27. La lluvia que borró el color

61 6 0
                                    


Los tres tomaron el autobús hasta los juegos de video donde se divirtieron mientras gastaban el poco dinero que un trio de adolescentes podían poseer. Después de reír ante la desesperación de Taehyung por no poder ganar una sola partida en el Hockey de mesa Jungkook uso sus últimas monedas para comprar helados para él y sus amigos.

Caminaron juntos por un rato de regreso hasta que Jimin tomó el autobús que lo llevaría a su casa, justo en la dirección contraria a donde vivían sus amigos. Así Tae y Kook siguieron caminando juntos.

— Definitivamente pondré hockey de mesa junto a cocinar en mi lista de cosas para las que soy pésimo. — Jungkook no dejaba de reír.

— ¿Tienes una lista así?

— Pues debería. Si fuera un super héroe sería como mi lista de debilidades.

— ¿Y cuáles serían tus superpoderes?

— Ser guapo, ser carismático y la super velocidad. — Kook rio aún más.

— Los primeros dos no son superpoderes.

— ¿Te burlas de mis poderes? — Kook asintió — Entonces hágame el favor de impresionarme señor ¿cuáles serían tus superpoderes?

Kook lo meditó por un momento y luego se dio cuenta de que nunca había pensado en él como un super héroe. Él no se consideraba alguien valiente o digno de admiración.

— No lo sé, tal vez la invisibilidad. — Taehyung puchereó.

— Ese poder es muy aburrido. ¿por qué no volar?

— ¿No se supone que debo escogerlo yo?

— Si pero....

Taehyung dejó de hablar al sentir algo frío que golpeo su cabeza. Se tocó el cabello y estaba húmedo, había sido una gota de agua a la cual comenzaron a unirse muchas más unas tras otras.
Ambos muchachos sin pensarlo demasiado comenzaron a correr mientras la lluvia se acrecentaba con velocidad. Pasaron unos minutos hasta que llegaron a casa de Kook completamente empapados mientras la lluvia comenzaba a ser más agresiva con viento y truenos. 

— Kookie — Habló su madre saliendo de la cocina encontrándose con ambos —  Parece que los atrapó la lluvia ¿por qué no suben a cambiarse? Préstale algo de ropa a tu amigo y bajen a comer algo.

— Si mamá.

Ambos subieron las escaleras temblando y escurriendo. Kook le prestó algo de ropa a Tae y lo dejó cambiarse en su baño mientras él usaba otro. Taehyung salió del baño descalzo y observó la habitación. Un trueno lo sobresaltó, no parecía que la lluvia fuera a parar pronto. Su cabeza comenzó a hacer de las suyas trayendo recuerdos a su memoria, pero trató de dispersarlos diciéndose que no era momento. Tenía que controlarse hasta poder regresar a casa.

Kook entró a la habitación secando su cabello con una toalla y arrojándole otra a Taehyung. 

—  Creí que mi ropa te quedaría un poco pequeña porque eres más alto que yo, pero no te sienta nada mal.

— Claro que no, a mi nada me sienta mal.

Kook rio ante la actitud de su amigo pero otro trueno los sobresaltó esta vez a ambos. Miraron serios por la ventana unos segundos¿En qué momento un día tan divertido comenzó a semtirse triste y melancólico?

— Deberíamos bajar a comer.

Taehyung asintió y siguió a Kook hasta abajo sentándose en el gran comedor frente a él. No dejaría que la tristeza lo hundiera, después de todo estaba con Jungkook y podría distraerse y pasar un momento ameno. Eso era lo que creía, creía que podría mantener bajo control su corazón, pero cuando vio salir a la mamá de Kook de la cocina con dos grandes y humeantes platos de Mandunguk creyó que el destino se reía cruelmente de él en su propia cara.

Lluvia de cerezos (Taekook-Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora