Conviviendo

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En el año 107 d.c la Reina Alicent esperaba a su tercer hijo, el cuál se pronosticaba que nacería como un niño del verano. Según la forma de su vientre sería un varón, por lo tanto ya estaba destinado el nombre para el príncipe. En el caso especial de que fuera una princesa también, solo que los preparativos básicos como los colores de su ropa o regalos eran típicos de un niño.

El parto no fue complicado, era una de las razones por las cuales envidiar a la Reina. Ella siempre se veía asombrosa en sus embarazos y no sufría en lo absoluto, más de lo típico por supuesto. Duró mucho menos que sus anteriores partos, estaba bien posicionado y la dilatación fue más rápida de la usual, cosa por la cual hicieron bromas de que el príncipe tenía muchas ganas de salir a divertirse.

Fue nombrado Aemond, un nombre escogido particularmente por la Reina, ya que el rey no mostraba menor interés. Aún así fue un príncipe que llegó para ser amado y tener mucha atención, por lo menos en sus primeros meses. Su alimentación y crianza básica fue destinada principalmente a la servidumbre, se excusaba de que no tenían mucho tiempo al tener hermanos mayores, entre ellos uno muy hiperactivo.

Por fortuna de todos el príncipe no tuvo esa complicación, aún siendo un pequeño bebé era muy tranquilo y solo lloraba si tenía una necesidad con urgencia. Era más risueño, solía reír bastante con los juegos de las criadas y algunas frases cariñosas que le decían. También su madre lo sabía perfectamente, lamentaba dejarlo un poco de lado por su hermano mayor Aegon, pero sabía que en algún futuro todo valdría la pena.

Se tenía la creencia a puerta cerrada de que algún día el príncipe Aegon sería nombrado heredero al trono al ser el primogénito del rey. Por lo menos de eso se aferraban, porque el "primogénito" del rey estaba muerto y él simplemente era su tercer hijo. Debe ser triste aferrarse a algo sin sentido y dejar las cosas importantes de lado ¿Lograrán tener su redención a tiempo?

Antes de que Aemond cumpliera 1 año, sus sobrinos Jacaerys y Aemmyra nacieron en King's landing. Se estaban realizando preparativos para el primer onomástico del príncipe Aemond, esa misma semana la princesa Rhaenyra rompió aguas y tuvo a 2 hermosos mellizos de pelo blanco con unas pequeñas ondas. Los rumores sobre el matrimonio de la heredera al trono por fin se disiparon, todo parecía ser paz. Sus huevos eclosionaron al contrario de lo sucedido con el príncipe menor del rey, no tuvo la misma suerte por razones desconocidas, aunque se dice que al no ser un Targaryen puro se corre ese riesgo.

Después de este maravilloso suceso, pactaron la costumbre de que ambas familias (Targaryen y Velaryon) se reunieran un mes entero en la fortaleza roja a celebrar el día del nombre de los 3 príncipes. Cada tanto se podrían realizar torneos si era un año especial, pero no sé excedían ya que no era necesario. Cabe recalcar que este periodo de tiempo de celebración y de convivir en familia era demasiado, pero siendo una ocasión anual y teniendo en cuenta que no estaban en muy buenos términos era lo mejor para todos.

Cuando el príncipe Aemond tenía 7 años, se decidió que por la salud del Rey Viserys se mudaría indefinidamente la familia de la princesa Rhaenyra a la fortaleza roja, aunque también estaban presentes algunos problemas en la corte. Está noticia en un principio era incómoda para ambas familias, pero todos tenían que contribuir para que finalmente pudieran limar asperezas.

Aemond no estaba muy contento con la noticia, según su madre ellos podían ser unos verdaderos salvajes, no tenían la delicadeza que ellos tenían y que no importaba que ellos si tuvieran dragones, siempre sería mejor que ellos. Algunos recuerdos hacían cambiar su parecer ante esos insultos, tenía unos muy bonitos recuerdos de la princesa Aemmyra. Se podría tomar de ejemplo aquella vez que fueron de cacería cerca de una pradera llena de flores, dónde ella les hizo coronas de flores a todos y sin hacer ninguna clase de distinción. Aunque ella sí tenía distinción con su trato, ya que tenía una cercanía espontánea con él, les gustaban los mismos libros sobre leyendas y solían charlar en Alto Valyrio aunque no supieran muchas palabras.

Mar y Fuego | Aemond Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora