12

1.1K 136 119
                                    

La semana paso rápido, Wooyoung ayudaba todo lo que podia en casa y por las noches se dedicaba a estudiar y escribir algunas cosas, en su mayoría un diario con ideas, quería una mejora increíble para su escuadrón y pensaba hasta en los mínimos detalles para que pudieran volver a ganar.

Releía las cartas de San una por una cada noche y en lo más íntimo de su habitación llegaba a tocarse pensando en en San, leía las cartas más picantes de su novio y no podía evitarlo.

"...Intento concentrarme, en serio lo hago pero en clases te imagino sobre mis piernas dejandome comerte la boca, es un juego peligroso que me dirijas la mirada, es delicioso que me sonrías, mi rostro no demuestra nada pero haces que cada espacio de mi piel te desee Wooyoung.

Has estado jugando sucio, dejas mi ropa impregnada de tu olor. No tienes idea de la cantidad de veces que me he masturbado teniendo solo tu aroma cariño. En clases me contestas como si me odiaras, ni siquiera me miras a los ojos, yo no lo entiendo, me siento débil frente a ti aún si todos están allí, las veces que tuve que repartir exámenes tus labios me gritaban ser besados.

Mi amor, creo que debo disculparme desde ya, sé que hace unas semanas no lo hacemos, hemos estado siendo cuidadosos pero lo siento, no pienso seguir aguantando esto, aun si es con alguna excusa iré a tu habitación esta noche, voy a quitarme de una vez estas malditas ganas que te tengo..."

Su mente recordaba con exactitud el lugar y momento exacto, esa misma noche, al ya casi caer el sol su puerta fue tocada, se levantó con preocupación pero cuando abrió todo lo que obtuvo fue a un desesperado San, lo tomó sin decir nada y para cuando se dieron cuenta disfrutaban del mejor sexo que habían tenido en mucho tiempo.

—San. —Gimió sintiendo que su cuerpo lo pedía a gritos. Sus músculos marcándose, los hombros anchos que terminaban por ser arañados por él, los labios de San en su cuello mordiendo con ganas.

Eyaculó sintiendo la satisfacción de saber que en unas horas este llegaría y podrían cumplir con cada una de las fantasías que tenía.

Se bañó de inmediato, su corazón se aceleraba pues San no debia estar muy lejos. Su madre había preparado uno de sus mejores platos y su casa estaba impecable.

La puerta sonó de repente, la madre de Wooyoung abrió pero toda emoción se fue cuando vio a Sadir con un vestido y un pie de manzana en las manos que se veía recién hecho.

Wooyoung solo se rio antes de recibir el pie y ponerlo en la mesa, todos empezaron a conversar sobre diferentes cosas, Kyungmin también se emocionó de saber que probablemente el novio de su hermano llegaría con regalos.

—¿Ya viene tu no...? —Wooyoung le cubrió la boca antes de que este terminara la frase, pero todo miedo se le fue cuando recordó que Sadir no entendía su idioma.

Estaba por soltarlo cuando la puerta sonó.

—Yo voy. —Dijo la madre de Wooyoung emocionada. Los demás se pararon excepto por Wooyoung que sintió como nunca su corazón acelerarse a punto de no poder controlarse, llevaba por primera vez ropa que no era de la base y su cabeza solo pensaba en como se abría vestido San.

—Buenos días. —Wooyoung escuchó la voz de San y sintió la necesidad de esconderse.

—Hola hijo, Wooyoung está adentro, ah, y ella es Sadir. —Escuchó a lo lejos de su madre.

—Oh, hola. —Escuchó la voz dulce de San, esa que jamás usaba con nadie, solo con él. Se paró de inmediato.

Al entrar por impulso sus miradas se encontraron, sintió que no podía con tantas emociones. San llevaba una sudadera negra ceñida a su cuerpo, pantalones anchos, en general kucia cómodo.

V. A. T. (Sanwoo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora