42. Consecuencias

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Betty Llegaba a casa abatida tras aquella enérgica discusión con Veronica, había salido de la consulta sin que Ella l se lo impidiera de algún modo y aquello le dolía, ilusa de sí misma aún creyó que confesándole la verdad tal vez en Veronica se despertase algo hacia ella, pero no, al menos por fin abrió los ojos y se dio cuenta de que allí ya no pintaba nada, ni en la consulta, ni mucho menos en la vida de Veronica

Entró en el vecindario todavía con la bata puesta, ni siquiera se había percatado que se había ido sin su ropa, completamente deshecha entró en el patio, sollozó varias veces hasta encontrarse a Toni en la misma situación sentada en las escalerillas, esta levantó la cabeza para admirarla y secó sus lágrimas cambiando su rostro de tristeza por el de preocupación en cuanto la vio aparecer con aquellas fachas.

Toni: Betty! ¿Que te pasó!?-se levantó al ver el estado de nervios en el que llegaba.

Betty: escuché a Veronica hablar de mi, Toni-rompió en llanto y las dos se sentaron nuevamente en las escaleras-le
dijo a una de las doctoras que yo no era más que una amiga a la que operaba para devolverme un favor, ¿te lo puedes creer? ¡Devolverme un favor!!- Toni la abrazó moviendo la cabeza.

Toni: ¿Pero qué demonios le pasa!? ¿Cómo dice esas cosas?

Betty: me enfadé muchísimo y no lo pude evitar, le dije todo lo que sentía y ¿sabes que me dijo? Que me había equivocado con Ella, que solo quiso ser buena conmigo-se abrazó fuertemente a su amiga-tenías razón Toni, debí creerte.

Toni: no pasa nada cielo, tranquila, lo bueno es que ya te has dado cuenta.

Betty: También he renunciado, no puedo seguir en aquella clínica después de esto, es entendible ¿verdad?

Toni: claro que sí, hiciste bien, lo mejor que podemos para olvidarlas es cortar de raíz con todo lo que tenga que ver con Cheryl & con Veronica... por mucho que nos duela, la realidad es esa.

Betty: ¿y qué vamos hacer ahora?

Toni: no lo sé amiga, tengo ganas hasta de irme del país-sollozó-en cuanto vea una oportunidad te juro que me largo de aquí.

Betty: llévame contigo Toni, por favor...

Toni: siempre te llevaré conmigo amiga-ambas se abrazaron mientras acallaron sus llantos producidos por el desamor.

Con Cheryl

Cheryl entraba dos horas tarde al trabajo, lo hacía con el rostro ojeroso y cansado, su ropa no era tan impecable como siempre y su pelo estaba ligeramente despeinado, aquella noche había sido la peor de su existencia desde la muerte de sus padres, jamás creyó verse de nuevo en aquella situación y menos por una mujer, pero así era, la despedida con Toni significó, para Ella, el fin de algo que la tenía fervientemente enganchada y que decir, también enamorada. Entró en la sala de juntas bajo la mirada de Beatriz y Patricia a las que había citado de urgencia allí, ambas se fijaron en su rostro y en su mala pinta, lo que venía a continuación podía ser malo para ambas.

Beatriz: Cheryl Hija ¿estás bien?-se posicionó delante de ellas sacando dos folders de su Bolso, la vio reír irónicamente con los ojos enrojecidos.

Cheryl: que irónica suena tu preocupación, lo de Hija te quedó hasta creíble.

Beatriz: eso significas para mí.

Cheryl: ¿de verdad? Qué bueno saberlo porque si significando eso para ti me haces las bajezas que me hiciste en Los Hamptons que me hubiese ocurrido si no fuera una hija para ti.

Patricia: no ataques a mi madre, no tiene la culpa de lo que pasó entre nosotras y menos que lo viese la estúpida esa Cheryl cerró los ojos con paciencia, aquello debía hacerlo en frío y no dejándose llevar por los impulsos, debía ser La Loba de los negocios que su padre la enseñó a ser.

Adorable TormentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora