Capitulo 17 - Explorando tu piel

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Narra León

Leí en alguna vez una frase que decia "Sólo los placeres prohibidos son amados inmoderadamente; cuando son legales, no excitan el deseo" (Quintiliano)

Y es que lo que me provoca Dasha es una pasión ilegal, algo prohibido que me llama y me prende, no de manera pasional, la chiquilla me provoca vehemencia ante ella, la adoro, la admiro, la quiero para mí.

Estoy loco, su inocencia me abruma, me acobarda el solo pensar lastimarla, verla con los ojos con los que la veo hoy me da aprensión, ninguna mujer me provoca lo que mi mente, mi cuerpo y mi corazón me piden con la pelinegra.

Le he pedido una sola cosa en estos momentos porque la necesito, verla en ropa interior ha movido algo en mis fibras que con más nadie había sentido, Dasha se convirtió en mi necesidad, traté de no mirar más allá, de no tocar, un tema que está muy mal, para mí, para ella, para la sociedad.

No quiero señalamientos, me he caracterizado por ser alguien correcto y de principios, jamás haré algo que ella no desee, por lo mismo estoy aquí sin mover un solo centímetro de mi cuerpo, con mi mirada puesta en sus ojos, haré lo que ella me pida y respetaré su decisión.

— ¿D-Desnuda? — me dice mostrando sorpresa ante lo que he dicho, yo sonrio para darle seguridad de que no haré nada sin que ella no quiera y afirmando su pregunta. Suspiro.

— Ve chiquilla, en el baño hay toallas para que te saques el agua de mar — le digo, levantandome y levantándose ella también para quedar de pie y yo camino hasta la cama para no pensar más allá, eso fue algo estúpido.

— León — me llama timida y yo volteo a verla — ¿Que somos? ¿Tu me quieres o no? — me pregunta y me toma por sorpresa, la chiquilla tiene dudas y sé que debo aclarar la situación.

— ¿Te dice algo el tenerme aquí a tu lado? — le pregunto también y ella niega — Podría estar hoy con cualquier mujer, en vez de estar aquí junto a tí, Dasha, si estuviera jugando contigo, no sería tan estúpido de traerte hasta acá, aquí pase la mayor parte de mi infancia, creci aquí, te estoy mostrando una parte importante de mi, créeme si estuviera jugando contigo no dejara ni que la abuela, ni Martha, ni Zulema y mucho menos Eckan nos vieran ni besar — la chiquilla me mira temblorosa y se que tiene frio pero no me acerco — Solo quiero que sepas que no hay que poner etiquetas para mi eres más que un simple beso.

— ¿Somos Novios? — me pregunta, miro sus ojos y noto que tienen un brillo de ilusión, no se que responderle, no lo sé, solo se que me gusta y quiero estar con ella.

— Ten claro que no hay nadie más, solo tú, si te hace sentir más segura de lo que tenemos pues entonces... lo somos, ¿lo quieres de esa manera?— le propongo y me cuesta, no por ella, si no, por mi, hace mucho tiempo que una relación no estaba en mis planes.

— Y- Yo si quiero — me dice y se acerca hasta donde estoy, alza sus manos, pero tengo que inclinarme para que pueda tomar mi rostro, pero no la toco sigo sin hacerlo no quiero perder la cordura — ¿Me quieres, León? — pregunta mirando mi labios.

— Si, te quiero, chiquilla — sin más y de forma sorpresiva me atacan sus labios con fervor, mis barreras se van y rodeo su pequeña cintura, la alzo y ella me rodea con sus piernas — Quiero ser tu novia, quiero estar contigo, quiero que me bañes cuando quieras y desees, quiero tus caricias, tus besos, tus abrazos, quiero todo de ti. Te quiero León — me susurra sobre mis labios y le sonrio, su confesión me ha dejado hipnotizado, no quiero nada más que a la chiquilla en estos momentos.

— Lo se, soy un hombre irresistible — le respondo algo egocetrico y burlon, ella solo me golpea el hombro reprendiendome — Eres preciosa — la alago, aún con su cabello humedo, toda llena de tierra y mojada se ve hermosa, puedo quedarme mirándola por el resto de mi vida. Sus mejillas se sonrojan ante mí cumplido y ante eso esconde su rostro en mi cuello — Penosa — le digo en burla, no me dice nada solo escucho su risa.

Te Quiero, ChiquillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora