realmente me hubiera enlobado aunque mi aroma si cambio un poco.—

—No entiendo Enid, explícate mejor.— comí rápidamente lo que había en el plato porque Merlina se estaba tardando demasiado y cuando acabe me levante de la cama para dejar la mesa en su lugar. —Ya es tarde Merlina, mejor hablamos mañana.— dije y me fui de inmediato acostar a mi cama, pero una sensación de vació se apodero de mi pecho, quería estar en la cama de Merlina. 

Aunque su cama tiene bultos y parece que no sabe que existen colchas o algodón algo en ella me encanto y calentó mi corazón. 

—Sinclair, hablemos ahora.— gruñí molesta, tenia sueño pero a la vez quería complacerla y hacerla sentir bien, así que planee bromear un poco, ella jamas aceptaría. —De acuerdo, hablemos.— Me pare de la cama para verla de pie con los brazos cruzados casi a la mitad de la habitación, así que hice lo mismo antes de inclinarme peligrosamente cerca de su espacio personal y su ceño se frunció pero no retrocedió.

Mi cola se movía de un lado a otro y mis colmillos rozaban mi labio inferior, puse mis manos detrás de mi espalda antes de lanzar un ataque mortal. —Solo si aceptas que duerma contigo.— no pude reprimir la sonrisa en mis labio, y se hizo más grande al ver como tragaba saliva y volteaba a ver la ventana, su pulso se había acelerado. 

Yo ya estaba lista para su negación o su amenaza de que me mataría cuando estuviera dormida pero jamás llego. —Te has vuelto tan arrogante Sinclair.— regreso su mirada a mi, y sus ojos se desviaron a mi cabeza ladeando un poco su cabeza. —Pero un Addams siempre consigue lo que quiere, así tenga que soportar recargas de mil voltios.—

No entendí muy bien que quería decir eso así y quede más confundida cuando se dio la vuelta y camino a su armario sacando un conjunto de ropa color negro y me lo lanzaba. —Aunque aprecio el dolor, no quiero que nada me detenga de conseguir respuestas.— cuando apunto al baño con un movimiento de barbilla seguida de una pequeña y casi imperceptible sonrisa tirando de sus labios.

Antes de pensar con claridad ya estaba encerrada en el baño quitándome la ropa con rapidez para no hacerla esperar, en el momento justo en que cerré el baño un comentario apenas audible salio de sus labios y solo me avergonzó por lo cierto que era. 

Cuando salí del baño ella estaba escribiendo algo en su maquina de escribir, apenas me escucho se detuvo y me volteo a ver antes de fruncir el ceño, metí la cola entre mis piernas a modo de disculpa. —¿Me veo mal?— ella negó con la cabeza antes de levantarse y rodearme. —No, solo que la vista no es tan encantadora como lo imagine.— ladee la cabeza con duda.

—Supongo que realmente eres un asqueroso arcoiris.— agite la cola feliz, y estaba por abrazarla pero ella dio un paso atrás. Regrese mis brazos con una sonrisa aun en mi rostro. —Ni siquiera se te ocurra quedarte dormida.—

—Antes respondo todas tus dudas, lo tengo.—