Octane

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Juego: Apex Legends

~•~

Ven al hospital el sábado, debemos revisar tus piernas.

Octavio suspiró frustrado mientras esperaba en la pequeña sala del lugar.
Su pierna se movía rápidamente al ritmo de un tic nervioso, llevaba apenas 5 minutos ahí pero para el acróbata aquello era una eternidad.

—Che, si no sales en 20 segundos me largo de aquí...—murmuró mientras jugaba con sus manos.

—¿Octavio?—el chico levantó la mirada, encontrándose con una chica en uniforme de enfermera—. Ajay me envió por ti, está algo atrasada y sabe que no te gusta esperar.—le sonrió—. Soy ____, yo te atenderé.—

—¿tú... revisarás mis piernas?—

A pesar de que nunca le había importado demasiado su situación, la idea de que una persona que no fuese Che revisara sus prótesis le incomodaba, y mucho más si se trataba de una chica tan bonita.

—Si no quieres esperar 50 minutos a Ajay, sí.—le sonrió—. No te preocupes, estarás en buenas manos... bueno "mano".—

____ sacó su mano del bolsillo, dejando ver que se trataba de una prótesis robótica.

—Oh, ya veo.—

—Somos del bando metálico, el más cool.—le hizo un gesto para que lo acompañara.

—¿puedo... saber qué te pasó a ti?—

—¿mi mano? La perdí por hacerme la heroína.—rió apenada—. Encontré un zorro atrapado en una trampa para osos... Y por no tener cuidado, PIM PAM PUM, fuera mano.—

—Oh...—

—¡pero el zorro esta bien!—

El chico miraba sorprendido a la enfermera, quien le indicó que se sentara en una camilla.

—¿qué... vas a hacer exactamente?—

—¿podrías quitarte la máscara?—Octane obedeció

—¿para qué... necesitas que me la quite?—

—Quería ver tu rostro.—sonrió divertida—. Lo siento.—

—... ¿qué?—

—Pensé que usabas máscara por tener la cara derretida o algo así... pero eres bastante guapo.—

A pesar de decir eso en tono divertido, el cuerpo de Octavio se tensó por completo y permanecería así el resto de la revisión.

—¿Tuviste algún dolor o molestia? ¿las prótesis se aflojan solas?—la chica comenzó a examinarlo.

—Nop, cero problemas.—

—¿sabes? Tienes que limpiar esto.—____ quitó un pedacito de lodo seco de los resortes—. No seas tan descuidado, podrían trabarse y funcionar mal.—

Octane se dio un golpe mental.
No podía creer que una chica le esté revisando las piernas y tengan lodo... por donde se lo mire, era demasiado raro.

—¿las aceitas con frecuencia?—

—Sí, pero no he encontrado una buena aceite.—

—Te recomiendo una natural, Herboil es muy buena. Sirve para mis dedos.—la chica tamborileó su mano en el aire.

—Tu mano se ve mucho mejor de cerca... está más detallada que mis piernas.—

—¿verdad?—la chica extendió la mano hacia Octane, quien la tomó con curiosidad—. Mi padre la hizo para mí, tiene más de 30 puntos articulados.—entrelazó sus dedos con los del chico.

—Ya veo...—Octavio apartó la mano nervioso.

—Bueno...—____ tomó una llave inglesa del escritorio—. Esto puede molestar un poco.—le quitó las prótesis, comenzando examinar sus heridas.

¿Esto tiene que ser tan vergonzoso? ¿o yo me lo estoy tomando muy en serio?

Pensó el acróbata apartando la mirada, intentando enfocarla en cualquier otra cosa de la sala.

—Esto está cicatrizando muy bien, me alegra saber que limpias las heridas mejor que las prótesis.—le sonrió divertida—. Bueno, tu recuperación está casi terminada. Te daré unos antibióticos y listo, ya no tendrás que venir más.—Octane la miró asustado.

—¿no volveré a verte?—preguntó en un arrebato de valentía, las mejillas de la chica se encendieron.

—B-bueno, Ajay me dijo que odias venir a los controles... pensé que estarías más feliz.—

—Odio los controles, sí. Pero tú eres divertida... Y somos del bando metálico, ya sabes...—rascó su nuca apenado—. Me gustaría volver a verte.—

—¡ni de broma!—la estridente voz de Ajay llamó la atención de ambos—. Aléjate de mi aprendiz, loco.—

—Oh, vamos, Che~

—Nada, te vas de aquí.—

—¿pues cómo? ____ me quitó las piernas.—la morena soltó una pequeña rabieta.

—Pues póntelas y vete antes de que te saque a patadas.—se retiró del cuarto—. ¡____, ven aquí!—gritó desde el pasillo.

Octane suspiró frustrado antes de comenzar a ponerse sus prótesis, llevándose un buen susto cuando sintió los suaves labios de la chica posarse en su mejilla.

—Vayamos al derby de demolición mañana, será la final local. Compremos unos helados, algo de pizza... ¡será divertido!—le sonrió apenada antes de dejarlo solo.

¿pizza, helado, derby?

Creo que la amo, amigo...

Creo que la amo, amigo

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