La pequeña Saera

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La princesa Saera obtuvo su dragón desde el día de su nacimiento, Aemmyra ordenó con antelación preparar un dragón de la camada de Myrax. El bebé dragón era de un color verde brillante, le pusieron el apodo de dragón esmeralda por esa característica. Aemond estaba muy tranquilo y orgulloso por este hecho, su pequeña había logrado algo que él no, un dragón de nacimiento.

-¿Saera sigue durmiendo? Es muy dormilona, a veces ni siquiera se despierta totalmente cuando le doy de comer.- Dijo Aemmyra, estaba sentada en una mecedora mientras tenía calcetines de bebé verdes, quería combinarlos con su bello dragón.

-Si, desde que cumplió 3 meses ha dormido más ¿Te acuerdas cuando nos teníamos que turnar? Se despertaba con todo, ahora duerme seguido casi unas 6 o 7 horas, lo suficiente como para agradecer a los dioses.- Le dió un besito como saludo y se sentó en el sillón de al lado.

-Mi cara lo recuerda cada día amor, tener papas o pepinos en la cara hacen que no se me despelleje por el cansancio. Te envidio por siempre ser hermoso aún con cansancio, me dan ganas de tener otro hijo...oh...- Se detuvo por el lloriqueo de Saera en el otro lado de la habitación, había pedido una ampliación después de dar a luz por comodidad.

-Saera es perfecta, si tenemos otro probablemente salga como tus hermanos, inquietos y se burlaran de mi ojo en el futuro.- Dijo levantándose y yendo a ver a su bebé, la cargo con suavidad y la llevo con su madre.

-Es muy hambrienta, soy una vaca para ella. Te prefiere a ti, cuando llora mi voz la hace llorar más fuerte y tu con solo tomarla se calma.- Dijo triste, sacando su seno con cuidado y acomodando la boca de su bebé para mejor agarre.

-El próximo te querrá a ti, si es que tenemos otro, si no criaremos a Saera para que sea buena con ambos, no una niña de papá ¿Cierto mi princesita? Serás muy buena mi princesa hermosa.- Dijo Aemond, adulando a su bebé desde lejos.

-La malcrias demasiado, ni siquiera puedo seguir los consejos de mamá por tu culpa, no la dejas crecer y experimentar a gusto.- Dijo Aemmyra con cierto disgusto, Aemond era demasiado sobreprotecto.

-Dejarla casi sola dando vueltas por ahí me parece peligroso.- Dijo Aemond tratando de defenderse.

-No es dejarla sola Aemond, es dejarla a un metro de ti y que mueva sus extremidades sola, si por ti fuera ella creería que es solo un torso y cabeza, no la dejas hacer nada.

En media discusión la reina llegó, venía a ver a su nieta casi todos los días desde su nacimiento, estaba fascinada por el parecido que tenía a su persona. Otto venía de vez en cuando, pero cada vez menos, pero él también decía que Saera era la versión de Alicent si fuera Targaryen. Rhaenyra estaba encantada con eso, menos Daemon, si lo fuera porque es la hija de Aemmyra diría que es una bebé serpiente.

-¿Cómo está mi hermosa nieta? Oh, lo siento querida, no sabía que estabas amamantando.- Se giró por un segundo para que Aemmyra pudiera taparse con un pañuelo o tela especial.

-Cada día más grande y hermosa, ahora despertó hambrienta.- Dijo Aemond con orgullo, Alicent se giró y se sentó al lado de su hijo.

-¿Cómo has estado mi niña? Te ves agotada.- Pregunto Alicent, aquella pregunta hizo que la princesa volteara los ojos y desviará la mirada completamente indignada.

-Mi esposa ha estado regular, está recuperando energía, se recuperará rápido al yo estar más involucrado, haré unos ejercicios aquí para mantenerme en forma en vez de desaparecer horas.- Dijo Aemond tranquilo, la reina sonrió incómoda y se paró nuevamente.

-Vine aquí porque el rey quiere una cena, les quería preguntar si quieren dejar a Saera al cuidado de mis criadas de confianza o la llevarán, pueden dejar la cuna ahí temporalmente si les incómoda, sé que nunca la dejan sola y no dependen de nadie.- Dijo la reina, aquello le parecía extremadamente extraño pero no juzgaria la paternidad de su hijo menor.

-Sería genial llevarla, pero los ruidos la alteran, no está acostumbrada, creo que...- Aemond fue interrumpido por Aemmyra.

-La llevaremos, si es que nadie está enfermo obvio, no arriesgare a mi pequeña a una enfermedad que podría ser mortal.- Dijo Aemmyra, despegando a la pequeña de su pecho y Aemond acercándose para cargarla.

-Me parece perfecto, Jace, Baela, Rhaena y Luke llegan mañana, es una cena importante, el rey parece estar...en sus últimos días y quisiera despedirse con toda la familia presente.- Hubo un silencio sepulcral, la muerte del rey significaba muchas cosas.

-¿Está muy mal? Lo último que supe es que ha estado en cama los últimos días, apenas soportando el estar despierto.- Dijo Aemmyra con timidez, los recuerdos de viserys la estaban llenando de tristeza.

-La presencia de la princesa Rhaenyra lo ha ayudado bastante, el maestre dice que si no fuera por ella... él ya no estaría con nosotros, agradezco haberlo tenido aquí mientras se pudo..- La reina soltó una pequeña lágrima, con un gesto cortes se despidió y abandono la habitación.

-Esta cena cambiará el mundo querida, quizás con que nos sorprenda.- Dijo Aemond con una sonrisa vacía.

-Se acerca el día Aemond, te probaré lo que es capaz de hacer Otto Hightower, él intentará cualquier cosa para que no coronen a mi madre. Sabes perfectamente lo que tienes que hacer ¿Lo recuerdas?- Lo miro fijamente esperando su respuesta, él solo asintió levemente.

-Te probaré que soy leal a tu madre.

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Agradezco enormemente a las personas que han llegado a esta parte de la historia, les informo que quedan 1 o 2 capítulos para finalizar.

Si quieren que retome la historia desde otra perspectiva deben pedírmelo, me tomaré un tiempo de descanso para planificar lo básico, que lo haga realidad depende de ustedes (si es que me contestan obvis)

También haré pequeños extras de lo no visto en esta historia, por ejemplo: El cumpleaños de Aemmyra y Aemond, el nacimiento de Maelor, lo que específicamente sucedió en la noche de bodas, las aventuras de Aemmyra en westeros, etc.

Atte Bel

P.D: Me dio flojera actualizar hoy 6/3, soporten hasta el 9/3.

Mar y Fuego | Aemond Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora