TONY
No sé cómo enfrentar las charlas incómodas, al menos, no cuando se tratan de mi padre. Él y yo siempre hemos tenido una buena relación, incluso cuando mi madre nos abandonó o cuando tuve mi etapa rebelde. Siempre hemos sido nosotros dos contra el mundo, quizás porque nos llamamos iguales o tal vez porque algo conectó entre nosotros cuando nací y se ha mantenido desde entonces. Sin embargo, las charlas incómodas no son lo nuestro.
¿La charla sobre sexo? Me la dio la madre de Noah. Mi padre no podía comenzar a hilar dos oraciones sin ponerse rojo y sudar como un cerdo, por lo que aprovechó que nuestra muy querida vecina era profesora de biología y me mandó a la casa de al lado para sacarse el peso de encima.
¿Hablar de mi madre? Siempre ha sido un rotundo no, pero de mi parte. Cada vez que él quería decir algo, yo sacaba alguna anécdota estúpida y lo interrumpía para ahorrarnos la incomodidad y, sobre todo, el dolor.
¿Decirme que mi nonno había fallecido? Obligó a mi pobre nonna a que me lo dijera por teléfono porque él tenía miedo de cómo podía tomarlo yo. A decir verdad, no lo culpo por eso, después de todo había fallecido su papá.
A pesar de todo, siempre conseguimos que nuestra relación fluyera y no tuvimos que afrontar charlas incómodas para seguir unidos. Pero la charla de esta noche, la que incluye un embarazado y mi esperma, no puedo evitarla y no puedo llamar a la mamá de Noah o a mi nonna para que me ayuden. Tampoco puedo pedirle a Grace que venga conmigo a la cena, no porque tema la reacción de mi padre, sino porque nos espera otra conversación incómoda después de la primera y se trata de mi madre. No quiero que ella escuche, no quiero que sepa sobre esa parte de mi vida que me ha hecho tanto daño y he decidido borrar por completo, así como ella lo hizo ese día que decidió que mi padre y yo éramos demasiada responsabilidad.
Mientras observo a Grace prepararse para su propia charla incómoda, no puedo evitar pensar qué habrá sentido mi madre cuando se enteró que estaba embarazada de mí. ¿Felicidad o desde entonces ya se sintió atrapada?
—Lo positivo es que estaremos en restaurantes cercanos —dice Grace, mientras termina de arreglar su cabello en el baño de su casa—. Si algo sale mal, nos tendremos el uno para el otro.
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De un encuentro y otros cuentos
RomanceTony nunca ha dudado de quién es y de su lugar en el mundo. Le encanta ser profesor, las letras lo inspiran, el fútbol profesional no es para él y nunca jamás cometerá la idiotez de enamorarse. Grace no tiene idea de qué está haciendo. Sus relacion...