Capitulo 10 - Bipolar

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Me pase toda la tarde en la habitación haciendo las tareas que me habían dejado del instituto, realmente eran muchas, adelante también el trabajo de Biología para llevarle a Martina y Gabriel lo último de mi parte, así se hicieron las cuatro de la tarde. 

Martha me había traído el almuerzo, ya que no quiso molestarme mucho para que culminará todo, una vez termine de hacer los deberes, guarde mis útiles, me bañe y cambie.

Me sentía con el corazón feliz, los días en está casa han sido los mejores en todos los años que llevo de vida, estoy sin preocupaciones por golpes o regaños, por sentirme inservible en un lugar donde no me querían. Aunque todavía no tengo mucha confianza con la señora Fatima, con Zulema o Martha se que no me harán daño y estoy ganado demasiado con eso.

Bajo hasta la cocina con el plato y el vaso sucio del almuerzo para lavarlos, una vez terminó con mi labor, me encuentro con la abuela de León en el jardín por lo que llego a su lado y me siento junto a ella. 

Tiene una especie de tiempo de paz en las tardes aquí sentada, en estos días me pide acompañarla, al menos en silencio mientras lee un libro.

— ¿No has notado algo? — pregunta luego de unos minutos, la miro y niego, ella me da una media sonrisa y señala más allá, viendo a un León jugando golf, acompañado de dos hombres más.

Un castaño, alto delgado con una incipiente barba, muy atractivo más o menos de la misma edad de mi profesor, también había un chico de más o menos de mi edad parecido al hombre que lo acompañaba.

León estaba de espalda, tenía unos jeans blancos, una camisa azul tipo polo, unos zapatos tipo tenis del mismo color y llevaba guantes blancos, se veía demasiado imponente, sus enormes brazos sobresalían y su trasero que hasta el momento no había determinado bien con su pantalón ajustado era una cosa de locos. 

Al parecer sintió que lo estaban mirando, ya que volteó a nuestra dirección, miro a su abuela a la cual saludo desde lejos gesto que ella le devolvió, me miró a mí pero quitó su vista enseguida, como si no quisiera verme.

No supe porqué pero un pinchazo silencioso paso por todo mi cuerpo, él no reparo en mí, lo que me hizo sentir insignificante luego de que nos besamos.

Baje la vista y mire mis manos, no se que está surgiendo entre él y yo, su beso fue lo mejor que he sentido en mi vida, toque las estrellas y me estoy ilusionando, me da miedo enamorarme de él y que no sienta lo mismo.

— Señora Fatima, que gusto verla — escuche una voz joven, alcé la vista, el castaño, de tez blanca, con algunas pecas en su nariz, ojos claros, un poco más alto que yo, llego hasta nosotras. 

Saludo a la señora Fatima con un beso en la mejilla y se sentó con nosotras, era un chico muy guapo.

— Muchacho, no te veo mucho por acá desde que tus padres se separaron, ¿como estas? — le preguntó, él arrugó su nariz, tal vez la pregunta lo incomodó.

— Bueno, vivo con mi madre que no deja que me acerque mucho por acá por todo lo que pasó, dice que Leon es un alcahueta que sabia de la amante de papá, no sabe que estoy acá. — comentó sonriente y me miro  — ¿y no me piensas presentar,? estoy viendo algo que a los ojos, mejora la mañana.

— Que cosas dices — negó la señora Fatima en burla — Ella es Dasha, una alumna de León esta viviendo con nosotros y no hagas preguntas que no te las vamos a responder, solo limítate a saber que vive aquí — esto último lo dijo seria.

— Tranquila vieja — dijo burlón y la señora Fatima lo golpeó con el bastón en una pierna por lo que se quejo — Que agresividad — dijo en carcajada y yo solo estaba expectante, me volvió a mirar y me extendió la mano, yo se la tomé para no ser mal educada, me sentía incómoda pues me veía de forma rara — Mucho gusto soy Fabian Gusati, soy signo tauro, tengo diecisiete, ya me graduó este año del instituto y seré un gran abogado. — de manera rápida se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla por lo que me sonrojó su arrebato.

Te Quiero, ChiquillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora