28 Entrenamiento

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Una semana después de aquella fatídica reunión y que Enid prácticamente obligara a sus tíos y padres ayudar con las reparaciones de la escuela estos se fueron sin decir nada. Durante esa semana Enid se encargó de poner en su lugar a su madre y tratar con ella todo tipo de temas, por supuesto que los llevo al lugar en donde ahora descansaban los restos de Lex.

Los padres de Merlina regresaron a su casa después de aquel día y nuestras chicas estuvieron tan ocupadas que no habían tenido tiempo de hablar. Gracias a los dioses que esa semana no ocurrieron más ataques y se permitieron tomar un ligero respiro.

Después de todo, cada vez faltaba menos para la luna azul y la posibilidad de que todas esas visiones ocurrieran.

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Enid Sinclair

Pasaron ya casi diez días desde que paso esa desastrosa reunión familiar. Y durante los últimos días no había tenido oportunidad real de hablar con Merlina, de hecho una parte de mi cree que ha estado ignorándome pero solo es una suposición absurda. Las clases se retomaron una vez el colegio fuera reparado, y hoy las clases terminan a las tres así que me asegurare de hablar con Merlina a como diera lugar.

Esta tarde si o si sabré que fue lo que vio en su visión al tocar a mi madre.

Después de la comida fui al taller de Xavier con mis hermanos, primas y las vampiras. Nosotros somos los que poseemos más fuerza y resistencia física y debíamos aprovecharlo lo más que pudiéramos. Desde hace días que empezamos con esto con el permiso de la directora, por eso en esta parte del bosque se nos permitió entrenar.

—Esta vez nosotras contra ti.— dijo Yoko refiriéndose a Lena, Sam y Nia. —¿De verdad? Sera divertido.— dije entusiasmada, poniéndome en posición, si iba a proteger a mi familia no podía confiar solamente en mi fuerza de lobo, debía ser competente y saber atacar a consciencia.

De hecho nuestro entrenamiento es más intenso, pero todos practican en lo que son buenos, además de eso corremos mucho para tener resistencia en caso de tener que cazar, sí, eso de correr de nuestros enemigos ya no es algo en lo que estemos realmente interesados. Esto es la guerra.

Me rodeaban, mi cuerpo quedo en el centro de un cuadrado perfecto, en cada esquina estaba mis contrincantes, saque mis garras y doble un poco las rodillas viendo a todos lados y agudizando mis sentidos, preparándome para el primer ataque. Lena se lanzó con velocidad hacia mí pero retrocedí rápidamente, su golpe termino haciendo un agujero en el lugar donde estaba con anterioridad, de una patada la empuje contra un árbol.

Justo en ese momento Sam y Nía corrieron para atraparme, salte a tiempo y ellas apenas evitaron golpearse entre ellas, al aterrizar detrás de Nía la pateé en la espalda, Sam salto a Nía y me atrapo del cuello, Nía tuvo la oportunidad de levantarse y lo hizo, tome el brazo de Sam y doble mi cuerpo hacia delante para estrellar el cuerpo de Sam contra el suelo.

Nía se apresuró a atacar y detuve sus golpes antes de patear su abdomen y que terminara dando unas cuantas vueltas. En un segundo un puñetazo impacto contra mi mejilla y termine tambaleándome, me gire hacia el lugar del golpe pero no había nadie, otro golpe impacto contra mi costado derecho y casi termino cayendo. —Maldita sea Yoko, ¿Dónde mierda estas?—

No podía verla, su velocidad no era una broma. Otro golpe aterrizo en mi mejilla mucho más fuerte y durante mi momento de desorientación una patada me impacto en el abdomen y caí al suelo; gruñí molesta pero antes de poder levantarme alguien se sentó arriba de mí y empezó a golpearme de manera repetida y con precisión, logre frenar un poco los golpes; antes de otro logre atrapar su mano y doblar su muñeca, cuando gimió de dolor me di la vuelta dejando su cuerpo debajo de mí. Mi puño fue detenido cuando otro cuerpo me sujeto del cuello levantándome de Lena y arrojándome unos cuantos metros de distancia.

Ligadas Por La Sangre Y La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora