Chris Redfield (2/3)

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—Saldrá a las 5 de la escuela, entonces iremos por ella.—

Chris notó como la mujer mantenía aquel peluche entre sus manos, se la veía nerviosa.

—¿Crees que le gustará?—

—Ama los animales, le gustará el muñeco.—

—Eso espero...—

—Escuche, doctora... Sé que tenemos una especie de pacto de confianza ahora pero... De verdad me sentiría más tranquilo si me cuentas más sobre tu relación con Las Conexiones.—

La mujer, quien había estado tomando pausadamente su té, lo miró.

—Trabajaba para ellos, pero me salí al enterarme que experimentaban con niños.—

—... ¿Cómo es que no supimos nada de ti hasta ahora?—

La mujer cortó una porción de pastel, comiendo a gusto.

—No es como que me esté ocultando ni nada, es solo que ustedes son un asco investigando.—

Chris la miró en silencio, notando la felicidad que le estaba dando aquel postre que estaba devorando a gusto.

—¿Ethan nunca se comunicó contigo?—

—Una carta... Una sola carta me envió.—La mujer suspiró, para luego terminar su té de un sorbo—. ¿Es suficiente? Ya no quiero hablar de esto...—

—De momento está bien... ¿Quieres otro?—

A pesar de que Chris le dijo aquello por simple inercia al ver que se lo había terminado, la mujer le sonrió. Y por primera vez, le pareció 100% genuina. Y le gustó. Bastante.

—Bien... Pero yo invito otras galletitas.—

—Debo mantener mi figura.—____ rió bajito.

—Vamos, si sigo comiendo sola voy a parecer una Coli.—

—... ¿Una qué?—

—Una Escherichia Coli, la bacteria que come azúcar... Chiste científico, no lo entenderias.—hizo un vago gesto con la mano, Chris sonrió.

~•~

Cuando Rose conoció a su tía, una alegría inmensa le llegó. Tenía con quién hablar, con quién consultar sus temores y dudas sobre sus poderes. Y eso le encantaba.
Sin mencionar que la malcriaba.

—No puede ir, tiene clases.—

Chris miraba serio a la mujer, quien seguía con la mirada en la computadora.

—Es un día especial, el zoológico abrirá de noche y la llevaré... Quieras o no.—lo miró por encima de la laptop—. Y tú también, así que ve a alistar tus cosas.—

—¿Disculpa?—

—Ya pagué las entradas, no fueron nada baratas.—

—Eres millonaria, no seas tacaña.—

—Que no me falte dinero no significa que me guste despilfarrarlo...—Chris suspiró.

—¿A qué hora?—

—Empieza a las 5, hasta las 12. Tenemos que llevar bolsas de dormir y esas cosas.—

—¿¡De la noche!? No puedo perder todo un día asi.—la mujer cerró la laptop.

—Ya veo... Rose y yo no somos tan importantes como tus bichos amorfos de Umbrella.—

—Por dios.—

—No te preocupes... Le pediré a Carlos que venga conmigo. Está en la ciudad ¿No?—lo miró de reojo.

—¿Por qué no llevas a Mia?—

—Si la llevo, es para tirársela a los tiburones... Mejor Carlos.—

—... Vamos. Pero no dormiré en una maldita bolsa de dormir.—

—Tarde. Ya compré tres.—le lanzó un bolsito—. Te tocó el oso.—

—Mira las cosas que me haces hacer... a veces pienso que te di demasiada confianza.—

La mujer sonrió, y el intento de molestia que Chris estaba intentando mantener desapareció.
Esa sonrisa tenía algo...

—¿Vamos en mi camioneta? Pasaremos por Mcdonald's, estamos juntando las princesas con Rose.—salió de la oficina.

Chris miró el bolsito que la mujer le tiró, no pudo evitar sonreír.

Se sentía bien... Tener una familia.

~•~

Cuando el militar fue en busca de la mujer, se extrañó al no verla en su oficina. Sabía que si no estaba ahí, estaría en el laboratorio.

—Crei que empezaba a las 5 lo del zoo ¿No deberías estar alistándote?—

—Si, pero... Luego recordé el insomnio de Rose y mierda... Debo hacer algo para que pueda descansar.—

—¿Quieres que vaya y se duerma?—

—La atracción de llama durmiendo con peces... Suena a frase mafiosa... Como sea. Los niños dormirán con los ruidos de ballenas, en el acuario... ¿Quieres que Rose sea la única despierta? Yo no pienso dormirme, pero ella estará con los otros niños y... Quiero que se sienta normal.—lo miró—. Porque lo es, Chris. Y quiero que ella lo entienda.—

El hombre sonrió. ____ de verdad se estaba esforzando.

—En ese caso... ¿Quieres que vaya por ella así tienes un poco más de tiempo?—____ sonrió.

—Te lo agradecería, si.—

~•~

Cuando Chris fue por Rose y volvió, la mujer ya tenía lista una botellita de "agua" y la dichosa crema de manos.

—Hola, pequeña.—se sentó en el asiento trasero con ella.

—Hola, tía ¿Tienes las bolsas de dormir?—

—Sip, monitos para ti y lobito para mi.—____ miró a Chris—. Dile de qué es la tuya, señor.—

—... De osos.—rose rió.

—¡Ositos!—

Mientras la mujer cubría las manos de la niña con la crema especial, Chris comenzó a andar.

—¿Qué tal? Le puse aroma a vainilla esta vez.—

Rose miraba con cierta fascinación a su tía, y luego sus manos, donde aquel material blanco comenzaba a desaparecer.

—Gracias, ____...—la mujer sonrió.

—Las Rose debemos cuidarnos entre nosotras.—besó su mejilla—. Ahora vamos por esa cajita feliz.—

Chris miraba por el espejo retrovisor como la niña le contaba a la mujer cosas variadas de su día. ____ escuchaba atentamente todo, por si algún detalle le llamaba la atención. Alguna molestia, alguna necesidad. Sonrió.

Es maravillosa, Ethan... No entiendo cómo pudiste mantenerla oculta tanto tiempo...

~One shots - Videojuegos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora