De niños a jovenes

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La mujer que supuestamente se llamaba Alys Rivers pidió una cerveza para ella y para el muchacho, era muy agradable y respetuosa con las "meseras" del lugar. Aemond estaba buscando a Aegon desde su asiento, si las cosas se ponían raras le haría una seña diciendo que él solo se va al castillo, sin importar que él siga ahí.

-Lo puedes considerar como una invitación para terminar con esto, no nos arriesgaremos a este infierno sin escapatoria. Además en esta oportunidad puedo casarme y estar protegida, una protección que se extiende hasta que mi marido muera, dónde sea reconocida como viuda y mi hijo como heredero al fin.- La mujer dió un trago a su cerveza, se veía melancólica y tal vez nostálgica por lo que decía. Por un momento Aemond pensó que se había equivocado de persona, pero no existe ningún otro príncipe Aemond.

-Disculpe pero antes de que continúe está charla extraña me veo en la obligación de preguntarle ¿Quién es usted? Bien sé su nombre, pero no se de donde me conoce ni qué estatus tiene para hablarme de ese modo.- empezaba a molestarse, ya tenía muchos puzzles mentales que resolver para que venga otra muchacha y le atormente la cabeza de información.

-Olvidaba que eras algo arrogante, por esa actitud tendrás esas desagradables cicatrices. No sabes cuánto me esforcé y busqué curar por lo menos lo bello de tu rostro, siempre fue una inseguridad para tí.- Ella intentó acariciar su mejilla izquierda, él se apartó un poco asustado, tanto que se levantó de la silla.

-Señorita, le pido por favor que me respete y se respete a usted misma.- Verificó que tenía todas sus pertenencias y se volteo para despedirse, la señorita tenía una mueca burlesca.- Fue un placer hablar con usted, buenas noches.

-Les debo la vida que salvaron, puedes buscarme en Harrenhal. Vivo ahí desde hace unos meses, sabes perfectamente que soy capaz de salvar como de quitar, buenas noches.

Aemond volteo un par de veces antes de irse, le daba miedo ser perseguido por alguien y mucho más por una mujer que probablemente tiene una dudosa reputación. No era muy prejuicioso, pero estando en un burdel a altas horas de la noche no haría buen efecto, además de estar un poco alcoholizado. Le fue difícil volver, estaba mareado y el escuchar murmullos cerca de él, no era buena señal de que saldría vivo esa noche.

Después de una media hora dando vueltas lo encontró Sir Harwin Strong, quien lo llevó a su habitación sin decírselo a nadie, solo dió la orden de llevarle una sopa de desayuno con suma discreción. Al despertar agradeció a los dioses por la existencia de tan leal caballero, lamentablemente se enteró que se iba a retirar para empezar a gobernar Harrenhal, lugar donde vivía la señorita de aquella noche. Tomó su sopita tranquilo y fue a darse un baño antes de ir al comedor, no podía estar pasado a "sexo" y a pobreza en una comida familiar.

En el almuerzo todo estuvo normal, Aegon estaba presente pero tenía la mirada puesta en Aemond, probablemente por dejarlo solo y no dejarle el oro para que pueda disfrutar sin límites. Aemmyra por su parte era rara, se mostraba reservada, en pequeños murmullos de los criados se decía que estaba en sus días por su cambio tan drástico de personalidad. Lejos de que el significado es machista y misógino esa afirmación podría ser posible, el príncipe Aemond tenía una extraña costumbre de llevar la cuenta de esos días, para ser más considerado cuando lo necesitara. Sí, es un hecho de que es un rarito en su máxima expresión, pero todo lo hacía por el amor que sentía por ella y quería complacerla en todo ámbito.

Finalizando el almuerzo, todos se retiraron a sus habitaciones para descansar o hacer otras actividades. La princesa Aemmyra acompañó al príncipe a su habitación, se notaba sería y le dijo que quería hablar de algo delicado. Eso era sin duda íntimamente, ya suficiente tenía con decepcionar a la sangre Targaryen en no tener un dragón y no tener personalidad explosiva, se iría abajo si la princesa sabía de las escapadas que tenía con Aegon.

Mar y Fuego | Aemond Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora