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Moviendo el pie insistentemente, miró al joven a su lado de reojo, quien no alejaba su mano de su pierna. Miró al profesor, quien hablaba sobre que el exámen era sólo un repaso de figuras rítmicas porque se supone que ya se sabían eso. Cuando estuvo alzando la mano para contar lo que le estaba pasando, el joven apoyó su mano en su muslo nuevamente, y la mano que estaba en pleno camino arriba, impactó contra su cara mientras se levantaba del asiento.

ㅡ ¡Dije que dejaras de tocarme! ㅡle exclamó con los ojos llorosos.

ㅡ ¿Chaeryeong? ㅡla llamó el profesor, su mismo padre.

ㅡ ¡Lo siento! ㅡsollozó huyendo del salón en dirección a cualquier lado, menos allí.

El adulto ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar como le hubiese gustado. Apretó la mandíbula y caminó hacia el alumno en su sillla, quien sostenía el puente de su nariz con los dedos.

ㅡ ¿Qué ocurrió? ㅡle preguntó agachándose frente a él para verificar si no tenía alguna herida grave.

ㅡ No se ofenda... pero su hija está loca ㅡmurmuró en respuesta.ㅡ ¿No sangra?

ㅡ No... no sangra. Dijo que la estabas tocando.

ㅡ No estaba haciendo eso ㅡaseguró.ㅡ ¿Puedo ir a enfermería?

ㅡ Ve a Dirección ㅡordenó, erguiéndose.ㅡ Chaeryeong irá en unos minutos y llamaremos a tu apoderado a cargo para resolver esto.

ㅡ ¡Pero-!

ㅡ Sin "peros". Ve ahora, pasa por enfermería y pide una compresa fría.

El alumno se levantó de su puesto y salió a regañadientes. El pelinegro suspiró y se volteó al curso, quienes lo miraban expectantes.

ㅡ Llamaré a la profesora Hwang y... uhm... ㅡles dijo tratando de sonar firme, mas su voz tembló.ㅡ Yo... confiaré en que no harán un desorden mientras no esté.

Concluyó, también saliendo del aula en busca de su hija. Sabía dónde estaría, así que no tardó mucho hasta llegar a una de las salas vacías del segundo piso. Al asomarse por la ventana, vio a su hija sentada en el medio de todo con la luz del sol encima de ella, sus brazos tenían apresadas las rodillas contra su pecho y sus hombros convulsionaban a causa de un silencioso llanto, su cara estaba escondida entre sus extremidades.

ㅡ Chaeryeong... ㅡcomenzó, entrando al lugar.

ㅡ No quería golpearlo ㅡgimoteó sin ser capaz de sacar el rostro de su escondite.ㅡ Sólo quería que me dejase en paz.

ㅡ Yo lo sé ㅡdijo tomando asiento frente a la chiquilla.ㅡ ¿Quieres contarme qué fue exactamente lo que pasó? Obviamente, desde tu perspectiva.

ㅡ No quiero.

ㅡ También lo sé, pero necesito que me lo digas antes de hablarlo en dirección ㅡmurmuró alzando la mano hasta la cabellera de su hija y acaricio esos suaves cabellos, heredados de su madre.ㅡ Llamarán a Minho y a los padres de tu compañero para discutirlo con ustedes ahí.

Explicó tratando de hacer que ella alzara la vista, mas no parecía tener resultado.

Se quedaron en aquella posición durante unos minutos más hasta que una de las preceptoras lo llamó al celular, indicando que los padres de ambos estudiantes estaban en camino; ahí fue cuando ambos supieron que debían irse.

ㅡ Borra esas lágrimas ㅡsusurró Chan secando las lágrimas de las mejillas de su hija con los dedos.ㅡ Eres una joven fuerte ㅡy besó su frente.ㅡ Vamos, irá bien.

Chaeryeong asintió y se fueron de la habitación, caminando hacia la dirección en total silencio.

ㅡ Señorita Bang, qué bueno que apareció ㅡdijo la preceptora mirándola con seriedad.ㅡ ¿Quiere explicarnos qué pasó? Antes de que llegue su otro padre, tal vez se pueda resolver antes de su llegada.

ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ, ɴᴏ ᴍᴀᴛᴛᴇʀ ᴡʜᴀᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora