Joel Miller

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Juego: The Last of us

~•~

La vida sigue, Joel. No puedes seguir estancado en el pasado.

Las palabras de Tommy se repetían una y otra vez en la cabeza de su hermano, quien seguía insistiendo en que estaba bien tal y como estaba. No necesitaba una compañía, no necesitaba conocer a nadie.
O al menos eso creía hasta que cierta mujer se presentó en su vida.

—... ¿Te puedo ayudar en algo?—

—Me dijo Tommy que tenías problemas con el agua... Que no la tenías directamente.—la mujer sonrió divertida—. Vine a revisar eso ¿Puedo...—

—Claro, adelante.—

Joel dejó que aquella mujer entrara en su casa, aún incrédulo de que ella era el "plomero excelente" del que su hermano le habló.

—Por tu cara deduzco que te sorprende que sea mujer.—soltó la castaña mientras abría y cerraba las canillas de la cocina.

—No, eh... Lamento si te incomodé.—

—Esta bien, muchos pasan por lo mismo... ¿Tan irreal es ver a una chica meter la mano en tuberías y urgar basura?—comenzó a aflojar las llaves de la canilla—. Creo que es más agradable mi cara a el trasero al aire de un plomero panzón.—

Joel sonrió algo nervioso, pues aún no podía acomodarse a la situación.

—¿Por... Por qué será eso del trasero?—soltó en un arrebato de vergüenza.

—No lo sé, me gusta creer que enseñar la línea del culo es una materia cuatrimestral en la carrera de plomería.—el hombre sonrió.

—Debe ser complicada.—

—Seh, todo un dolor de trasero.—ambos rieron por lo bajo.

—oye... ¿Quieres un café mientras revisas eso?—

~•~

Después de ese encuentro, Joel y la mujer solían saludarse cada vez que se cruzaban en el pueblo. No intercambiaban más de unas pocas palabras en cada ocasión, pero poco a poco se fueron tornando en conversaciones mas fluidas.
A veces Joel ni siquiera tenia necesidad de ir al pueblo por provisiones o trabajo, pero aún así buscaba alguna excusa para acercarse a la tintorería donde la mujer trabajaba cuando no reparaba cañerías.

—Me dijo María que pasaste por la tintorería hoy.—

—Si, eh... Tenía que llevar mi chaqueta.—

—¿La que lavaste hace dos días?—

Tommy miraba a su hermano con una sonrisita en la cara. Lo había atrapado.

—¿Qué quieres? ¿Molestarme?—

—Te dije que te agradaría, es una buena mujer. Asi que no la espantes con tu personalidad tosca y depresiva ¿Si?—el rubio palmeó el hombro de su hermano antes de encaminarse a la puerta—. Y busca otra excusa para acercarte, lavar tu chaqueta cada dos días no es creíble. Nos vemos, hermanito.—

Joel suspiró y se tumbó en el sofá, sintiéndose un tonto. Si Tommy se había dado cuenta de lo que pasaba con ____, ella de seguro también lo hacía.

Diablos...

~•~

—¿Tu chaqueta se manchó extrañamente con café otra vez?—

Aquella mujer que tan cómodo lo hacía sentir lo recibió con una sonrisa.

—No, eh... Hoy no vine con excusas.—Joel se paró frente a ____, quien amarraba pilas de ropa y les ponía cartelitos según sus dueños.

~One shots - Videojuegos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora