Capítulo 13

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Una semana después

Narra Marco

-Victoria, lo siento mucho. Ya está, tranquila. Juan no te querría ver así y lo sabes. Él siempre lucho por tu felicidad, la de tu hermano, de tu madre y la de todos, verte así le partiría el alma. Ya sabes lo que decía si lloras que sea de risa. Por favor deja de llorar. Vamos a fuera y te tranquilizas- supongo que ya sabréis que ha pasado, Juan ha fallecido y estamos en el tanatorio.

~Flashback~

Estamos en clase de mates. De repente tocann la puerta y llaman a Victoria. No me ha dicho nada de que tuviese que ir a algún lado, así que sólo puede ser una cosa y no es nada buena. Veo que detrás de nuestra tutora está la psicóloga del instituto. Efectivamente mis sospechas son ciertas y eso no es nada bueno. Victoria sale por la puerta y seguimos con la clase normal, yo miro preocupado a Javi que está al tanto de que Juan ha empeorado mucho estos últimos días y él me mira igual. De repente vuelven a llamar a la puerta, veo como cogen las cosas de Victoria, ahí es cuando mis sospechas se confirman del todo. No puedo evitar que se me pongan los ojos llorosos y derramar alguna lágrima. Al fin y al cabo era mi segundo padre, he pasado muchos momentos con él. Pero ahora todos hemos de mostrarnos fuertes delante de Victoria porque si nos ve derrumbarnos va a ser peor.

-Marco Asensio, sal un momento por favor- me dice la conserje una vez ha cogido las cosas de Victoria.

Me levanto y salgo con ella. Veo a Victoria e instintivamente voy a abrazarla para intentar que deje de llorar. No me quiero ni imaginar cómo lo debe de estar pasando porque yo estoy fatal. Le froto la mano por la espalda una y otra vez, mientras la apoyo en mi pecho para intentar consolarla, entre la psicóloga y yo conseguimos que se tranquilice, una vez que se ha tranquilizado va a avisar a Luca y yo me quedo con Victoria. La conserje nos lleva a una sala para que nadie nos vea así y se va.

- Victoria, ya está ¿vale?. Piensa que ahora está en un lugar mejor, que ya no se encuentra mal. Pero sobre todo piensa que a partir de ahora vas a tener a tu propio ángel de la guarda, que desde el cielo te va a cuidar y proteger. Te va a ayudar en todo, Victoria tienes que ser fuerte más que nunca. Todo va a cambiar, pero siempre, siempre me vas a tener contigo- paro para mirarale y ella me abraza más fuerte, derrepente siento algo que nunca había sentido, se me comprime el corazón y siento que me muero al verla así- Victoria prometeme que no te vas a derrumbar, tienes que hacer que siga estando orgulloso de ti.

- Me han faltado tartas cosas por decirle, por vivir con él.

- Victoria nunca es buen momento para nada así , siempre faltan cosas por vivir, por decir. Pero eso es bonito a su modo, es bonito porque cada vez que recuerdes algo vivido, algo dicho, siempre lo verás con distintos ojos, de distinto modo porque el contexto será diferente. Pero recuerda que sólo muere lo que se olvida y a Juan nunca le vamos a olvidar.

- Gracias Marco, de verdad pero- le corto antes de que acabe.

-Es normal que al princio todo esto te parezca una chorrada, pero te doy tres días para que estés de bajón y después te quiero ver demostrando lo que vales, porque te apellidas Carrasco como tu padre, haz honor a ese apellido.

-Gracias- la abrazo mucho más fuerte.

Estamos así un rato, he conseguido que se calme bastante. Llega Luca y nada más se ven corren los dos a darse un abrazo. Sinceramente creo que lo necesitaban, al fin y al cabo están pasando por lo mismo. Luego empiezan a susurrarse cosas para intentar tranquilizarse mutuamente. Al rato toca el timbre del recreo pero ninguno nos movemos, ellos porque no tienen ánimo ni fuerzas para nada y yo porque no puedo dejarlos así, solos, a la familia que he elegido. Derrepente tocan a la puerta y la abren. Nos giramos y vemos a la pandilla de Luca y a la de Victoria y mía, quienes no tardan en tirarse abrazarles, y apoyarles. La verdad es que somos todos una familia. A mí también me abrazan porque saben como me siento aunque intente disimular pero estaba muy unido a él. A mitad del recreo, vuelven a tocar la puerta y aparece la tía de los Carrasco, se abrazan y les da el pésame... Se va con ellos al tanatorio y nosotros nos quedamos aquí, después de despedirnos y darles nuestro apoyo.

Lo que callamos -Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora