dieciocho

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Cuando Chan llegó a su hogar, ni siquiera se tomó la molestia de quitarse el uniforme y se cayó de cara a la cama, lloriqueó un poco y trató de dormirse. Se había sentido incómodo casi todo el día, pero Kunpimook se había encargado de hacerlo sentirse cálidamente bienvenido, y eso rompió un poco su, ya roto, corazón. Nadie de su edad se había tomado la molestia de ser amable con él en toda su vida.

Estuvo una hora en esa posición hasta que sintió el costado de su cama hundirse y luego un brazo rodear su espalda, sacó la cara de la almohada y apreció a Minho mirándole con cariño. Su semblante cambió al ver sus ojos rojizos.

ㅡ ¿Tan mal estuvo? ㅡle susurró mientras se apegaba un poco más a su cuerpo.

ㅡ No del todo ㅡrespondió, su voz reflejaba su estado anímico.

ㅡ ¿Entonces?

ㅡ No es nada, sólo estoy cansado.

ㅡ Eres un pésimo mentiroso ㅡregañó Lee acariciando su mejilla.ㅡ Fui a comer helado con los chicos y traje tu favorito, ¿Quieres? Después podríamos ver una película mientras me cuentas qué tal fueron las Universidades ㅡsugirió sonriéndole, pero todo lo que recibió fue una negación.ㅡ Hey.

ㅡ ¿Mhm? ㅡChan giró sus ojos hasta los del menor, el castañito pudo notar ese brillo en los orbes del contrario que indicaban un posible llanto en camino.

ㅡ Está bien sentirse agobiado ㅡdijo plantándole un beso en la punta de la nariz, pero este negó.ㅡ ¿Fue mucho para ti? ㅡasintió y, sin querer, un sollozo se le escapó.ㅡ Oh, Channie, no te estoy juzgando ㅡconsoló.ㅡ Lo estás haciendo excelente.

Lastimosamente Chan no creía eso del todo, por primera vez se sintió parte de algo gracias a Bambam y a otros compañeros con los que se sentó en esa cafetería. Las genuinas risas que le sacaron jamás creyó soltarlas con externos a su círculo, y aquello había llenado su corazón, pero no le duró mucho.

ㅡ Reí tanto hoy que, por un segundo, creí que era un estúpido sueño ㅡel rubio dijo en voz baja y sollozó nuevamente.ㅡ Y... no me pude permitir que dure demasiado ㅡante cada palabra, su voz se hacía más pequeña.ㅡ Sentí... pánico porque todo estaba yendo tan bien que... mierda.

ㅡ Lo sé ㅡmurmuró Minho aún acariciando su mejilla con dulzura, recién percatándose de que estaba estaba ardiendo.ㅡ Estás caliente.

ㅡ ¿Me coqueteas mientras lloro? ㅡse mofó Chan soltando una risa ahogada por su llanto suave.

ㅡ No, no. Literalmente estás caliente, dijiste que era sólo una alergia.

ㅡ Si... creo que es un resfriado...

ㅡ Ah, si no te cuido yo, no te cuida nadie ㅡsonrió el castaño.ㅡ Ve a darte una ducha, te prepararé algo para esos mocos.

ㅡ Ni que fueras mi madr- bromita, ella jamás.

ㅡ Lo sé, por eso soy mejor que ella.

ㅡ Egocéntrico.

ㅡ Así me quieres.

ㅡ Sí.

ㅡ Ya, arriba.

Bang terminó poniéndose de pie secando sus lágrimas y caminó al baño, se tomó una buena ducha ㅡfueron diez minutos, qué vaㅡ y volvió con su pijama puesto y una toalla pequeña secando sus rizos. En la habitación vio a Minho sentado en su cama y le señaló las pastillas y el té con limón y miel que le preparó.

ㅡ Te traje un descongestionante y un paracetamol por si te duele la cabeza, ¡Y también un té!

ㅡ Ya veo, gracias ㅡle sonrió cerrando los ojos un poco.

ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ, ɴᴏ ᴍᴀᴛᴛᴇʀ ᴡʜᴀᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora