38 Hasta Nunca

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Merlina Addams 

Talking To The Moon – Bruno Mars

Don't Forget Me – Nathan Wagner

—Pronto mon Soleil, pronto estaremos juntas.— dije mientras cruzábamos al troll, cuando salimos llegamos a un acantilado, donde únicamente se encontraba un enorme tronco de madera conectando ambos lados. —Eso se caerá en cualquier momento.— dijo Kara cruzándose de manos tirando una piedra esperando un sonido que nunca llego.

—De cualquier forma, ahora que lo pienso, ¿Cómo Barron planeaba pasar al troll?— pregunto Alex y Kara solo se encogió de hombros, Yoko cruzo levitando sin problema llevando con ella a Enid que seguía transformada y gruñía de manera incesante. —Galpi, Barron iba a utilizar a Galpin para poder pasar al troll, por eso se aseguró de tener a Tyler bajo su control, con Tyler a su lado no necesitaría a Galpin.—

Cuando Yoko llego al otro lado comencé a cruzar pero las hermanas Danvers se quedaron allí porque no querían cruzar a un lugar sagrado. Avanzamos por un camino de tierra hasta llegar a una cueva donde Enid parecía todavía más enfurecida, —Maldita sea, creo que en cualquier momento se va a liberar.— jadeo con esfuerzo Yoko. —Es Jisoo, la furia de Jisoo se está manifestando, suéltala.— Yoko me miro con duda pero hizo lo pedido, y en un rápido movimiento Enid se giró lanzando un golpe a Yoko.

La chica se esfumo en segundo y desde la distancia grito, —Creo que mejor me voy y espero con las chicas, toma.— me aventó el dije de oro que le perteneció a Jennie Addams junto con la profecía ya descifrada, y volvió a desaparecer. Cuando Enid no la vio regreso su mirada a mí pero no pude sentir miedo de ella a pesar de sus enormes colmillos sobresaliendo. Camine hacia el interior de la cueza con las enormes pisadas de Enid detrás de mí, al llegar al centro de la cueva esta iluminaba de una tenue luz azul el centro en donde solo había huesos, alrededor había oro y gemas que estaban cubiertas de una sustancia marrón completamente seca que ocultaba su brillo, el lugar entero aun olía a muerte y sangre.

Camine hacia el centro en donde se podía ver una especie de manta llena de polvo al igual que los huesos de una persona y otros muchos más grandes. —Jennie y Jisoo.— mire a Enid que se mantenía observando a la distancia con ojos llorosos. —Ven aquí mon Soleil.— la llame y se acercó con pasos lentos, sin dejar de ver a los lados.

Abrí la profecía con el dije en mis manos pero algo entre las gemas llamo mi atención, me agache para tomarlo y con cuidado empecé a jalar la pequeña cadena ya oxidada, con ella en mano me di cuenta que también tenía un dije con la letra J.

—Es hora Enid.— ella me miro y se acostó en el suelo sollozando levemente, tome ambos collares colocándolos en el centro, donde la luz de la luna azul los bañaba por completo, Respire profundo antes de cerrar los ojos recitando las palabras necesarias para llamar a los espíritus. Pronto frente a nosotras una bruma azul se hizo presente junto con un frio abrasador.

Allí estaba Jennie Adams viéndome con una sonrisa satisfecha, la primera vez que hice esto ella únicamente había movido el dije hacia las respuestas, ahora estaba aquí y podía verla, pero pronto su atención se desvió a Enid que seguía quejándose y llorando, los ojos de Jennie se abrieron con lágrimas apenas visibles, —Amor, Jisoo.— entonces saque la profecía y en el final de esta estaba lo que necesitaba.

Hice el conjuro hacia el Rey Licaón como lo menciona la profecía y pronto una nueva bruma azul comenzó a rodear a Enid que con un aullido al aire quedo inconsciente y sin esfuerzo su cuerpo volvió a cambiar al de la chica de alegre sonrisa. La bruma azul rodeo el lugar en donde jennie ahora miraba con cierto cariño en los ojos el cuerpo dormido de Enid y allí estaba ella.

Ligadas Por La Sangre Y La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora