Capítulo 30

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Narra Victoria

Ya ha pasado un mes desde que se fueron los y las mallorquines y mallorquinas. Este mes ha sido bastante ajetreado, entre la universidad, el fútbol y el atletismo. He de decir que este mes he estado fuera de España porque he tenido competiciones, y como sé que ahora todo el mundo va a pensar que las competiciones eran de futbol, voy a aclarar antes de nada que no, que no eran de fútbol, sino que eran de atletismo. Por tanto me he perdido varios partidos, a parte de días de clase. Pero no os preocupéis, en mi contrato con el Atlético de Madrid está presente que a lo largo de mi carrera futbolística me voy a perder bastantes partidos por dicho motivo, y ellos lo saben y lo apoyan. Es más, me apoyan tanto que los todos los partidos que me tuve que perder, las chicas jugaban con un símbolo en la camiseta qué es con el que corro, él que me representa, para apoyarme. Ahora en cuanto a temas estudio se refiere, está todo bien, tengo amigos y amigas que me han pasado los apuntes y que me han explicado todo lo que han dado estos días que he faltado, a parte que los profesores también me lo han explicado porque entiende mi situación y me ayudan y me apoyan. Así que estoy muy contenta y agradecida. Ahora sin más dilación, porque se que os lo estáis preguntando ... os voy a decir cómo me han salido las carreras, ... Gané todas menos dos, en las cuales quedé segunda, y por tanto, estáis hablando nada más ni nada menos que, ¡CON LA CAMPEONA DE EUROPA! Estoy súper feliz, es otro sueño hecho realidad, la mismísima imagen de que con esfuerzo y sacrificio se puede lograr todo.

...

"Pasajeros del vuelo con destino a Madrid, España, dirínjase al avión para embarcar" - anuncia una voz en inglés, sacándome de mis pensamientos e indicándome que es hora de volver a casa, con un nuevo capítulo de mi vida escrito, y tras haber hecho historia.

Me levanto de la silla en la que estaba sentada y con una sonrisa cojo la maleta y mi mochila y me dirijo al avión, de vuelta a casa. He de decir que llevo mi mochila como si la vida me fuese en ello,  porque ahí llevo los trofeos, las medallas... y estoy como para perderlos o que se rompan.

Paso por una tienda en la que vendían comida y no dudo en comprarme algo para el viaje, por dos motivos: el primero es que me muero de hambre, tanto que me rujen las tripas, y el segundo que en el avión la comida es carísima, además de que tiene una pinta que dice cómeme.

No me digáis que no tiene buena pinta

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No me digáis que no tiene buena pinta.

Tras esta compra de última hora, me dirijo ahora sí que sí al avión para embarcar, maleta y comida en mano y con la mochila por delante como si fuera mi mayor tesoro.

Acabo de sentarme en mi asiento correspondiente, menos mal que me ha tocado ventanilla. Es una pequeña manía que tengo, cuando viajo en avión me encanta estar en lado de la ventanilla, para que se me haga el viaje un tanto más ameno. Y tras ver que una de las cosas que deseaba se cumplido sólo me queda rezar para que la persona o personas que se sienten a mi lado sean majos o majas.

Lo que callamos -Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora