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Amaneció sintiendo mucha calor, observó a su costado, San lo abrazaba con fuerza, el día anterior se durmieron conversando sobre el viaje.

Decidió ir preparando todo lo que llevaría en tanto San dormía, su cabeza se sumergió en los riesgos que tomaba, no podía creer que por la noche estaría camino a Khuskandai, sentía un fuerte hormigueo en el estómago por pensar en las cosas maravillosas que podría ver.

San despertó, lo primero que vio fue a Wooyoung moviéndose por todos lados alistando una a una las cosas que llevaría, lo observó sonreír y entonces sabía que hacía lo correcto, Wooyoung parecía un niño al que llevarías a su lugar favorito, lucía ilusionado y emocionado.

—Vamos a comer algo cariño, luego tendrás tiempo de continuar con las maletas. —le dijo San sentándose en la cama.

—Bien, amor.

Ambos salieron de inmediato, en la cocina todos se sentaron emocionados a hablar de todo.

—Ya quiero que sea de noche. —Dijo Mingi no pudiendo contener la emoción.

—¿Alistaste los juegos de mesa? —le preguntó Yunho a Jongho.

—Por supuesto que sí, es lo primero, necesito recuperar los doce berks que me robó Yeosang. —Dijo Jongho seguro.

—Te gané limpiamente. —Respondió Yeosang alegre.

Estos siguieron conversando, Wooyoung y San se unieron a la conversación, Sector rojo y V. A. T. Se sentían bien conversando de todo, Wooyoung a lo lejos divisó a Hongjoong y Seonghwa comiendo en silencio en una mesa lejos, los otros miembros del equipo no aparecían.

Se le ocurrió por un momento el poder llamarlos pero San llamó su atención.

—Ven conmigo. —le dijo levantándose.

Wooyoung hizo caso de inmediato, lo siguió en silencio comiendo de su pan pues aun no había terminado. San lo dirigió al salón de sector rojo, sus ojos se agrandaron al entrar y encontrarse con su madre y hermano.

—Mamá, Kyungmin. —Soltó lo que tenía en manos para dirigirse a abrazarlos fuertemente.

—Los dejo, tienes todo el tiempo que desees cariño. Iré con los demás. —le dijo San con una sonrisa.

—Gracias, San. —le dijo verdaderamente agradecido con este.

San le sonrió antes de retirarse. Wooyoung no podía creer que los tenía en frente suyo, su madre le sujetó el rostro viendo con pena los lentes.

—Ya nos dijo todo, primero estuve muy en desacuerdo, pensé en venir y gritarle a toda la base pero —suspiró ya empezando a llorar, Wooyoung le limpio el rostro—, no ganaría nada con eso. Solo me botarían y no habría más.

—Ellos jamás asumirán la responsabilidad por nada. —Dijo cargando a Kyungmin quien se abrazó a su cuello.

—El general Choi dice que por unos meses viviremos en su enorme casa —rio su madre—. ¿Te imaginas? Espero que Kyungmin no se acostumbre, luego será un engreído.

—Por supuesto que no, lo criaste bien. —dijo dándole vueltas haciéndolo reír.

—Tras esto iremos a recoger nuestras cosas, el señor Choi dijo que estaríamos bajo su protección y no debía preocuparme por nada. Pero cariño ¿cuando regresarás? —le dijo ya preocupada, lo pudo observar, ella había estado llorando, sus ojos cansados la delataban, quizás no quería aumentarle la pesadez de llorar en frente suyo pero su propio corazón se le partía de pensar que ella estaba enterada de la noticia.

—No será mucho tiempo, quizás unos meses. Voy a estar bien, lo prometo. —le dijo ya bajando a Kyungmin para poder abrazarla.

Esta lo apretó fuertemente a su cuerpo.

V. A. T. (Sanwoo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora