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Mingi tenía a Tito en manos, se apreciaba un color verde saludable y su tallo parecía estable, brotaban dos ramas de las cuales nacían dos hojas, todo apuntaba a ir bien.

En la cocina ya se encontraban los demás, solo la sacaría unos minutos antes del chequeo. Comieron hablando de las cosas que les revisarian puesta el momento no habían recibido más revisión que la que hacían en la base al ingreso para descartar enfermedades que pudieran afectar a su desempeño en esta.

—Quiero que tome un poco de sol antes de irnos. —Dijo Mingi al llegar con una sonrisa.

Todos sonrieron antes de empezar a comer bien, los cuatro primero debían asistir a la grabación de un comercial de ropa.

—Todos listos en treinta minutos. —Wooyoung ordenó. Todos asintieron antes de dirigirse a hacer sus cosas y vestirse lo mejor que pudiese para todo.

El grabar cosas se volvía algo frecuente, Wooyoung había podido enviarle a su madre mucho dinero, solo se quedaba con lo que sabía gastaría. Los otros chicos hacían exactamente igual, distribuían bien su dinero para que les alcanzara.

Jongho por primera vez pudo tener una conversación tranquila con su madre, después de tanto podía verla reducir su trabajo, esta contaba con seis trabajos, apenas podía tener tiempo para sus hermanos pero con ño que le enviaba podía regresar por las tardes a descansar.

En casa de Mingi era igual, todos empezaban a recibir parte del dinero, sobre todo su padre quien ño esperaba emocionada en casa cada que podía y por supuesto Yunho logró comprarle algunos dulces que a su abuela tanto le gustaban.

La rutina de los comerciales les gustaba, se sentían bien al salir de grabar pues la gente los trataba siempre de la mejor forma.

Al llegar al chequeo médico todos fueron bien atendidos. San se mostraba preocupado por Wooyoung pues esperaba que este estuviera libre de toda enfermedad.

—Los resultados los traemos en algunos minutos. —les dijo el doctor que los atendió.

Todos esperaban ansiosos, Mingi bailaba con la bata haciendo payasadas mientras Yunho y Jongho reían, Jennie lo fastidiaba desde lejos y Hwasa y Kibum conversaban sobre un examen que sentía había resuelto mal.

—Aquí los tienen. —A todos les dio sus carpetas—. General Jung quisiera hablar un rato con usted.

San sintió su corazón acelerarse pues no era normal que llamara a nadie a hablar en privado, todos se quedaron en silencio.

—Por supuesto, vamos. —Contestó con calma Wooyoung antes de seguirlo.

Ambos se adentraron en el consultorio.

—Señor Jung, me parece que ha estado llegando a su limite muchas veces en muy poco tiempo, tengo su historial de la base y me sorprende que usted aun esté aquí de pie —Comentó el doctor serio—, dígame, que actividades estuvo haciendo estos días.

—Procuré cuidarme, he respetado todo el tratamiento que me dieron en la base y todo lo que he estsdo haciendo no requiere tanto esfuerzo fisico ¿hay algo de lo que deba preocuparme?

—Sus dedos casi están por completo curados pero me preocupa el veneno que recibió por parte del mardiana, no logro comprender como es que sigue en pie, incluso al día siguiente compitió y terminó teniendo nuevamente un desmayo por agotamiento —suspiró—. Voy a llevar un control detallado del estado de su sangre, aun en las muestras hay parte del veneno, sabe que el tipo de mardiana lenormus puede traer; sino la muerte, terribles efectos secundarios.

—He sentido los mareos y también lo de la visión pero ha ido disminuyendo.

—Haremos una drenación, necesito que venga por lo menos una vez a la semana.

V. A. T. (Sanwoo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora