37. Corazones Mal Heridos

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Con Dalia & Diana

Dalia llegaba agotada del bar, como de costumbre llegaba de madrugada y subió las escaleras del vecindario que llegaban a su casa, pudo percatarse de que todavía había luz en la casa de Toni lo cual la extrañó debida a la hora, se acercó levemente y tocó la puerta, Diana la abrió.

Dalia: ¿Qué haces de madrugada todavía en pie?

Diana: ¡No lo sé! Estaba durmiendo y de pronto escuche un centenar de ruidos en la habitación de Toni, no sé qué demonios está haciendo, he tocado la puerta hasta el cansancio y no hay manera, no contesta.

Dalia: ¿Y ahora que le pasará?-se acercó a la puerta de su habitación-Antoinette! ¿Qué haces?-de pronto abrió la puerta y la vieron con una pequeña mochila.

Diana: ¿A donde te vas!?

Toni: voy a buscar a Cheryl-Dalia suspiró colapsada-necesito aclarar esto con Ella, soy incapaz de vivir con esta situación.

Dalia: ¿Te das cuenta ahora!? Podías haberlo evitado si no le hubiese dicho todas las estupideces que le dijiste-Diana las miraba de forma alterna mientras admiraba la culpa en el rostro de su hija.

Toni: lo sé fui una tonta-miró a su madre-perdón mamá, volveré mañana,si? Necesito arreglar las cosas con Ella, fue mi culpa, yo me pasé de la raya

Dalia: vaya si se pasó.

Diana: yo me voy contigo, no dejaré que vayas sola.

Toni: no, no, no, de ningún modo, yo fui quien causó el problema soy yo quien tiene que solucionarlo-le dio un beso.

Diana: Llámame por favor y tenme al pendiente de cualquier cosa-su hija afirmo.

Dalia: anda ven aquí-la abrazó-suerte, la vas a necesitar.

Con Toni

Toni salió corriendo de su casa, tenía que llegar a
Desde La ciudad De Nueva York hasta Los Hamptons ósea los suburbios, y hablar con Cheryl para solventar el daño que le había hecho, ¿Cómo no se había dado cuenta?

Había vivido obsesionada por las palabras que no se había percatado que en cada acto de Cheryl había un poco de su amor por ella... la forma en la que la hacía suya era la más latente prueba de amor entre las dos, aquellas miradas que le brindaba mientras la creía dormida, la sonrisa picaresca cada vez que estaban cerca, todo lo que había en Cheryl era amor por ella y por las intrigas de una bruja se había dejado embaucar.

Cogió un billete de autobús para Los Hamptons, con suerte antes de las once estaría allí, miró su reloj, tendría el tiempo suficiente para pensar con claridad todo lo que tenía que decirle a Cheryl y todo por lo que se tenía que disculpar, ya en el autobús meneaba la pierna de forma incansable nerviosa por la situación, no le llegaba la hora de llegar y ver a Cheryl...

Con Betty & Veronica

Desde la muerte de Noemí, Veronica había cogido varias rutinas para evitar pasar el mayor tiempo posible en casa, esa misma mañana había salido a correr tras haber realizado un par de llamadas sobre el caso de Betty, para la próxima semana esperaba la visita de Gabriel Montoya uno de los especialistas que revisarían el caso de su secretaria y también Kathleen Ballesteros, ex compañera de la universidad vería el mismo caso, ambas eran de las mejores traumatólogos de Nueva York.

Corría por las calles de Nueva York pensando en que el caso de Irina tenía todo lo esencial para salir bien al 100%, se alegraba de poder hacer algo bueno por Betty en compensación de todo el apoyo y de la gran amistad que ella le brindaba... esa niña se merecía lo mejor de Ella, era alegre, simpática, bondadosa, desinteresada... fue quien en sus más oscuros días puso claridad a su vida, quien en el peor de los momentos supo sacarle una sonrisa.

Adorable TormentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora