Capítulo 3

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TONY

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TONY

No tengo idea de lo que estoy leyendo y no se trata de un libro que me produzca emoción por descubrir lo incierto; no, se trata de los informes de los alumnos que tendré a mi cargo y no entender nada me asusta como la mierda. ¿Por qué no tienen anuarios como cualquier otro colegio donde pueda buscarlos y hacerme una idea de cómo son? Sus nombres me indican poco, ni siquiera tengo sus calificaciones para saber con quiénes tengo que concentrarme más, a quién le costará más mi asignatura y a quiénes busco inspirar. La escuela tiene una norma de no discriminación y me encanta, hacen que todos se sientan incluidos y valoran a los profesores que puedan compartir sus ideales. Es genial, solo que en este momento no me ayuda mucho la falta de información.

Sé que tengo que pedir ayudar y también sé a quién tengo que pedírsela. Gloria y David han sido un gran apoyo esta semana, pero comienzan a preguntarse por qué Grace y yo nos esquivamos como si tuviéramos la peste. Cuando estamos con ellos, trabajamos en equipo; sin embargo, en tanto se van, no cruzamos ni una palabra. A mi parecer es una gran idiotez porque he tenido sexo con un montón de personas que luego seguí cruzándome a diario y nada cambió, pero ella parece opinar distinto y respeto su espacio.

O lo hacía hasta ahora.

Golpeo con mis nudillos el marco de la puerta de su despacho y eleva su mirada de la pila de libros que está clasificando para posarla en mí.

—Buenos días, señorita Stuart.

—Buenos días, profesor Rossi.

—¿Crees que puedas ayudarme en algo?

—Depende.

—¿De qué depende?

—De lo que necesites, claro.

Acomoda sus anteojos que se han deslizado por el puente de su nariz y sus ojos mieles me resultan imposibles de leer. Hoy viste una falda negra con flores blancas y un cárdigan color arena, es la clase de ropa que alguien espera encontrar en una bibliotecaria joven.

—Estoy teniendo problemas para comprender los informes de mis alumnos, creí que podrías darme una mano. Tú los conoces más que yo y debes haber leído estos informes cientos de veces más.

De un encuentro y otros cuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora