Capítulo 9

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Cuando pasaron al despacho de Elijah, estaban todos allí, se levantaron de golpe y la abrazaron como si verdaderamente hubiese peligrado su vida.
-Cariño, pensé que ... -su padre la estrechó entre sus brazos sin terminar la frase.
- Lo siento, padre, no quería preocuparte- le besó la mejilla y vio las lágrimas acumuladas en los ojos del hombre.
-Eli, ¡casi nos matas del susto! - su cuñada la regañó mientras se sonaba la nariz roja de tanto llorar.
- Perdonad, de verdad, me alejé tanto que no me enteré de nada.
- Estamos en la era de la tecnología, como bien te encargas de recordarme cada vez que no te contesto una llamada, así que ¿dónde estaba tu maldito teléfono?, siempre lo llevas pegado a la mano. - Elijah seguía gruñendo mientras la abrazaba- Eres mi hermana pequeña, no me asutes así nunca más.
- Eso está hecho, el teléfono me lo debí olvidar en la habitación, ni siquiera recuerdo dónde lo he dejado- una mirada furtiva al rostro de Keyllan para ver su reacción y ahí estaba, abrasándola, haciéndole ver que sabía porque lo había olvidado todo, que su noche de pasión había borrado todo de sus mentes.
- Es la primera vez en tu existencia que te olvidas de tu teléfono móvil... Me pregunto que es lo que te tenía tan absorta en tus pensamientos- Marco estaba sonriendo de forma maliciosa desde el sillón como si supiera qué estuvo haciendo su gemela aquella noche.
- Marco, eres un gemelo muy molesto, pero supongo que gracias por preocuparte por mi bienestar- le sacó la lengua tal cual hacía de niña.
- Yo también te adoro, tonta- corriendo a alzarla en brazos y a darle un beso ruidoso en la coronilla.
Todos se estaban riendo cuando Keyllan interrumpió:
- Siento romper este momento, pero debemos trazar un plan de acción ya, hay que ponerse en marcha y teneros a todos más protegidos que nunca. Esta amenaza puede llegar a ser un problema muy grave.
- ¿En qué estás pensando, amigo mío? - Elijah se había puesto muy serio y estaba ya con toda la atención fija en Keyllan y en sus ideas.
- ¿Ha habido más amenazas?
- Siempre las hay, se reciben cartas de amenaza, pero seguridad lo investiga y nunca ha sido nada serio- Elijah estaba muy pensativo...
-La única amenaza que recibimos y se tornó real fue la del asesinato de madre. -Les recordó a todos Elieanora- Me recuerda a todo aquello, quizás sea una parte de los extremistas que querían que nos eliminaran del mapa, que puede que sigan con su propósito.
- Eso mismo estoy pensando yo, mi instinto me dice que todo esto viene por la coronación de Elijah en la isla, no quieren que los herederos empecéis a ascender al trono y están intentando por todos los medios evitarlo. - Keyllan estaba serio y decidido a participar en la búsqueda de los culpables.
-Debemos permanecer entonces todos aquí hasta que todo se esclarezca, ¿no crees, K? -Elijah masajeaba suavemente la espalda de su esposa, intentando reconfortarla.
-Juntos somos más vulnerables, -Elieanora daba vueltas por el despacho mientras hablaba- si seguimos juntos, somos un blanco fácil, deberíamos separarnos, papá debería volar a una de sus mansiones y Marco y yo igual. En puntas diferentes del mundo les complicaríamos las cosas, tendrían que separarse y veríamos hasta dónde llega el alcance del poder de estos terroristas.
Era muy lista, su cabeza funcionaba como la suya, se dio cuenta Keyllan, porque estaba de acuerdo con la idea de la princesa en separarse y debilitar al enemigo.
- Es muy buena idea, princesa. Esta reunión deberá permanecer en secreto y nadie, salvo los equipos de seguridad personales sabrán dónde estaréis cada uno; mandaré gente de mi antiguo equipo con cada uno de vosotros para asegurarnos de que no haya agentes dobles.
-Creo que yo me iré a mi villa de mi isla de Tailandia; es una fortaleza y estamos en época de lluvias cálidas así que al menos disfrutaré del retiro como el anciano que soy-el padre sonreía intentando quitar peso a la situación e intentando olvidar la terrible muerte de su esposa que siempre ensombrecía su mirada.
-Perfecto, señor, tengo al agente perfecto para usted, es un fanático del ajedrez y del buen bourbon, y os conocéis bastante bien- Keyllan iba a mandar a su padre George a ser parte de la seguridad de Charles, se conocían desde hace mucho tiempo y eran buenos amigos.
- ¡Oh!, George me debe unos cuantos euros de la última partida de póker- soltó riendo.
-Yo soy un príncipe bastante travieso así que creo que me iré a visitar la gran manzana, tengo un apartamento que es una delicia allí, por favor, que el hombre que me asignes, K, sepa de mujeres hermosas y de vino, al menos así tendremos conversaciones interesantes-
- Hahaha, ¡eres indomable!, adorado cuñado.
- Ohhhh, no entiendo porque te has casado con el rey gruñón en vez de con el playboy juguetón.
-Porque mi esposa es una mujer muy hermosa pero principalmente inteligente.
Todos estallaron en carcajadas, al menos siempre se tendrían los unos a los otros en las dificultades que se les presentaran.
- Elvira y yo nos quedaremos aquí, mostrando que no tememos a los problemas y mantenemos un frente poderoso. - besó dulcemente la mano de su esposa y esta le devolvió una gran sonrisa.
¡Increíble!, pensó Elieanora, Elijah había estado a punto de perderla para siempre, pero ella le perdonó y accedió a casarse con él, a pesar de que su hermano se comportara como un auténtico idiota. Ella se alegraba por su felicidad, estaban hechos el uno para el otro.
-Yo regresaré a Roma, tengo cosas pendientes en la oficina, creo que mostrar normalidad, aunque dupliquemos la seguridad, es algo bueno.
- ¿Tú no vas a decirme qué tipo de persona quieres que te lleve para protegerte? - K volvía a mirarla seriamente.
- Cualquiera que decidas hará un buen trabajo, todos sabemos lo maniático que puedes llegar a ser con la seguridad, eres muy bueno en lo tuyo, soldado- le sostuvo la mirada sin amedrentarse.
- Te ha calado, amigo mío, todos sabemos que tu hogar es una fortaleza inquebrantable.
-Yo iré contigo, Eli, seré tu guardaespaldas y fiel acompañante durante esta aventura- marcó la última palabra como una declaración de intenciones.
Eli se sorprendió, ¿qué planeaba? Cuáles eran sus intenciones?. Habían hecho una promesa y eso implicaba no volver a verse.
- No es necesario, eres un hombre ocupado, no te distraeré de tus labores con esto. Además tú no te dedicas a ello ya, dejaste el ejército hace tiempo.- trató de no sonar brusca.
-Solo me implico con gente especial, os tengo a todos un gran aprecio y no aceptaré un no por respuesta.-
Su sonrisa era ambigua, no entendía nada y se estaba empezando a enfadar y pensar cómo rebatirle el porqué no debía ir con ella; estaban enzarzados en una discusión cada vez mas acalorada mientras su familia les miraba boquiabiertos sin entender nada. La voz de Elijah resonó fuerte y dominante.
- Keyllan se ocupará de tu seguridad, no hay más discusión, Eli, esto es absurdo.
-No lo es, lo que es una estupidez es que él rompa con sus obligaciones durante un tiempo indeterminado para hacer de mi sombra, tengo a Bastiano y a los chicos, y sabes que son los mejores.
-Keyllan será tu sombra- ordenó su padre- por favor, así me quedaré más tranquilo, tesoro mío.
-Como deseen sus majestades- salió dando un portazo y viendo como Keyllan sonreía satisfecho. No sabía a qué estaba jugando pero empezaba a odiarlo nuevamente.





































Un amor implacable - trilogía el poder del amor 1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora