6 meses después
La reina Elieanora Santini estaba de pie en la amplia terraza de verano del palacio de Esmeralda, miraba el horizonte, las islas de sus hermanos brillaban con las luces del atardecer. Había ascendido al trono tres meses atrás, en una ceremonia solemne, rodeada de su familia y de su pueblo, al que le juró lealtad, juró protegerlo, cuidarlos y brindarles grandes éxitos. Había estado al borde de la muerte y ahora valoraba cada instante que la vida le regalaba.
Cuando sus hermanos se sentaron y le contaron la verdad sobre Elvira, los Rinaldi y las verdaderas razones del asesinato de su madre por fin todo cobro sentido, ella confiaba y quería a la que había sido su cuñada ,al menos a la imagen que proyecto y nunca sabrían si hubo algo de verdad en las palabras o acciones de esa mujer.
Habían sido meses muy duros para la familia, Elijah se había convertido en un hombre herido y taciturno con el mundo. Se dedicaba a trabajar sin descanso intentando escapar de la pesadilla que tuvo que vivir, Elieanora sentía en ocasiones la culpa presionándole el pecho. Su pobre hermano tuvo que elegir y acabó arrebatándole la vida a la mujer que había amado y jurado proteger. La traición de su reina fue un golpe muy bajo y no sabía si algún día su adorado hermano mayor sería capaz de olvidarlo y darse una nueva oportunidad.
Decidió hablarle sobre la hermandad y ofrecerle ser parte de ella, necesitaba un propósito mayor, quizás así un día conseguiría sanar. Todos ellos, hasta Elvira habían sido víctimas de un hombre enfermo y sediento de poder.
Por el otro lado estaba su alocado hermano Marco, que llevaba un par de meses muy raro, trabajaba sin descanso, sin fiestas, sin mujeres. Sasha el guardaespaldas que Keyllan le había adjudicado había decidido quedarse a trabajar con M, cosa que a Eli la sorprendió teniendo en cuenta sus comienzos, pero Sash se sentía culpable por el secuestro de Marco y estaba intentando redimirse cosa que a Marco por alguna razón le desquiciaba, y para no tener que escabullirse como un ladrón pidió permiso y habló de sus deberes extraoficiales con la hermandad. Sasha era un gran activo y había hecho muy buenas migas con los chicos, sobre todo con Haakon
Sus abuelos estaban disfrutando por fin de una vejez tranquila, iban viajando entre las islas disfrutando de sus nietos y de su gente.
Su padre había vuelto a sonreír, el descubrir la verdad sobre la muerte de su amada había sido un gran alivio, para todos lo fue. El y George estaban ayudando a Keyllan en el crecimiento de la naviera, estaban encantados, no entendía que tenían los barcos para los hombres, pero si les hacía felices ella era feliz también.
Y quedaba Keyllan, bueno su soldado no se había separado ni un solo instante de ella, cumplió su promesa, llevaba un bonito anillo en su dedo anular con un diamante negro único en el centro, había sido de Casandra y ella lo lucia orgullosa. En menos de 12 horas serian marido y mujer, para siempre. No todo era rosa, se peleaban a menudo, pero al final del día nunca se dormían enfadados.Layla había dado su rueda de prensa, limpiando el nombre de Keyllan, Ambrose tenía una larga estancia en la cárcel por todas sus fechorías, con ayuda de Constantinescu la condena fue de 60 años de prisión. Moriría ahí dentro. Su consentida hija desapareció de la faz de la tierra al verse siendo la comidilla de la alta sociedad. Keyllan estaba como un niño con un juguete nuevo con la naviera, era su proyecto estrella y ella se sentía completa al fin.
Unos fuertes brazos la rodearon por la cintura.
—¿En qué piensa mi reina y futura esposa?
—En ti, en nosotros, en la familia y en la segunda oportunidad que se nos ha brindado.
—Somos afortunados, princesita... ¿Y te acuerdas de cómo hemos llegado hasta aquí?
—¿Como?
—Todo comenzó con una propuesta indecente, una noche de pasión...jamás habría sido suficiente, necesito una vida entera y después una más.
—Cállate y bésame.
Su apasionado beso fue interrumpido por sus hermanos.
—De eso nada, no se puede ver, besar, tocar ni nada de nada a la novia el día de antes cuñadito.
—Vamos Marco, no seas ridículo, no voy a dormir en otra habitación. Elijah dile algo.
—Tienes toda la razón Marco, lo siento amigo, esta noche duermes con nosotros, te vigilaremos.
Se lo llevaron a rastras mientras Keyllan despotricaba sobre los malos amigos y algo sobre los pésimos cuñados.
—Están locos, Elí.
—Vamos Bas, la vida misma es locura. ¿Me acompañas?
—Siempre.
Durmió como un bebe, pero la despertaron pronto, todo el palacio estaba corriendo de un lado a otro. La hermandad estaba en Esmeralda ayudando a los preparativos, William les tenía moviendo jarrones con flores de una punta a otra. No había visto a Keyllan desde la escena de la terraza y le habían confiscado el teléfono porque no contestaba a ninguno de sus mensajes.*****
El nudo de la corbata le apretaba demasiado, las palmas de las manos le estaban sudando. Volvió a pasarse los dedos por el pelo.
—Te vas a despeinar—Elijah le reprendió
—Tu hermana no ha llegado, ¿vendrá verdad?
—¿El gran Keyllan McCarthy nervioso por si una dama desaparece? Quien te viera hermano.
—Una dama no, la mujer de mi vida.
Cuando terminó de decir esas palabras, en el portón de la catedral aparecieron Elieanora y su padre. Estaba hermosa, su melena caoba en un recogido desenfadado, el precioso vestido blanco que marcaba esas curvas que le enloquecía, una corona de esmeraldas brillaba imponente sobre su cabeza y el delicado velo cubría su rostro. Hermosa. Suya.****
Ese hombre era despampanante, el traje le sentaba como un guante. En cuanto hicieron contacto visual el mundo dejó de existir, solo estaban ellos dos. Su padre entregó su mano.
—Hazla feliz hijo mío.
—Siempre señor.
Todos tomaron asiento y comenzó la ceremonia. Era el momento de los votos matrimoniales y fue Keyllan el que comenzó.
—Hoy, tenemos una prueba más de que el amor es posible incluso en las situaciones más inesperadas e inverosímiles. Lo que empezó como odio, lentamente se transformó en un amor arrasador y hoy estamos aquí, frente al altar, para sellar nuestro vínculo ante Dios y nuestros seres queridos. En este día especial, no puedo evitar recordar todas las veces que nos hemos retado y enfrentado con palabras duras y acciones que dejaron marcas profundas. Pero gracias a ese camino accidentado es como hemos logrado formarnos como una pareja fuerte e implacable. quiero reír contigo hasta el fin de mis días. Seré tu hombro siempre que necesites sentirte protegida. Y amada. Eres mi destino Elieanora
Elieanora estaba a punto de llorar por la emoción ante las palabras de Keyllan.
—Hoy, ante todos los presentes, hago solemnemente estos votos con la convicción de que el amor que nos une es más fuerte que cualquier cosa en este mundo. Quiero dar paso a un nuevo capítulo de nuestras vidas juntos imprimiendo en cada día nuestro amor y pasión por formar una vida compartida feliz para siempre. Te amo, Keyllan, ahora y por siempre.
Sellaron su promesa con un apasionado beso, todos los presentes estallaron en aplausos, ya eran marido y mujer, 9 años llenos de baches, ira y rencor se borraron para siempre.
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Un amor implacable - trilogía el poder del amor 1
RomanceLa vida de la princesa Elianora Santini siempre ha estado marcada por el peso de su deber real. Como miembro de la realeza, sabe que su vida no le pertenece y que debe actuar según las necesidades de su país, incluso si eso significa sacrificar sus...