Secretos de una boda

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Al llegar a Casterly Rock se saludaron a los Lords y Ladies presentes, obviamente fue un saludo con indirectas al estar molestos con el poco tiempo de anticipación de la invitación. Luego de ese incómodo recibimiento se dirigieron a sus habitaciones para alistarse, aunque los hombres tuvieron tiempo de sobra para dormir al tener que ponerse un traje y listo. Las mujeres de la familia al contrario, se hicieron arreglos finales para no entorpecer la celebración con el tema del vestido de la boda. Usaron vestidos que ya tenían pero modificados ligeramente, añadidos con otros peinados para que no sea tan obvio.

Aemond esperaba en el salón principal a las damas, igual que los otros caballeros solo que estos hacían bromas y Aegon existía en su borrachera prematura. El rey estaba siendo adulado por el Lord Lannister y su ahora esposa, quién parecía feliz y tenía un vestido precioso para empezar la cena. La Reina y las princesas por fin bajaron y se veían tan esplendorosas como la novia, cosa que se comento en muchos murmullos que sin duda no significaban cosas buenas. Pero obviamente nadie culpaba a las jóvenes princesas, nadie a esa edad tiene intención de hacer daño así que sus bellezas y buenos gustos fueron altamente halagados.

Todos los invitados fueron acomodados en sus respectivas mesas y fueron obligados a escuchar discursos de paz, cursilerías, etc. Aemond era el primero en odiar la noche, le disgustaba estás ceremonias por el ruido, la gente y los olores que puede generar la aglomeración. Los bailes públicos era uno de sus más grandes miedos, le atemorice prestarse para burlas. Los únicos consuelos que tenía era que serían retirados después de comer por las criadas y que la mano de Aemmyra lo calmaba bajo la mesa, sujetando fuertemente su mano. Ella hablaba sobre lo que harían en la noche, leer, el baile prometido, explorar el castillo y obviamente lograr sacar trozos de pastel extra.

Finalmente la hora llegó y le encargaron a Sir Harwin conseguir un poco más de pastel, no fue tarea fácil pero lo lograron. Aemmyra agarró a Aemond del brazo después de terminar de comer el pastel y corrieron por todo el castillo, abriendo puerta por puerta buscando algo entretenido que hacer, hasta que llegaron a una sala en la que se escuchaban ruidos extraños. Él chico ya se daba una idea de lo que era gracias a las historias de Aegon, por lo que trato de convencer a la joven para irse, pero ella no quiso escuchar, quería saber qué estaba sucediendo por pura casualidad. La escena que estaban observando ambos era un poco obscena, hasta Aemond se sorprendió por lo que veía. Se trataba de la hermana de la novia con un hombre Baratheon casado, él levantaba su vestido mientras la besaba de una manera tan intensa que pareciera que se estaban ahogando, las manos del señor apretaba sus muslos y después de un descanso de los besos se dirigió hacia abajo y puso su cabeza entre medio de las piernas de la señorita. Aemond aprovechó su impresión y aturdimiento para jalarla hacia el pasillo, pero sin querer se enganchó con la puerta y ésta se cerró tan fuerte que dieron un salto y decidieron correr para no ser atrapados por la pareja.

Corrieron velozmente hacia la habitación del príncipe Aemond, ahí se encerraron y se permitieron respirar con libertad. Luego de unos minutos la princesa trataba de hacer preguntas pero se arrepentía de hacerlas o estaba reformulando, mientras tanto el príncipe daba palmadas en la cama para que se sentará.

-Tranquila, ven aquí que te ayudaré.

Aemmyra se sentó a su lado y se acurrucó, él le dio caricias en su cabeza y espalda, no dejaba de repetir que todo estaría bien y que podía llorar si quería. Pero ella no lloró, no sentía que era necesario y tampoco se sentía mal, solo tenía muchas dudas de que era ese acto. Estaba más conmocionada, nunca había visto algo parecido y los ruidos extraños fueron lo que más llamó su atención.

-¿Qué era eso? Se veía tan…complicado.- Aemond soltó una pequeña risa y pensó cómo explicarle según lo que él mismo sabía.

-Digamos que es una práctica que se hace entre 2 personas o más cuando se tienen cierto cariño, distinto tipo de cariño ya que puede pasar en distintas circunstancias. El objetivo de la práctica es…sentirse bien y darle lo mismo a la otra persona.- Fue la mejor explicación que pudo formular, sin tanto detalle ni cosas extra que afecten la mentalidad de la princesa generando un trauma.

Mar y Fuego | Aemond Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora