Lo que callamos -Marco Asensio

Capítulo 24

Segunda parte capítulo 23

A partir del capítulo 23 ya es el presente, es decir dejaré de poner año ... porque eso era para que no os perdieseis en la historia. Si no me he explicado bien decírmelo

Una vez se ha levantado y espolsado el vestido levanta la cabeza y ...

- ¿Marco?
-¿Victoria?

Nuestras caras ahora mismo deben de ser un poema, nunca había dicho una palabra con tanta duda, temor y asombro.

-Cuanto tiempo, estás... has cambiado muchísimo- lo que echaba de menos oír su voz- Te he echado mucho de menos, bueno a ti y a todos.

- Yo no sé que decir- le digo rascándome la nuca nervioso- Tú también has cambiado muchísimo, estás guapísima y yo también te he echado de menos.

Nos quedamos en silencio mirándonos, hasta que de repente e instintivamente nos abrazamos los dos. Aprovecho para oler su pelo, su perfume y es ahí, cuando siento de nuevo esas mariposas en el estómago que sólo ella me provoca, y es cuando entiendo que he hecho bien en dejar a Marina porque en realidad a la mujer que amo ha sido siempre la misma, Victoria. La mujer que es mi todo desde que tengo memoria, la persona a la que conozco mejor que a mí mismo, y ahora que la tengo entre mis brazos no pienso dejarla escapar, ni perder el contacto nunca más. Al rato nos separamos, menos mal que estamos apartados del mundo y casi nadie nos ha visto, sólo espero que nadie haya grabado esto porque puede traernos problemas.

- Tenemos que ponernos al día. Han pasado muchas cosas en estos años y yo llevo sin saber nada de vosotros demasiado tiempo. Has de saber que me alegré un montón cuando lo de tu fichaje por el equipo de tus sueños y bueno por el mío, pero ésto es algo que no puede salir de aquí.

- Por Mallorca han pasado muchas cosas- sonrio y me rio solo de pensarlas- Pero es algo que no me da tiempo de contarte ahora. Así que te propongo que me des tu número para poder quedar.

- Espero que ligando seas menos directo- creo que me estoy poniendo rojo- Ten cuidado que explotas, tomatito. Apunta 6.. ... ...

- Te mando un WhatsApp y quedamos.

- Está bien, tenemos que hablar de muchas cosas. ¿Qué tal todo con el Real Madrid? La verdad es que no me creo que mi mejor amigo de la infancia sea la joya blanca.

- La verdad es que no me puedo quejar. ¿Y a ti qué tal te va la vida?

- Bastante bien. He seguido jugando a fútbol y haciendo atletismo. He jugado en el Real Zaragoza hasta que el Atlético de Madrid se interesó en mí y me ficharon. Es más hoy estoy aquí como posible candidata a ganar el balón de oro. La selección española absoluta me convocó por primera vez algo antes de que debutase con el atlético y desde entonces siempre me convocan. Por otra parte soy atleta profesional, campeona en varias categorías del campeonato nacional, del aragonés y europeo- yo flipo con esta chica- No sigues el fútbol femenino ni el atletismo ¿verdad?

- No mucho, es que tanto fútbol me aburre y el atletismo... ya sabes que sólo veía las carreras cuando corrías tú- le explico brevemente mientras me rasco la nuca nervioso.

- Te lo pasaré por esta vez, pero que sepas que el fútbol femenino es igual o mejor que el masculino.

Mientras habla le miro a los ojos y, de un momento a otro me pierdo en ellos, sin darme cuenta de que a ella le ha pasado lo mismo. Sin poder evitarlo le como con la mirada, paso de sus ojos a su pequeña nariz, de la nariz a sus rosados y perfectos labios, de ellos a su barbilla, de la barbilla al cuello, del cuello a su pecho donde sin poder evitarlo me quedo más rato. Hay que ver lo que ha cambiado, aún me acuerdo el día que le vino su periodo por primera vez y fui el primero en enterarme. De ahí paso hasta sus caderas y así sucesivamente.