Lo que callamos -Marco Asensio

Capítulo 43

Narra Marco

Salgo de casa y me dirijo al supermercado.

- Buenos días- saludo al entrar, ante todo educación.

- Buenos días- me responden los trabajadores con una sonrisa, puesto que son las nueve de la mañana y soy el único cliente.

Voy hacia la zona de higiene femenina y juro que no era consciente de los todos los tipos de compresas y tampones que existían hasta este momento. Me quedo observando todo, a ver Marco centrate. Te ha dicho que quiere compresas, así que descartamos los tampones. También puedo desechar las compresas sin alas. Y ahora ¿qué hago? ¿Las quiere súper, normales con tres gotas en el paquete o cuatro? Esto es más difícil que sacarse una ingeniería. Cuando ya he decidido ir a preguntar a una trabajadora una voz a mis espaldas me saca de mis pensamientos.

- ¿Necesitas ayuda?- me giro y veo a una trabajadora pelirroja mirándome sonriente.

- Siendo sincero un poco sí. Nunca imaginé que había tantos tipos de compresas. Hasta hace poco más de una hora yo pensaba que lo único que tenía alas eran los aviones y los pájaros, pero veo que estaba muy equivocado- digo gracioso logrando que se ría.

- ¿Sabes si te han enviado a por compresas o a por tampones? Por empezar a descartar opciones- me pregunta amable.

- Eso sí que lo sé- digo orgulloso de mi conocimiento- Mi chica me ha mandado a por compresas con alas.

- Perfecto, si yo fuese tú le compraría de las normales- dice tendiéndome el paquete- Estas se usan durante el día- me explica y sonrió agradecido- Y estas otras- me explica mientras me da un paquete de las súper- Se utilizan durante la noche o por el día si tiene una regla muy abundante. Además, le compraría una caja de salvaslip.

- Muchísimas gracias, de verdad. Yo ya me veía comprando un paquete de cada cosa para aceptar - digo sonriendole mientras sostengo lo que me ha dado- Una pregunta más ¿le comprarías algo más? ¿y sabes si hay algun alimento que alivie el dolor?

- Mira, por ejemplo el chocolate negro, los cacahuetes y el plátano ayudar con los dolores. Ah, y el salmón, las espinacas y las legumbres también ayudan- responde amable.

- Muchísimas gracias, en serio. No sé cómo puedo agradecértelo- le digo amable.

- No hay de qué, aunque bueno, para que mentir que una foto con el 20 del Real Madrid tampoco me importaría- contesta divertida, así que no dudo dejar lo que llevo en las manos y hacernos la foto- Muchas gracias, salimos muy guapos - dice riéndose.

- Gracias a ti por la ayuda- le respondo señalando todo lo que me ha ayudado a elegir.

- Dile a tu novia que tiene suerte de tener un novio tan atento como tú. Ojalá el mío se preocupase por mí como tú lo haces con ella.

- Se lo diré. Um, déjame decirte una cosa que espero que no te moleste. Pero si sientes que no se preocupa lo suficiente por ti quizás es que no es el indicado porque yo nunca antes me había preocupado e interesado tanto por alguien como con ella- digo sonriendo como un enamorado.

- Sí, creo que tienes razón y simplemente no es el indicado. Últimamente nuestra relación no está en su mejor momento y, honestamente creo que no conduce a ningún lado- dice sonriéndome triste- Anda, ves a comprar el resto de cosas y vete a casa, que tu chica te estará esperando- me dice divertida.

- Muchas gracias. Ya verás como al final encuentras a esa persona con la que estás destinada a ser- le digo amable y me marcho.

Diez minutos después estoy entrando en casa con la compra y, no dudo en dirigirme hacia el baño de, la que a partir de ahora es nuestra habitación. En cuanto pongo un pie en esta veo como Victoria sale del baño envuelta en una toalla y no puedo evitar sonreír enamorado.