ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ, ɴᴏ ᴍᴀᴛᴛᴇʀ ᴡʜᴀᴛ

veinte

ㅡ ¿Estás segura que no necesitas que te acompañemos? No tenemos problema con eso ㅡLee dijo dándole su botella de agua a la muchacha. Ella rió y asintió suavemente mientras aceptaba la botella.ㅡ Chaaan~ ¡Dile que la vamos a acompañar! ㅡgimoteó haciendo un berrinche. No quería que se fuese sola a su hogar.

ㅡ No se irá sola, Minho, pero tampoco con nosotros.

ㅡ ¡Pero-!

ㅡ Minho, corazón, ¿Ves el auto de ahí? ㅡla muchacha apuntó a un vehículo negro que estaba estacionándose a un par de metros de ellos.ㅡ Una amiga vino por mí, así que no debes preocuparte.

El castaño hizo una mueca y la pelirroja soltó una carcajada.

ㅡ Aunque gracias por preocuparte por mí.

ㅡ ¡Ya apúrate! ㅡuna cabeza se asomó por la ventana y se vio a una mujer de cabello cortísimo y negro.ㅡ ¡Se hace tarde!

ㅡ ¿Se hace tarde para...? ㅡBang hizo un movimiento peculiar con las cejas, Jimin sonrió apenada.

ㅡ Me quiere llevar a ver una película infantil.

ㅡ Claro, si les sobra tiempo ven la película.

ㅡ No me molestes. Cómo sea, adiós Chan, ¡Adiós Minho! ㅡy con un abrazo se despidió de ambos.

El rubio negó con la cabeza con una sonrisita en la boca y tomó la mano de su pareja mientras se aseguraban de que Jamie si se subiese al auto.

ㅡ Bien, ya logramos deshacernos de las chicas, ¿Quieres ir a comer algo?

ㅡ Para algo vine yo ㅡMinho le codeó y comenzaron a caminar en dirección al centro de la ciudad.

Una charla brotó entre ellos sobre cosas triviales: la última película estrenada en el cine, la escuela y ellos mismos, sobre cómo llevarían a cabo esa relación teniendo en cuenta que Chan tendría una hija, y no precisamente con Minho.

ㅡ No me molestaría ser el padrastro buena onda ㅡel castaño rió.

ㅡ ¿De verdad? No quiero que sientas presión para cuidar de ella también ㅡBang dijo viéndose notoriamente apenado.

ㅡ ¿Por qué sentiría presión? Me estoy ofreciendo voluntariamente a cuidar de la bebé, estaré contigo siempre y apoyándote en ello.

ㅡ Acabas de sonar igualito a Noona ㅡse mofó el rubio.

ㅡ No me da risa.

Bang abrió la puerta del local, era una pequeña cafetería, donde la especialidad era el pastel de café y las tazas de tés, el más vendido era el de frutos rojos, casualmente el favorito del rubio.

Tomaron asiento junto a la ventana y fueron atendidos por la dulce ancianita que manejaba el local con ayuda de sus nietos. Ambos sumidos en una conversación de poca relevancia ignorando las raras miradas que algunos clientes tenían sobre ellos, claro, siglo XXI, pero la homofobia siempre estará presente.

¿Saben? Es curioso, antes de la creación del cristianismo, la homofobia no existía en su totalidad, pues la sexualidad siempre ha sido fluida, pero con la llegada de los cristianos (y posteriormente de las otras religiones) los actos homosexuales comenzaron a ser clasificados como pecados. En los lugares en los cuales la cristiandad no llegaba todavía, era mucho más aceptado tener parejas de tu mismo sexo, incluso en las monarquías los reyes y reinas tenían siervos para satisfacer sus necesidades sexuales, independiente de si eras hombres o mujeres.

Habría sido interesante vivir en esa época, no genial, pero era una idea un tanto seductora.

ㅡ Aquí tienen, chicos ㅡdijo la anciana dejando sus pedidos en la mesa con una sonrisita.ㅡ Es lindo ver a un par de amigos pasar el rato en lugares tranquilos, con tanto joven delincuente por ahí, es muy tranquilizador ver que aún hay jóvenes buenos.