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—San... mgm.... no. —Dijo sintiendo la lengua de este comiendo por sus nalgas.

—Mi regalo, lo quiero ahora.

—No tengo... aghmmm... no lo traje.

—A ti, te quiero a ti toda la noche, es lo único que quiero. —dijo haciendo un camino de besos por su espalda.

Sentía que su habitación tenía el privilegio de tener la desnudez de su novio, su figura le parecía preciosa, ver sus caderas y muslos gruesos le fascinaba, necesitaba atesorar absolutamente todo lo que le gustaba de Wooyoung.

—Amo tu cuerpo, es —beso su cuello— divino, Wooyoung, tienes un cuerpo tan hermoso.

Wooyoung se ruborizo pues sabía que San siempre le estaría recordando todo lo que amaba de él.

—Llamas mi atención sin siquiera esforzarte, Wooyoung. No sabes lo estúpidamente hermoso que te veías allá afuera, no sabes lo excitado que me tiene el tenerte así. —lo tomó de las caderas sintiendo lo suave de la piel de su novio.

—San, lo quiero dentro. Aghmmm... vamos. —Wooyoung sentía que perdía por completo la cordura al sentir los besos de San por todos lados.

San no demoró en hacer caso, adentró uno de sus dedos sintiendo que su miembro explotaría en cualquier momento. Wooyoung jadeaba sintiendo como San parecía dejarse llevar fácilmente, la habitación tenía una luz tenue y la luz de la luna los alumbraba, no podían escucharse nada más que los gemidos de Wooyoung y los sucios comentarios que su novio le hacía.

Sentía los dedos de San jugar dentro suyo y la lengua de este que pasaba sin piedad por su piel.

A los minutos San adentraba un tercer dedo, sentía estar desesperado por adentrarse en su novio.

—Mételo, mghmmm, por favor. —Wooyoung le suplico.

No pudo evitar hacer caso pues todo lo que quería era poder unir sus cuerpos. Se adentró abrazándose al cuerpo de Wooyoung.

—Ah, dios, San. —dijo Wooyoung al sentirse lleno de su novio.

Muy en el fondo se permitía pensar que era todo un privilegio tener a San haciéndole el amor, de solo pensar que muchas personas morían por estar en su posición se excitaba más y más, su cuerpo pedía a gritos ser tomado por su atractivo novio, por alguien que solo a él le entregaba su corazón. Las miradas sobre San, los coqueteos, poco le importaba sabiendo que él tenía el lujo de estar bajo sus fuertes brazos.

Sintió los salvajes movimientos de San penetrando con fuerza.

—San. —lo observó, este lo sujetaba de las caderas con fuerza.

Los músculos de este se marcaban, Wooyoung observaba como la luz tenue hacia ante sus ojos lucir a San mucho más sexy, sentía estar perdido. San sentía que pronto llegaría pero quería poder ver su rostro.

Quitó su miembro para recostarse a su costado, con un brusco movimiento hizo a este sentarse encima suyo, colocó una pierna a cada lado para luego sujetarlo de las caderas y empezar a acomodar su pene para introducirlo, el rostro de Wooyoung le parecía de las cosas más bellas que había visto en su vida, era el regalo más precioso que había recibido según sus más profundos pensamientos, la dulzura que este le regalaba, tocó por su abdomen viendo como este bajaba lentamente por su miembro.

La forma en la que su abdomen se contraia por sus toques lo mataba, los pezones de este se le hacían apetitosos, no pudo controlarse, terminó devorandolos uno a uno cual manjar, Wooyoung se entregaba con facilidad sujetándose de sus cabellos.

Ante los ojos encantados de San Wooyoung empezó a saltar sobre su miembro, movía las caderas en círculos volviendo a San loco, San apretaba las sabanas sintiendo que jamás había tenido un lado tan sensual en Wooyoung.

V. A. T. (Sanwoo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora