ventiuno

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ㅡ Aún recuerdo cuando Min-Jae Noona me ayudó en mi primera recaída, pero ella no se habría percatado de eso hasta que me dio un abrazo y pudo sentir mis costillas contra sus brazos. Y descubrí, con su ayuda, que el consumo de heroína tiende a desnutrir al consumidor mediante trastornos alimenticios como la anorexia o bulimia, y yo no me habría enterado que tenía uno de no ser por ella.

Miró a su alrededor, nervioso de abrirse y contar cosas de su vida. Los demás lo miraban y escuchaban con atenció, dándole a entender que realmente era escuchado.

ㅡ Subí de peso y mi masa muscular aumentó lo suficiente como para poder mantenerme en pie por, al menos, una hora. Sin embargo, seguía siendo difícil que comiese mucho, estuve horas sentado en una incómoda silla tratando de comer medio plato de manera decente, a veces terminaba tirando el plato o el utensilio con la comida porque ni siquiera podía con el olor. Y, hablando de mi peso, era muy poco, considerando que he medido metro setenta y uno desde hace mucho, aumenté más, de cuarenta y tres a cincuenta y siete, pero honestamente no me gusta hablar del peso en público por razones obvias ㅡsoltó una risita, quizás apenado, no podía reconocer sus propias emociones a veces y llegaba a ser estresante.ㅡ Lo que trato de decir es que es difícil recuperar lo que se pierde, no hablando solamente de la masa muscular, sino en lo general, pero se puede lograr, sólo... se necesita la ayuda necesaria y las ganas de, tenerlas tampoco es fácil.

Los demás asintieron al oírlo, realmente era información útil ㅡen el sentido médico, por lo menosㅡ, y sabían que no eran los únicos que pasaron por desnutrición o por aumento de peso debido a las drogas, todas actúan diferente en cada persona. Además, ser capaces de poder hablar de cómo afecta físicamente era algo que asombraba a varios.

ㅡ Gracias, Chan, se aprecia lo que nos contaste, ¿Cómo te sientes al respecto de, ya sabes, ver que lo logras poco a poco? ㅡpreguntó Hyuna sonriéndole.

ㅡ Se siente un poco surrealista, a decir verdad, creo ya haber dicho esto antes, pero no esperaba estar limpio más de dos semanas, y llevo casi medio año, y a este punto, no he extrañado la heroína como solía hacerlo antes ㅡrespondió el rubio sonriéndole de vuelta.

ㅡ Veo que también sonríes más ㅡella acotó haciendo que todos rieran, incluído él.ㅡ Bien, sigamos, ¿Minho? ¿Algo que contar?

El aludido miró a la adulta y dudó, sin embargo, negó con la cabeza y se encogió en el asiento. Ha estado escuchando muchos progresos sobre los demás, y estaba feliz por ellos, no lo malentiendan, pero lastimosamente regresó sobre sus pasos un poco, y no quería apagar la llamita del buen humor. Chan sostuvo su mano y acarició el dorso con el pulgar, en señal de apoyo.

Poniéndoles en contexto, Minho volvía de la escuela por cuenta propia, pues se quedó unas horas para terminar un proyecto en la biblioteca, y había olvidado bloquear el contacto del chico que solía venderle marihuana y no supo negarse al leer el mensaje que este le envió. Cuando volvió a casa, con la bolsita en mano, el único en casa era Chan, Hyeon y Min-Jae estaban en el trabajo, así que fue más sencillo contarle a su novio lo ocurrido.

Se sentía como un baboso inútil y estúpido, ¿Por qué siquiera pensó en comprar? No... ese es el problema, no pensó.

Minho juró que el mayor lo estaba juzgando en silencio, pero luego de haberse deshecho de la hierba, y entre muchas palabras bonitas y besitos, Chan le dijo que no hizo absolutamente nada malo y que fue algo completamente normal.

Muchísimos exadictos hacían eso de comprar las drogas pero no verse capaz de consumirla, sólo era el querer poseer algo que te hizo sentir bien, por un rato, nuevamente.

Pero Lee no se sintió bien con eso, por más que quiso hacerlo, creyó que la cagó en grande, pero habría sido peor si la hubiese fumado, menos mal no pudo hacerlo, iba a, pero le dio miedo.

Miedo a fallarle a sus padres, a si mismo y, lo peor que podría pasar, fallarle a Chan, él no quería decepcionarlo ni hacer que lo odie. Pero, ¿Por qué Chan lo odiaría? ¿Por estar luchando contra las adicciones? Chan entendía esa lucha, él también la vive, él lo entiende a la perfección.

Sacudió la cabeza y le puso atención al anciano que contaba cómo le estaba yendo con todo el proceso de desintoxicación, era un hombre solitario que estaba haciendo esto por cuenta propia, pues su familia dejó de visitarlo cuando cayó en las drogas tras el fallecimiento de su esposa; de todos modos tenía un aura paternal, tal vez por eso, todos en el grupo le tenían cariño.

Media hora luego, se tomaron un pequeño break de la charla, algunos fueron a comer de la mesa que estaba junto a la pared con varios postres, vasitos de papel, agua caliente y tés, café, leche y agua embotellada, ya saben, algo para no tener hambre o sed más tarde. Pero Minho y Chan decidieron quedarse sentados y conversando entre ellos en voz baja, inclinados hacia adelante para que sólo los dos se escuchen.

ㅡ ... no, nadie te juzgaría por eso, todos lo habremos hecho en algún punto, nunca es fácil ㅡsus manos jugaron con los dedos del menor, era una tierna, según Minho, costumbre que agarró con el pasar de las semanas.

ㅡ No quería bajarles los humos de felicidad, es todo.

ㅡ Para eso son las reuniones, Minho, para bajar la felicidad y subirla después ㅡle consoló regalándole una cálida sonrisa.

ㅡ Lo sé, sólo no quería ser yo quien lo hiciera ㅡel castaño rió suavemente, recargó su frente en el hombro de su novio y cerró los ojos un momento.ㅡ ¿Tú también lo has hecho?

ㅡ Por supuesto, muchas veces en realidad, pero casi siempre terminaba consumiéndola, no estoy orgulloso de decírtelo.

ㅡ Deberías estarlo. Ya sabes, de saber que hubieron veces en las que no lo hacías.

ㅡ Fueron más ocasiones en las que terminaba drogado.

ㅡ Pero igual hubieron momentos en los que no.

Chan suspiró, besó su mejilla y asintió con la cabeza susurrando un "Creo que tienes razón".

I know ㅡle respondió con su bien marcado acento australiano, nótese el sarcasmo. El rubio quiso chillar al oírlo hablar en inglés, le gustaba cuando Minho lo hacía, era tierno, demasiado tierno para su corazón.

Se quedaron en aquella posición durante el resto del break, disfrutando de la cercanía, aunque no es como que no se la pasen teniendo contacto físico, casi siempre es una mano en la espalda baja del otro y tener los brazos pegados mientras están parados o sentados uno al lado del otro.

ㅡ Bien, avecillas, sigamos con nuestra charla. ¿Alguien más quiere contar algo?

Minho se lo pensó muy bien, salió de su escondite y miró a Hyuna.

ㅡ De hecho... sí quiero contar algo.

Y la sonrisa de Chan se ensanchó más, sus ojos brillaron, había orgullo en ellos.

ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ, ɴᴏ ᴍᴀᴛᴛᴇʀ ᴡʜᴀᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora