—Jungkook. Kookie — la dulce voz resonaba por la casa mientras aquel que las pronunciaba se movía sigilosamente escaleras arriba — Jungkook ¿Dónde estás? — Los pasos se acercaban por el pasillo hasta la puerta de la habitación de Jungkook haciéndose cada vez más sigilosos.
La puerta de la habitación se abrió dando paso a la persona que aún pronunciaba el nombre. Los pasos se dirigían dentro del guardarropas de la habitación, se acercó sigilosamente hasta los abrigos y se detuvo frente a ellos antes de rápidamente meter las manos entre las prendas y sacar de entre ellas a un pequeño Jungkook de cinco años.
—¡No! — Gritó el pequeño tratando de zafarse de los brazos contrarios no logrando nada.
La persona contraria lo cargó hasta la cama dentro de la habitación colocándolo en ella mientras el niño se retorcía aun tratando de liberarse. Los dedos del más grande comenzaron a picotear ligeramente los costados del más pequeño causándole grandes carcajadas.
—¡No Nona! ¡Hanie Nona! — Gritaba el pequeño entre carcajadas mientras su prima continuaba haciéndole cosquillas.
Después de unos segundos la chica se detuvo y sonriendo se sentó en la cama a un lado del pequeño esperando a que este calmara sus risas.
— Yo Gané esta vez.
— No es justo, no tardaste nada. Así que desde el principio supiste donde estaba, estoy seguro que espiaste — Atacó el más pequeño con un tierno puchero.
— Supe dónde estabas porque las tres rondas pasadas te escondiste en el mismo lugar Kookie. Tienes que buscar escondites diferentes si quieres ganar.
—Es que ese es mi escondite favorito Nona. — Respondió el más pequeño manteniendo su puchero.
—De acuerdo. Así sabre donde encontrarte siempre.
—Juguemos otra vez. Esta vez ganaré — El pequeño como pudo se arrastró por la cama para bajar de ella con cuidado, listo para salir corriendo.
—Alto ahí. — Hanie lo tomó y lo sentó en la cama. — Ya terminó la hora de jugar, ahora debemos hacer tu tarea.
— Pero Nona. — Se quejaba Jungkook mientras seguía a su prima que se había levantado de la cama para buscar su mochila.
— No hay peros, mañana tienes clases y tu mamá me pidió que te ayudara a hacerla.
— No quiero — declaró el pequeño sentándose en el piso de su habitación.
—Tienes que hacer tu tarea Kookie, yo también tengo tarea que hacer. — La chica se sentó frente a Kook comenzando a buscar en la pequeña mochila del niño.
— No. Digo que no quiero ir a la escuela.
—¿Por qué? ¿no te gusta?
—Es divertido, pero, es que no tengo amigos — confesó mientras jugaba con sus deditos.
—¿Por qué lo dices?
—Es que yo siempre me les acerco a hablarles, pero ellos no dicen nada o se van.
— Debe ser porque son tímidos. Solo has ido una semana, estoy segura que pronto tendrás muchos amigos.
— No necesito muchos amigos, si solo tuviera uno yo sería muy feliz.
— Me tienes a mi — La chica desordenó ligeramente su cabello.
—Si, pero es diferente, tú eres mi prima favorita. — La chica enternecida sonrió
— Y tú eres el mío.
— Entonces juguemos una última vez. — Jungkook animado se puso de pie.
— Está bien, pero esta si será la última vez.
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Lluvia de cerezos (Taekook-Kookv)
Fiksi PenggemarJeon Jungkook tiene un problema; no sabe ni puede relacionarse con los demás. Esto desde que a los cinco años sufrió de un fuerte trauma. Desde entonces tiene visitas frecuentes con psicólogos y psiquiatras. Ha tenido múltiples tratamientos. Con un...