Juego: Call of Duty, Modern Warfare 2.
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Cuando el vaquero vio aquella motocicleta en el estacionamiento de la base, sintió un nudo en el estómago.
—Parece que tu novia está aquí.—Lopez pasó a su lado—. Oh, cierto. Ya no lo es.—
Alejandro ignoró las carcajadas de su compañero, limitándose a caminar.
Con algo de suerte, apenas y nos cruzamos.
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—Trabajarán juntos.—
—Me niego. Iré sola.—
A pesar de que se imaginaba una negativa, a Alejandro le dolió aquello.
—¿irás sola en una misión suicida?—respondió sin voltear a mirarla.
—Evidentemente.—
—Escúchenme bien ustedes dos, par de idiotas.—el capitán apoyó ambas manos en el escritorio, mirándolos cansado—. Me importan una mierda sus problemas amorosos, quiero sus malditos traseros en ese vehículo en 30 minutos. O se quedarán fuera de la operación... No necesito estorbos aquí.—
—Si, señor...—
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—...—
—...—
—... ¿Hay algo que se pueda hacer para que esto no sea tan incómodo?—Soap suspiró.
—Sí, cerrar la boca.—Ghost apenas se molestó en mirarlo.
—¿Puedo saber porqué se odian?—
—Johnny...—
A pesar de que Ghost quiso darle un golpe a su amigo, ____ lo miró por el espejo retrovisor.
—Canceló nuestra boda dos días antes de casarnos.—la mujer se llevó una paleta (chupetín we) a la boca—. Y por si eso no fuese lo suficientemente mierda de su parte, desapareció por meses.—
—¿De verdad? Que asqueroso, tienes toda la razón.—Soap miró ofendido al conductor—. ¿Con qué razón hizo eso, señor?—
—No te incumbe.—
____ rodó los ojos antes de dedicarse a observar por la ventana.
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Cuando el cuarteto de soldados llegó al dichoso barrio, se separaron. Ghost y Soap irían por un lado, Ale y ____ por otro.
—Si vamos por la calle paralela, llegaremos rápido y con más seguridad.—Alejandro deslizó el dedo por el mapa—. Cuando estemos en el taller del que nos habló el jefe, podrás entrar al sistema... ¿Me estás escuchando?—
—Calle paralela, taller, hackeo.—____ se colgó aquella mochila al hombro y bajó del auto, casi azotando la puerta.
Ale suspiró lentamente, intentando mantener la compostura.
Alcanzó a la mujer, caminando a su lado. Tuvo que mantenerle el ritmo, pues caminaba rápido.—¿Podrías intentar tener una mejor actitud? Estaremos dos días aquí y tu mal humor no-
—¿Mi mal humor qué?—____ le cortó el paso, haciendo que se detuviera—. ¿Me arruinaste la vida y no tengo derecho de estar enojada?—lo tomó del chaleco, acercando su rostro molesto al ajeno—. Lo último que quiero es escuchar tu puta voz y ver tu puta cara... Pero la misión es algo más grande. Así que si no quieres que te parta una laptop en la cara, cerrá el orto y caminá derecho.—
Lo soltó de bruces, siguiendo el camino.
Alejandro miró como la mujer se adelantaba, pateando cuanta piedra o basura se le cruzara en su camino.Mejor mantengo la distancia, o lo próximo que patee puede ser mi cabeza...
La verdad era que Alejandro hizo lo que hizo por seguridad de la mujer.
Meses atrás, cuando estaba comprometido con la argentina, un antiguo grupo terrorista donde se había infiltrado reapareció en el mapa. Lo estaban buscando. No eran los típicos traficantes o matones, eran pesados en serio y él no podía permitir que supieran de su relación con la mujer o irían tras ella. No se lo perdonaría.
Tal vez desaparecer sin dar explicaciones no era muy práctico, pero sabía que si ____ sabía, no lo dejaría solo.Prefería ser odiado por ella a ponerla en peligro. Es por eso que no se molestaba en dar mayores explicaciones.
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Tal y como era costumbre de la mujer, llegarían al taller y ella automáticamente buscaría un rinconcito cómodo. Se sentó en el suelo de una esquina, usando una caja de herramientas como mesita.
Sacó de su mochila dos botellas de agua y unos sandwiches, acomodándolos a un costado.—... ¿Salame y queso?—la mujer asintió, y a pesar de no decirle nada, Alejandro supo que uno era para él.
Los siguientes minutos se dedicaron a comer en silencio. ____ tecleaba cosas que Alejandro no llegaba a entender mientras comía algo distraída.
—Necesito que conectes esto en la antena de aquí enfrente.—la mujer rebuscó en su mochila, alcanzándole un pequeño aparatito—. Arriba, cuanto más alto mejor.—
—Hecho, vuelvo en 5.—
—que sea en 3... Ten cuidado.—
A pesar de que ella no lo estaba mirando, Ale sonrió.
Se preocupaba por él, así que no lo odiaba tanto.
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—Mientras evitaba caer al vacío, vi que en la otra manzana tienen un puesto de tacos.—Ale entró al taller, algo agitado por la escalada a la enorme antena—. ¿Te parece si vamos a probar unos más-
—No hagas esto.—____ no se molestó en mirarlo—. No confundas las cosas, no quiero tener nada que ver contigo.—
—Pero solo es comer un taco, no es una cita... ¿Pensaste que lo era?—
La mujer finalmente lo miró por encima de la pantalla, su semblante no era muy alegre.
—... Estoy saliendo con otra persona, Alejandro.—
Voy a hacer que todas mis rayitas sean argentinas? Efectivamente
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~One shots - Videojuegos
Fanfictionshots variados sobre diferentes personajes de videojuegos