16 Siempre Estuve Allí

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|| Hace algunos días ||

Cuando menos lo esperas hay quien te ve como su inspiración.

Muchos lo dicen cuando ven que estas por rendirte, te hacen creer que hay alguien que te admira y sigue tus pasos, alguien que anhela estar a tu altura y lograr lo mismo que tú.

Patético.

Nadie debería creer que son capaces de estar a tu nivel. Y Mr. Barron lo sabía muy bien.

Un científico capaz e inteligente que nació con el gen recesivo haciendo que su vida se viera convertida en un torbellino de dolor. Siendo repudiado y temido por las personas, él poseía una extraña peculiaridad, algo que lo hacía muy diferente a los demás.

Cambiar de forma a voluntad.

Un experimento fallido que buscaba otorgarle la inmortalidad termino en el nacimiento de criaturas enormes, hambrientas y peligrosas que recibieron el nombre de Huecos. Criaturas que deseaban con desesperación regresar a la normalidad, bueno, más o menos. No importaba quienes fallecían mientras él buscaba su salvación, y una vez más Barron solo está interesado en conseguir lo que le fue arrebatado, lo que le fue negado.

Y sin importar los riesgos él conseguirá lo que quiere.

El hombre había tardado mucho tiempo en cruzar el continente hasta llegar a ese miserable pueblo del que se había ido algunos meses atrás. Supuso que una vez que capturara a Miss Peregrine él podría completar su experimento una vez más, pero nuevamente fallo miserablemente. Sin embargo, esto no se quedaría sin consecuencias.

Y él en persona se aseguraría de hacerles entender el grave error que habían cometido.

Lo primero que hizo al regresar fue ir al pueblo con el único fin de no cometer más errores, muchas cosas pudieron pasar en tres meses y no se iba a permitir perder contra un puñado de niños insolentes. Bajo el nombre del hombre que estaba sentado a su lado en el avión ingreso al pueblo de Jericho para estar al tanto de todo.

—¿Qué pudo haber pasado en tres meses?—

El hombre ingreso al pueblo sin notar grandes cambios, cuando paso por la plaza recordó vagamente la estatua que había desaparecido del lugar y con una nota metal continuo su camino hacia el Veleta, la gente más chismosa siempre se encontraba en las cafeterías.

Dos mujeres nuevas estaban trabajando en el lugar y nuevamente tomo nota menta de la ausencia de Tyler, el chico que atendía el negocio. Por la ventana vio a una mujer recargada en el automóvil que decía SHERIFF, la placa en su uniforme le aseguraron que todo había cambiado.

Presa a la vista.

—Wow, muchas cosas son diferentes, parece que fue ayer que vine de vacaciones.—

—Hola, ¿Hay algo en que pueda ayudarle?—

Una mujer algo mayor que pasaba por su mesa con una charola se detuvo cuando escucho eso. El hombre fingió su mejor voz y sonrisa para agradar y conseguir las respuestas que necesitaba.

—Oh no es nada, solo estoy algo asombrado, recuerdo que había un chico muy gentil atendiendo aquí hace unos meses, ¿Le ocurrió algo?––

Ligadas Por La Sangre Y La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora