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Se quedó perplejo al ver un plato con pequeñas bolitas de masa blancas.

—Son burpelins —le dijo Wooyoung con una sonrisa—. Vamos, prueba uno.

San de inmediato tomó uno, lo observó con detalle, su textura era suave y estaba caliente, no tenía la más mínima idea de como podían saber pues ese nombre jamás lo había escuchado.

Mordió queriendo saborear con cuidado. Su boca sintió una enorme explosión entre sabores dulces y salados, sentía la carne y verduras cortadas cuidadosamente. La masa blanca tenía una textura deliciosa, era fina y el sabor se equilibraba deliciosamente con el interior.

—Cariño, ¿tú las preparaste?

—Me tomó tres meses el poder aprenderlo, es un plato tradicional del pueblo de mi madre, luce tan sencillo pero un paso en falso y el interior se puede convertir en lo más desastroso que te puedes imaginar. Quería poder preparartelas yo.

San terminó por devorar la que tenía en la mano para de inmediato abrazar por la cintura a Wooyoung.

—Me salieron muy mal las primeras veces —le dijo Wooyoung divertido—, arruinaé uno hace unas semanas y no me quedo más de la masa madre y a esta le toma semanas para poder ser utilizable, sabía que para hoy estarían perfectas.

—Son deliciosas, creo que es lo más rico que he comido en el mundo —lo apretó fuertemente a su cuerpo—. No, miento —le apretó las nalgas sin descaro—, en verdad esto es lo más rico que he comido —le dijo divertido ganándose un golpe suave de Wooyoung—. En verdad los adoro.

—Se les llama corazón de ángel también, en el pueblo de mi madre únicamente se preparan cuando la otra persona representa tu futuro, el amor para mi madre representa algo puro y ella solo se las ha preparado a mi padre, ella misma no recordaba la receta pues desde que el falleció no volvimos a comerlas. Le dije que tú eras esa persona para mí, y que quería poder preparartelas. Si, Choi, eso significa que eres todo mío oficialmente. —le dijo Wooyoung divertido.

San se sintió conmovido, se levantó de inmediato para atraparlo entre sus brazos.

—Yo siempre he sido tuyo, Wooyoung. —Besó su mejilla ganándose una sonrisa nerviosa de su novio.

San se alejó para poder probar otro, sentía nuevamente al probarlos una mezcla de sabores, era extremadamente delicioso.

Empezó a comérselas una a una.

—¿Quieres una, amor? —le dijo San con una sonrisa.

—No, gracias. Me comí todas las que salieron mal. —le dijo riendo—. Tuve suficiente de los burpelins. —San solo rio como respuesta antes de comerse dos más, sentía que eran adictivos y siendo que venían de Wooyoung los hacía muchísimo más especiales.

Los guardó con cuidado pues su regalo representaba su primera comida preparada por Wooyoung.

Salieron para realizar sus actividades con normalidad, llegada la noche Wooyoung se dirigió al hospital.

San lo fue a buscar por la noche más no lo encontró en su habitación, decidió volver más tarde cuando para su sorpresa Wooyoung aparecía ante sus ojos con lentes.

—Amor. —le dijo San sorprendido.

Wooyoung abrió su puerta enseñándole una sonrisa.

—Mi vista, está un poco mal, me tomaron la medida y pues tendré que usar lentes por un tiempo.

—¿Te sacaron análisis?, ¿está todo bien? —le dijo San serio.

—Si, lo está. Ya el miércoles me entregarán los resultados, por ahora pues supongo que usaré esto para leer. —le dijo señalando sus lentes.

V. A. T. (Sanwoo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora