Pasaron casi 6 meses desde la boda de Jace, Luke ya estaba casado pero como era joven no había consumado su matrimonio ni nada, Baela estaba embarazada de gemelos según un maestre y todos estaban felices con esa noticia. Helaena tenía predicciones de parte de maestres de que su parto sería en un par de semanas, Aegon estaba a su lado desde que Jace se había casado, su relación actual era extraña.
Desde hace un par de días los maestres insistían en que la princesa daría a luz en esta semana, nadie estaba preparado para eso aunque fuera una obviedad. Su panza era del tamaño adecuado, las patadas eran más fuertes y regulares y Aemond solo trataba de estar todo el día a su lado, dejando de entrenar por la semana y solo dedicándose a su esposa.
Aemmyra estaba completamente asustada, había roto la fuente hace media hora y su madre trataba de calmarla con una bebé de dos meses en sus brazos, su hermosa hermana visenya había nacido sana y salva. Tenía los ojos de Daemon, era una mezcla hermosa entre su madre y Daemon, podía apostar de que ella le quitaría el título de "Delicia del reino" a su madre en el futuro. Aemond estaba presente también, había regresado con maestres y parteras, estaba muy agitado.
-Mamá ya no quiero, duele mucho.- Dijo Aemmyra totalmente asustada, viendo cómo las parteras querían tocarla y revisarla, ella se negaba por completo.
-Mi niña, estaré aquí contigo. Por favor, deja que te ayuden, no te harán nada malo, no lo permitiré.- Dejo que una criada de confianza se llevará a visenya, ya que quizás su llanto podría alterar más a Aemmyra.
-Ya no quiero esto, no lo soporta...- Se quejo fuertemente por una contracción repentina, esos dolores estarían constantes y aumentando su intensidad hasta que llegue a la dilatación apropiada.
-Cariño, por favor recuestate, deja que te revisen.- Aemond le ofreció el brazo y ella lo acepto con timidez, la logro recostar y las parteras se encargaron de revisarla.
-Mi príncipe, por protocolo y comodidad de la princesa puede esperar con la familia en el salón, estaremos en contacto con ustedes si sucede algo.- Dijo el maestre a cargo, lamentablemente había querido hacer lo mismo con Rhaenyra pero ella se negaba rotundamente a dejar a su hija.
-Si necesitas de mi compañía llámame, vendré aquí de inmediato ¿Si? Cuídate mucho amor.- Aemond le agarro la mano fuertemente mientras se despedía, finalizó con un tierno beso.
Aemond se retiro con su corazón en la garganta, Rhaenyra le juro que ella saldría bien y que no se preocupara. Las horas pasaron, Aemmyra daba vueltas por la habitación haciendo ejercicios para dilatar más rápido, Rhaenyra la acompañaba para que no se sintiera sola. Lamentablemente el trabajo era muy lento, le recomendaron relajarse pero la princesa les contestaba que ellos no sentían un cuerpo entero tratando de salir por su vagina, el parto la volvió algo agresiva, no era para menos.
-¡Vayanse al carajo! ¡¿Por qué duele tanto?!- Se quejó nuevamente, afirmándose de un mueble con fuerza, las gotas de sudor caían por su frente.
-Aemmyra, debes relajarte, eso va a terminar, minutos de dolor y una eternidad de felicidad querida.- Rhaenyra la llevo de vuelta a la cama y su dilatación había llegado a 5 CM, aún quedaba el doble.
Las horas pasaron, a este punto del día ya habían pasado 10 horas de parto, ya tenía 10 cm de dilatación y era hora de pujar. Aemmyra ya estaba cansada, pero cuando le informaron de que ya podía pujar una energía la lleno y estuvo dispuesta a hacer la fuerza que le pdiieran. Pujó 5 segundos y 10 segundos de descanso, así sucesivamente hasta que la cabeza estaba afuera completamente y quedaba la nada misma pata el cuerpo.
-Lo hiciste muy bien hija, lo hiciste excelente.- Dijo Rhaenyra llorando de la emoción, el recién nacido lloraba escandalosamente de fondo y Aemmyra por fin pudo dejar caer su cuerpo por cansancio.
-Es una niña, es una bebé sana, princesa.- Dijo una partera mientras la limpiaba un poco, se la entrego envuelta en una manta y fue entregada a Aemmyra.
Aemmyra sintió una conexión instantánea con su hija, era una preciosa niña con el pelo blanco y ojos morados, tenía los ojos de Aemond y la nariz de la reina, había poco de ella en sus facciones lamentablemente. Rhaenyra hizo la broma de que algunas mujeres casi mueren dando a luz para que finalmente se parezca más a sus esposos, parecía un castigo o una broma de mal gusto.
-¿Cómo la llamaras?- Pregunto Rhaenyra mientras hacia un gesto con la mano para que avisarán a la familia.
-Saera, se llamará Saera.- Dijo sonriente, cómo si fuera el nombre más hermoso del mundo. Le retiraron a Saera de los brazos con cuidado, cortaron el cordón umbilical y una partera buscaba la placenta que estaba por venir.
-Ahora descansa querida, no dejaré que vengan a verte hasta que estés mejor, tampoco a la niña si es que no quieres. Visenya me espera, estará hambrienta, detesta la leche de otras, es una pequeña malcriada.- Le dió un beso en la frente y espero un momento en la puerta, quería verificar que Aemmyra tuviera a su bebé antes de irse. Una vez que fue así se fue tranquila, Aemond llegó un par de segundos después de que ella se fuera.
Aemond estaba ojeroso, tampoco había dormido en toda la noche, sus manos tenían heridas de pellizcos y tenía el labio inferior roto. Para él no existieron más personas en la habitación que su esposa y su hija, se arrodilló para abrazarlas, la pequeña Saera volvió a llorar por el brazo extraño que la tocó. Aemond acaricio suavemente su cabeza y la pequeña se calmo al minuto. Aemmyra tenía los ojos cristalinos por la emoción, no podía creer que su hija estuviera ya en sus brazos.
-Se parece más a mi madre, no tiene ni siquiera tu boca, la niña escogió a su padre favorito ya.- Dijo Aemond riéndose, sin duda era su hija pero no se parecía casi en nada a su madre.
-Ojala los dioses cambien su parecer, no lo voy a aceptar.- Le dió un besito a su hija y ella solo movía sus extremidades suavemente.
-Es preciosa, mi niña es preciosa.- Dijo Aemond mientras la cargaba él solo, Aemmyra solo admiraba esa escena.
-Te voy avisando que probablemente no quiera más hijos ¿Sabes cuánto me costó sacarla de mí? 10 putas horas Aemond y ni te hablo de la fuerza.- Dijo Aemmyra, acomodándose en la cama y pidiendo un poco de agua.
-No me importa, tengo a mi linda Saera, la niña de mi ojos.
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Habrá otro capítulo antes del 6 de marzo, por eso es tan corto.
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Mar y Fuego | Aemond Targaryen
RomanceAvisos antes de leer la historia: • La danza de dragones no va a suceder, por lo tanto tampoco van a usurpar el trono de Rhaenyra. • Pareja con preferencias en la monogamia, no habrán relaciones poli amorosas. • La historia tiene dos protagonistas y...