ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ, ɴᴏ ᴍᴀᴛᴛᴇʀ ᴡʜᴀᴛ

veintitrés

Moviéndose un poco de lado a lado, acercó el meñique a la pequeña bolita en su brazo izquierdo, el falange fue apretado por una diminuta mano sin intenciones de soltarle. Sonrió con los ojos llorosos viendo esa carita rosada y angelical.

ㅡ ¿Sabes, corazón? Tienes la nariz de mami ㅡle susurró, la beba se removió al oír la voz de papi.

ㅡ Han habido complicaciones, necesitamos saber quién es la prioridad en caso de emergencia.

ㅡ Jamie.

Negó con la cabeza tratando de no poner pensamientos negativos en su mente.

La niña estaba casi dormida, ya la había alimentado, con ayuda de una de las enfermeras de maternidad, y sólo esperaba a que se fuese al reino de los sueños pronto para poder firmar unos papeles respecto a lo ocurrido con su mejor amiga y llorar desconsoladamente en el baño.

ㅡ Repentinamente su pulso se aceleró mientras cerrábamos y no pudimos hacer lo suficiente, lo sentimos.

ㅡ Chaeryeong, bebita linda ㅡdijo mirándola, tenía los ojos medio cerrados, estaba apunto de quedarse dormida.ㅡ Lo siento tanto, cariño, mami no podrá cargarte...

Ella se durmió al cabo de unos minutos silenciosos, la enfermera que atendía a otro bebé lo observó y se acercó cautelosamente para poder dejar a la niña en su cunita.

ㅡ Debe descansar un poco, ¿Está bien?

ㅡ No puedo ㅡsusurró revolviéndose el pelo sintiendo su pecho doler.ㅡ Tengo... que organizar muchas cosas.

ㅡ No podrá cuidarla si está agotado.

Chan se tragó el nudo de su garganta y asintió, con las manos temblando sacó su celular y le marcó a Minho, quien estaba en la oficina de su madre moviendo la pierna frenéticamente junto a su padre. Ninguno de los dos tenían noticias sobre Jamie ni Chaeryeong, ni siquiera Min-Jae, y claramente estaban preocupados.

ㅡ ¿Channie? ㅡel menor contestó desesperado.

ㅡ ¿Estás... en la... oficina de tu mamá? ㅡpreguntó caminando fuera del área de maternidad.

ㅡ Sí, sí, ¿Qué ha pasado? ¿Cómo está Jamie? ¿Y Chaeryeong?

ㅡ Voy para allá.

Cortó y aceleró el paso hasta que llegó a Neurología, ahí buscó la oficina de Min-Jae y entró por la puerta, sus manos no eran capaces de dejar de temblar. Ambos hombres lo miraron sonrientes, esperando noticias por la recién nacida y por la muchacha, sin embargo, su rostro húmedo y contorsionado por la pena los sacó de onda.

ㅡ ¿Hyung...?

ㅡ ¿Qué ocurre? ㅡpreguntó Hyeon, la pregunta hizo que el joven no aguantase más sus lágrimas y sollozos, terminó derrumbándose frente a ellos.ㅡ Oh...

"Oh". Es lo único que puedes decir en esta situación, no hay palabras que sean capaces de consolar la pérdida de alguien a quien querías, independiente del tipo de relación.

Chan fue recibido en los delgados brazos de su novio y escondió su cara en su hombro, su llanto era silencioso pero poderoso, sus hombros convulsionaban ante cada sollozo que apenas tenían sonido.

Su cabeza daba vueltas y vueltas, y el pecho le dolía en demasía, creía que se iba a desmayar en ese mismo instante. No perdió a una novia, pero sí a una amiga, a la madre de su bebé, a la primera persona que le hizo sentirse querido en el sexo, la primera persona en decirle que drogarse no era la solución a sus problemas, la primera persona en oír sus súplicas, y ahora ya no estaba.

Minho shusheó en su oreja tratando de tranquilizarlo, pero no parecía dar resultado alguno.

ㅡ Chan...

ㅡ Chaeryeong está sana... ella... ella... se parece mucho a Jamie... tienen la misma nariz... pero... Jamie no... no...

Se le era complicado formular sílabas, se sentía derrotado mentalmente y su cuerpo debilitado.

Min-Jae ingresó por la puerta de su oficina, ya se había enterado. Los residentes hablaban sobre la muchacha que falleció en el quirófano porque no vieron la hemorragia que se formó en su útero, y las enfermeras esparcían la historia hasta que llegó al quirófano de la doctora Min, específicamente, la arsenalera lo mencionó.

La verdad, es que Chan se sentía observado.

Hyeon y Min-Jae lo miraban apenados y dolidos, les había agradado Jamie, era una joven bien educada que sabía defender sus ideales, era horrible para ellos recordar lo emocionada que estaba la chica de tener a su bebé y saber que no la pudo siquiera cargar en sus brazos. Minho se dedicó a dibujar círculos en su espalda baja tratando de darle consuelo, pero ni eso, ni palabras de aliento, ni suaves shusheos le quitarán la pena que estaba sintiendo.

Se alejó del menor en silencio, este se sintió horrorizado al ver la expresión de su novio-en-secreto, es como si la pena repentinamente se hubiese ido de su cara, claro, sus mejillas estaban húmedas y los ojos rojos, pero de estos ya no caían nada, sus cejas que estaban fruncidas ahora estaban relajadas y su labio inferior tenía una pequeña herida, producto de haberlo mordido con desesperación.

ㅡ ¿Chan...?

ㅡ No me quiero permitir llorar, ¿Sabes? ㅡle susurró secando sus lágrimas con sus manos.ㅡ Yo... debo firmar papeles y papeles y... sus padres van a odiarme tanto... Dios mío... me querrán matar...

ㅡ No es tu culpa.

ㅡ No dije que lo fuera ㅡse apresuró.ㅡ Solamente... no puedo caer sabiendo que hay alguien que ahora depende de mi.

El castaño asintió lentamente.

ㅡ No harás nada de esto solo ㅡMin-Jae apoyó su mano en el hombro del adolescente, este asintió mirando sus pies.ㅡ Sabes que tienes nuestro apoyo, lo tienen ㅡaclaró refiriéndose también a la bebé.

ㅡ Gracias...

Los adultos le ayudaron a comprender los papeles y a firmarlos, explicando para qué eran y todo eso, prontamente fueron a ver a Chaeryeong, quien estaba bajo revisión en caso de emergencia.

El Lee menor estaba enamoradísimo la niña, tenía la piel ligeramente rosada y unas manitos y piecitos tan pequeños que le daban ganas de comérsela ahí mismo, lo mismo le pasaba a Min-Jae y a Hyeon, todo el mundo estaba maravillado con ella.

ㅡ Es tan diminuta ㅡsusurró Minho poniendo su dedo índice en la mano de Chaer, ella por reflejo agarró el dedo con fuerza.ㅡ ... no me va a dejar ir, ¿Cierto?

ㅡ No ㅡle dijo su madre con media sonrisa.

Chan miraba en silencio la situación, deprimido.

Jimin realmente quería tener una bebé, y la tuvo. Ahora será el turno de Chris de cuidarla con su vida.