Keyllan no sabía el tiempo que había transcurrido, a. Marco se lo habían llevado a cuidados intensivos, se había desmayado antes de subir a la ambulancia, tenía una hemorragia interna y estaba bastante grave, Eli seguía en el quirófano, su corazón se había parado en dos ocasiones, pero consiguieron hacerla volver. En el pasillo estaban todos, Sasha también había volado a París, estaba la hermandad, los guardias reales, su padre haciéndole compañía a Charles y Elijah de pie en un rincón observando a su mujer. Todos esperaban noticias.
—Hijo, deberías ir a comer algo o a dormir un poco.
—Papa, no me voy a mover de aquí, no hasta que nos digan que están bien.
—No ha sido culpa tuya Keyllan.
—Era yo el que debía caer, no ella.
—Mi hermana te ama tanto que decidió salvarte la vida, no te culpes hermano, siéntete orgulloso. Nuestra Eli es tozuda como una mula, vivirá y seguirá volviéndonos locos.
Elijah abrazo a Keyllan, y seguido lo hizo Charles.
—No te culpes, gracias a ti encontraron a mis hijos. Saldrán de esta, son fuertes y cabezotas.
—Me acompañas a por un café Kellan. - Amenadiel estaba serio.
—Yo... si claro.
Tomaron el ascensor y bajaron a la cafetería, el ala donde estaban Marco y Elieanora estaba completamente cerrada y vigilada.
—Creí que no me entenderías
—Qué has averiguado.
—Se como les han localizado, todos llevan una pequeña pulsera de oro con el dije del emblema de la casa real llevaban un localizador.
—¿Todos? ¿Elijah también?
—Si, un tanto sospechoso que al único que no tocaran es al rey, pero estando en Zafiro lo tenían más complicado.
—Esas pulseras,¿ alguien tiene acceso a ellas?
—Fueron un regalo, a menos que fueran manipuladas antes de ser entregadas a sus dueños no veo cómo las pudiesen manipular.
—¿Quién...? - no le dejaron terminar la frase.
—Fue un regalo de mi mujer, las compro en un viaje ...
—Pudieron manipularlas antes de que las recogiera, justo al encargarlas.
—No, es Elvira, la que ha estado detrás de todo esto es mi mujer.
—Voy a avisar a los hermanos, ¿os parece bien? - Amenadiel no daba crédito.
—Ve...ya más adelante espero que me informéis de vuestra función. Amenadiel.
—Alteza, ni yo ni lo chicos respondemos ante usted, solo ante la princesa y será ella la que le hable de nosotros si lo cree oportuno.
Se retiró sin decir nada más.
—Tú sabes algo Keyllan.
—Esa es tarea de tu hermana, prometí no abrir la boca. Pero dime ¿porque crees que tu esposa, tu reina haría algo así?
—Han estado vigilándola, llamadas al extranjero, escapadas sin explicación, la única que estaba al tanto de los movimientos era ella, era la informante de Kane y también su amante.
—Salgamos de aquí y me informas mejor, las paredes pueden tener oídos.
—Vamos.
El rey estaba cabizbajo, se sentía triste y humillado. Había descubierto la traición de su esposa para con la corona y la familia, pero también su adulterio. Llevaba años encamandose con Julius Kane, le había estado tomando el pelo, le utilizó como a un pelele.
—¿Cuándo comenzaste a sospechar Elijah?
—Cuando se llevaron a Eli, con Marco pensé que les habían seguido de algún modo, pero en el caso de ella, cogió un vuelo sin decírselo a nadie, un coche que ni siquiera estaba a su nombre, sin habitaciones de hotel, sin nada. Mi hermana no dejó rastro. Fue entonces cuando empecé a revisar los listados de llamadas, los viajes. Cuando compró las pulseras, se escabulló del hotel y fue a un motel de carretera donde se encontró con Kane y vi las grabaciones. Después solo fue abrir los escudos y encontrarme el chip.
—¿Pretendía asesinarte después? Esto es una locura ¿Porque tu mujer haría algo así?
—Estoy investigándola, no se si su plan era asesinarme o hacer que asesinaran a su cómplice y quedar completamente impune.
—Los chicos corren peligro-no acababan de salir de peligro y ya estaban en el punto de mira de una asesina.
—Encárgate de que todos estén avisados, debemos tener cuidado, en cuando salgan de peligro irá a por ellos, estoy seguro.
—Montaremos guardia- abrazo a su amigo—lo siento hermano, no se porque lo ha hecho, pero lo siento.
—Traje al enemigo a casa, yo soy el culpable de todo- la culpa le reconcomía.
—Ely, tu no debes culparte, te enamoraste de una buena mujer, no sabias sus intenciones, tranquilo, lo resolveremos.
Elieanora consiguió sobrevivir a la cirugía, pero no estaba fuera de peligro, Marco estaba evolucionando muy bien, en pocos días estaría de pie dando saltos seguramente. Todos estaban vigilantes, el comportamiento de Elvira era el de un familiar destrozado por la tragedia, nadie era capaz de imaginar que fuera la mente que todo lo hubiera urdido. A los pocos días dieron permiso a la familia para que entraran a verla unos minutos.
—Keyllan, tu debes ser el primero en verla
—Charles, es tu hija...
—Y el amor de tu vida, así que ve a verla y recuérdale lo mucho que la amamos y lo mucho que necesitamos que vuelva.
Se acercó a la camilla, parecía tan frágil, tan pequeña. Estaba rodeada de cables y tubos, los pitidos de las máquinas eran ensordecedores. Se acercó y tomó su mano, estaba helada.
—Hola bella durmiente, nos tienes como locos, no sabemos qué hacer con Marco, se aburre sin ti. Tu hermandad está tirada en el pasillo y Elijah está interrogándoles, tu padre te echa de menos, todos te echamos de menos.
Despierta Eli, hay mucha gente que te ama y te necesita.
—Perdone señor, pero ya debe marcharse- la enfermera se retiró.
—Me están sacando a patadas princesa, té amo- beso sus nudillos.
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Un amor implacable - trilogía el poder del amor 1
RomanceLa vida de la princesa Elianora Santini siempre ha estado marcada por el peso de su deber real. Como miembro de la realeza, sabe que su vida no le pertenece y que debe actuar según las necesidades de su país, incluso si eso significa sacrificar sus...