Eran más de las 18:00, Marco llevaba desaparecido 17 horas y salvo el video inicial no hubo más contacto. La familia real estaba desesperada.
A las 19:30 un nuevo video fue recibido, esta vez fue enviado a Elijah. A Marco le estaban dando una brutal paliza, le mantenían atado sin posibilidad de defenderse. Al ver el gran charco de sangre que rodeaba el cuerpo inconsciente de su gemelo Elieanora tomó la decisión de que iría a por él costara lo que costara. Se encerró en su despacho y llamó a la hermandad.
—Necesito una jodida localización D, comprobad todas las salidas por aire, mar o carretera que tuvieran lugar después de la explosión.
—Alteza, he estado revisando los videos.
—¿Qué has averiguado Ami?
—Parece el mismo edificio en el que tuvieron cautiva a su madre, la reina.
—¿Estás seguro?
—Lo estoy, mi señora. -lo había comprobado 100 veces.
—Joder, ese tío esta loco- la voz de Ivar rompió el silencio.
—Esta información no saldrá de aquí, bajo ningún concepto se informará a nadie externo a la Hermandad. Localizad ese maldito edificio y mandadme la localización, nos encontraremos allí.
Por fin había una pista.
Había conseguido escabullirse sin levantar sospechas, dejando preparada su bolsa con las armas y la documentación en el maletero del coche que se llevaría. Sabía que lo correcto era informar a Keyllan y a los demás pero estaba segura de que le impedirían ir y acabarían en una discusión apoteósica. El teléfono volvió a sonar haciéndola dar un brinco, era Elvi, su cuñada.
—Ohhh Eli, mi pobre Marco, ¿ que le estarán haciendo? Ese hombre es un loco- sollozaba desconsolada.
—Tranquilízate Elvi, lo vamos a encontrar.
—¿No irás a hacer alguna locura? Eli prométeme que no iras en su busca tu sola.
—Vamos Elvi, no estoy tan loca-odiaba mentir.
—Tengo muchísimo miedo, Elijah está como loco buscando y haciendo llamadas en todas las esquinas del mundo.
—Aquí estamos igual, pero es el protocolo de actuación. Intenta descansar, busca un sitio tranquilo y duerme un poco.
—Eso haré, cuídate Eli, te quiero.
—Y yo a ti. - pobre su cuñada.
Keyllan y Elieanora estaban en su suite, habían decidido darse un respiro y tratar de descansar unas horas. Se dieron una ducha rápida, se pusieron ropa cómoda y práctica por si había que salir corriendo.
Todos los problemas parecieron borrarse con el primer beso que Keyllan le daba. A pesar de la situación su cuerpo seguía ardiendo, necesitándole. Dejaron que por unos instantes sus manos, sus cuerpos y sus deseos más profundos tomarán el control. Había sido un encuentro primitivo, rápido y muy apasionado, ambos desnudos y abrazados luchaban por recuperar el aliento. Elieanora grabó en su piel y en su corazón ese instante. Se quedó quieta, fingiendo estar dormida hasta que tuvo la certeza de que él estaba profundamente dormido, Eli beso sus labios tiernamente por última vez y se incorporó sin hacer ruido.
Dejó encima de su almohada un sobre con la documentación de la Naviera Ambrose que había pasado a ser Navieras Casandra, en honor a la madre de él, era su regalo, le entregaba lo que siempre debía haber sido suyo. Escribió una pequeña nota.
''Espero que me perdones por esto, pero debo hacerlo. Prometo regresar pronto. Te amo ''
Como una sombra se escapó del apartamento y se metió en el coche saliendo a gran velocidad. Amenadiel había localizado a Marco, le tenían en una antigua fortaleza abandonada a las afueras de París, a pocos km de Versalles. Eli les había prometido que les esperaría en un piso franco pero no había tiempo, ellos tardarían un par de horas más en llegar así que ella debía adelantarse.
No tardó en llegar a la capital francesa, tomó un coche y tomó rumbo a la fortaleza. Decidió dejar el coche a una distancia prudente y seguir a pie para comprobar el perímetro. Varios coches estaban aparcados en la entrada y algunas luces estaban encendidas en el interior. No se escuchaban voces ni ruidos. Siguió avanzando un poco más cuando un ruido a su espalda la hizo detenerse y darse la vuelta, no tuvo tiempo para reaccionar, un golpe seco en la cabeza la dejó sumida en la inconsciencia de inmediato.
Le habían tendido una trampa y había caído de lleno en ella.*****
Keyllan estaba furioso, se había escapado, Eli, su Eli se había escapado.
Había averiguado donde tenían a su gemelo y decidido ir sola a rescatarle.
¿acaso se había enloquecido?
—Sois sus guardaespaldas, ¿Como es posible que no vierais ni escucharais nada?
—Revisad las grabaciones de seguridad, AHORA. Debí quedarme vigilando su puerta.
—No te atormentes Sebastiano, no te lo habría permitido, planeo esto.
Keyllan había leído su nota y visto los papeles, Naviera Casandra, en eso había estado trabajando su princesita, en hacer su sueño de juventud realidad. En cuanto la localizara la llevaría a rastras delante de un altar y se darían el ''Sí quiero ''de una vez por todas.
—Keyllan, la tienen, la han secuestrado, acaban de mandarle un video a Charles.
—No, no, no, no puede ser Vitale, enséñamelo.
Ahí estaba su princesa, colgada de una viga, con la cabeza hacia delante, completamente desmayada. La voz burlona de Kane canturreaba de fondo ''tenemos a dos principitos ya solo queda uno, ohhh pobrecitos, morirán sufriendo como su mama y papi no podrá rescatarles'' acabo con una risa grotesca.
—Buscadla, deben andar cerca, no han pasado más de unas horas desde que se ha escapado. -no iba a perderla.
—Sí señor- contestaron al unísono
La hermandad debía estar al tanto, Keyllan estaba seguro de que Elieanora había actuado con el apoyo de ellos, decidió llamar a Amenadiel.
—Se la han llevado, ¿donde cojones esta Marco?
—¿De que estas hablando?
—Han secuestrado a Eli, ahora vas a decirme de una jodida vez donde la tienen.
—Estás en manos libres, maldita sea, iba a esperarnos en el piso franco, le dimos la localización, pero íbamos a entrar juntos.
—No sois para nada inteligentes, ¿cuándo en esta vida la princesa ha hecho lo que alguien le ha indicado? Ya os contesto yo...JAMÁS.
—Mierda, estaremos en un par de horas, está en Paris, yo descubrí que el lugar es el mismo donde asesinaron a la reina, es una vieja fortaleza, está al sur de Versalles, a unos 8 km. Te mando la localización.
—Nosotros salimos de inmediato, aterrizaremos a la par. Vamos a hacer esto juntos porque tengo la corazonada de que esto se va a complicar.
—Nos encontraremos allí y Keyllan jamás pondría su vida en peligro, ella es importante para todos nosotros, pero lo es más aún para mí, estoy vivo y cuerdo gracias a ella, me quitaría la vida antes de ponerla en peligro.
—Y yo arrasaría con cualquiera por ella Amenadiel.
Fue Esben el que interrumpió.
—¿Matarías a un inocente McCarthy? Has sido un hombre de principios, de valores muy bien arraigados, has sido un puto héroe para el mundo ¿te convertirías en verdugo?
—Debéis comprender una cosa, cuando se trata de Elieanora yo no soy ya un héroe, no soy el bueno, ella es mi prioridad por encima del maldito mundo, por encima de mis amigos, de mi gente. Lo reduciré todo a cenizas, sin compasión, sin miramientos, mi objetivo es encontrarla y volver a tenerla entre mis brazos. Os podéis ir todos a la mierda, ella es mi mundo y no la volveré a perder jamás- lo sentía tal y como lo había expresado.
—Lucharemos contigo y moriremos contigo. Estamos en contacto.
Fueron minutos los que tardaron en estar listos para ponerse en marcha hacia el aeropuerto, iban armados hasta los dientes, todos estaban vestidos con ropaje militar y llevaban chalecos antibalas, daban por sentado que sería una lucha a muerte. Subieron a bordo de un avión del ejército, cortesía de una de las bases militares que había cerca, mientras atravesaban el cielo les enviaron un video en directo de los hermanos. Marco gritaba y se zafaba intentando proteger a su hermana que seguía balanceándose sujeta por las muñecas de la viga de hierro , le habían arrancado la parte superior de la ropa dejándola en sujetador. Kane apareció detrás de ella riéndose como un maníaco, llevaba en la mano un látigo, alzó su brazo y empezó a azotar su espalda sin piedad, Marco daba patadas intentando de algún modo llegar a ella. Julius empezó a rodearla tarareando una canción infantil. Elieanora había intentado no gritar, no darle esa satisfacción, su rostro estaba humedecido por las lágrimas.
—¿Acaso no te duele princesita? Eres una zorra muy dura, voy a pasármelo muy bien contigo.
—Te voy a matar, suelta a mi hermana, voy a acabar contigo te lo juro- el grito feroz de Marco les dejo a todos sin palabras.
—No te haces una idea de lo dura que soy Kane y te juro por la memoria de mi madre que esta noche será tu última noche, aunque yo muera en el intento.
El bofetón impactó en el rostro de ella, partiéndole el labio y manchándola de sangre. Su verdugo siguió riendo y cantando, volviendo a azotar su espalda, sus piernas, sus pechos, cada parte de su cuerpo fue cortada, llenándola de marcas y moretones.
—Seguiremos con nuestro espectáculo dentro de un ratito, dejaremos reponer fuerzas a nuestros invitados. - Kane era un desequilibrado
—Cuando le coja le voy a romper cada uno de sus miserables huesos.
—Ponte a la cola Amenadiel.
—Lo siento, pero es mi mujer a quien están torturando y seré yo el que acabe con él.
Keyllan era incapaz de borrar de su mente el maltrecho cuerpo de su princesa, el dolor que debía sentir y Marco no tenía mejor aspecto, estaba hecho una masa amoratada y sanguinolenta. Tenían que darse prisa, Julius Kane iba a torturarlos hasta la muerte. El avión de la hermandad era militar, pertenecía a la casa real, iban a tomar tierra en una base aérea, les quedaban minutos para unir fuerzas.
Eran un pequeño ejército, hicieron las presentación oportunas, subieron a los blindados y el convoy se puso en marcha, estaban a punto de recuperar a sus chicos y llevarlos de vuelta a casa.
-Aguanta Eli voy a por ti- susurro al viento.
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Un amor implacable - trilogía el poder del amor 1
RomanceLa vida de la princesa Elianora Santini siempre ha estado marcada por el peso de su deber real. Como miembro de la realeza, sabe que su vida no le pertenece y que debe actuar según las necesidades de su país, incluso si eso significa sacrificar sus...