V. A. T. (Sanwoo)

32

—¡General Jung! —se escuchó el grito de Mingi por toda la cocina, este corría emocionado hacia Wooyoung.

—¿Qué sucede Mingi?

—Es Tito, tiene una bolita y está toda verde y chiquita y —su voz se hacía cada vez más aguda— es hermosa.

—Wow. —todos se sorprendieron, Wooyoung de inmediato salió siendo seguido por todos.

Se adentró en la habitación en la que estaba viendo la pequeña bolita, las hojas se miraban saludables y su tallo resistente. Tomó su libreta anotando todo lo que observaba, todos atrás lo miraban ilusionados, San se sentía orgulloso.

—Está saludable —Wooyoung dijo y todos gritaron de emoción—, parece que Tito va a crecer bien. —Wooyoung tocó su frente no creyendo lo que pasaría, San lo abrazó por los hombros.

San no pudo evitar besar su mejilla, estaba feliz.

—Esperemos unos días para poder notificarlo. —dijo Wooyoung aún no creyendo lo que acababa de observar.

—No nos lo quitaran, ¿verdad? —dijo Mingi asustado.

—Vendrán a verlo, pero no, yo lo compré por lo que solo tienen permitido evaluarlo y de ahí pondrán a germinar en la tierra a la que pertenece esa muestra. Tito se queda con nosotros. —dijo con una sonrisa.

—Tito, creciste —Susurró Mingi—, fueron las historias yo lo sé.

Todos rieron. La conversación que tuvieron de volvió larga, hacían planes para el tomate y como se turnarían para ver crecer al fruto.

San y Wooyoung salieron un momento para hablar.

—Hay algo importante que debo decirte. Mis padres quieren que vayas a casa.

—¿Qué? —Wooyoung se asustó por la repentina noticia pues hasta el momento jamás habían hablado directamente del tema, más allá de hablar de llevarlo a casa y, según Wooyoung, presentarlo como su amigo.

—Quieren conocerte, saben que tenemos una relación y por supuesto le dije que tengo planes a futuro de casarme contigo.

—San. —Susurró demasiado sorprendido.

—Mi padre mismo organizará una ceremonia por mi cumpleaños, sé que será algo bastante llamativo, no soy de querer ese tipo de fiestas y por lo general lo rechazo, de hecho, es lo que hice los últimos diez años pero me dijo que esta vez podía invitarlos a ustedes y por supuesto él quiere poder hablar contigo, al igual que mi madre.

—Una fiesta —dijo Wooyoung con un poco de temor en su voz—, es, vaya —suspiró—. No me dijiste que ellos sabían.

—Bueno, pues es algo que en verdad pasó hace poco. Les comenté del estima que te tenía por supuesto, sabemos que hay razones demás para admirarte, te vieron en las pruebas y estaban muy admirados. Pensé quizás en esperar más para decirles pero creo que no tiene caso, preferí ser sincero.

—¿Y cómo reaccionaron?

—Mi padre te admira mucho —Dijo San con voz calma—. Antes de decirle incluso me comentaba sobre tu desempeño, él pensó que yo me sentiría celoso por los halagos hacia ti pero por supuesto no era para nada el asunto. Le dije que no podía estar celoso, y fue ahí que le dije que mi corazón te pertenecía.

—¿Así? ¿Sin más?

—Bueno, en verdad le dije que me encantabas, fui muy poco discreto y él se rio diciendo que era muy poco probable que pudieras hacerme caso, te le hacías todo un misterio como a todos y pues solo me reí y le dije que ya eras todo mío.