-Hola -saludó cuando Bora lo localizó.
-Hola, Cheol.
Se sienta a su lado, sin ningún tipo de fuerzas para pasar de largo. Bora era agradable y él se sentía bien, pero no es cómodo cuando le gustas a esa chica que no sabe que eres gay.
-¿Qué tal tu día? -ella no parecía resentida.
-Bien, aunque muero de hambre.
-¿No has comido? Qué extraño; tú amas comer. Además, hoy hubo arroz con nuggets de pescado.
-De hecho, es lo que más amo comer en el almuerzo de la escuela, pero el apetito no apareció a tiempo.
-¡Oh! Eso ya no es un problema.
Toma su mochila, la abrió y, de su interior, saca una bolsa con mini pastelitos cubiertas de cremas de diversos sabores y colores. Se lo tienda a Cheol con una sonrisa.
-Puedes comer lo que quieras. Yo no quiero volver a verlos por un buen tiempo.
-¿Hm? ¿Por qué? -las recibe y no duda en ver detalladamente los panquecitos restantes.
-Un consejo: no te comas más de tres o cuatro.
-Creo que con dos estaré bien. Muchas gracias, lo aprecio mucho.
-De nada.
-Voy a probar este. -saca el que tiene una cubierta rosada y le da un único mordisco, porque se la echa toda a la boca-. ¡Hm! Este es de fresas, y sabe delicioso.
-Me alegro que te hayan gustado.
-¡¿Dónde las compraste?!
-Bueno... -avergonzada-... yo los hice.
-¿Tú? ¿Sabes cocinar?
-Solo dulces. Los vendo a pedidos, y gano algo de dinero para pagarme la universidad, si es que decido ir al instante.
-¿A cuántos? ¿Sabes qué? Hazme una docena, las pagaré. Mañana, la próxima semana o cómo sea. Hazlo y te pagaré muy bien.
-¿Tanto te gustaron?
-¡Están deliciosos! -agarra el de cobertura café extremadamente oscura y también se lo echa de un mordisco-. Wow... este es un poco más amargo. -se lo termina de tragar-. Quiero media de fresas y media de vainilla.
-Oh, está bien, lo haré. -evita cualquier tipo de contacto visual, todo para no mostrar su rubor.
-¿Realmente me darás toda esta bolsa con pastelitos?
-Claro, no hay razón para no hacerlo.
-Gracias, en serio.
-No es nada.
El camión dobla unas cuantas calles y el tiempo para ambos se acababa. Bora se veía mucho más callada, y Cheol tenía entendido más o menos el porqué, pero le incómoda. Bora era la primera chica que se le declara abiertamente, y es a la primera que debe rechazar con la mayor ternura posible. «Eres linda, pero... no».
-He notado que te estás haciendo muy amigo de Junhui.
-¡¿Qué?! -sospechando lo peor.
-Lo noté. -vuelve a mirarlo, aunque el rojizo seguía, pretendiendo que no lo siente-. Él y yo igual somos amigos. De hecho, hablamos muy seguido.
-He notado que se llevan muy bien.
-Es muy guapo y encantador. Me sorprende que me haya dicho que no le gusta nadie del salón.
-¿No? -más aliviado.
-No me ha revelado ningún nombre. Pero lo entiendo, porque es el más nuevo. ¿Te ha dicho a ti?
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Miaw! Mío • JunCheol
FanficLa adolescencia, puerta y portal a la vida adulta de cualquier chico coreano en pleno 2015 parece ser la misma para todos, donde escuchar a los grupos de moda y salir para estudiar o disfrutar del centro comercial es el panorama central. Pero no sie...