Capítulo 38

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Narra Marco

Hoy es viernes, mañana es la barbacoa en casa de Sergio. A decir verdad estoy un poco nervioso, sé que se van a llevar bien, pero vamos, que no me fío de ellos y de sus comentarios.
Ahora me estoy preparando para ir a entrenar.

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- Hombre, pero si ha llegado Romeo- grita Morata al verme entrar al vestuario, estamos los de siempre.

- ¿Listo para presentarnos a Julieta?- continúa Isco.

¿Entendéis a lo que me refiero cuando hablo de sus comentarios?

- Sois muy graciosos, ¿lo sabéis?- contesto sarcástico, a lo que se ríen- La verdad es que tengo muchas ganas.

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Al salir del entrenamiento me dirijo a mi casa y me pongo a hacer la comida para dos, sí, Victoria viene a comer aquí.

Lo sé soy un chef envidiable

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Lo sé soy un chef envidiable. Cuando estoy acabando la comida recibo un mensaje de mi amada.

Hola Marquito 🙈
Salgo ya del entreno, voy para allá.

Está bien cielo.
La comida está casi lista, buen viaje.
Te quiero😍.

Te quiero mucho más.
Ahora nos vemos ❤

¿Empalagosos? Nah, ¿por qué creéis eso? Mientras termina de hacerse la comida empiezo a poner la mesa, sí, aprovecho el tiempo para hacer varias cosas a la vez. Cuando estoy poniendo la comida en los platos suena el timbre, justo a tiempo. Mientras me dirijo a la puerta se me va formando una sonrisa de tonto enamorado que no puedo con ella, pero ¿qué le voy a hacer?, cada día estoy más enamorado de esa rubia loquilla y no puedo estar más contento.

- ¿Quién es?- pregunto con sorna al llegar a la puerta.

- Umm telepizza- contesta mi voz favorita y no puedo evitar reírme. Abro la puerta y mi sonrisa se ensancha todavía más, en conclusión el gato de Alicia en el País de las Maravillas no es nada comparado conmigo- Hola guapísimo- dice una vez está dentro, mientras pasa sus manos por mi cuello y se pone de puntillas para besarme, a lo que respondo rodeando su cintura.

- Hola preciosa- le respondo una vez nos hemos separado y no puedo evitar volver a besarla, en mi defensa diré que es adictiva- Me has pillado poniendo la comida en los platos, ¿lista para degustar mi maravillosa comida?

- Más que lista, he venido rezando para no intoxicarme- dice mirándome divertida, a lo que me hago el ofendido- Na, sabes que es broma, me encanta tu comida- no puedo evitar mirarle pervertidamente, a lo que me empuja.

- ¿Has traído las cosas para mañana?- le pregunto una vez sentados en la mesa. Por cierto, se me ha olvidado deciros que se queda a dormir esta noche y así mañana iremos directamente a la casa del capi.

Lo que callamos -Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora