❛'💭𝟎𝟐𝟎'❜

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Por alguna razón, las tardes de este mes de enero se sienten más frías de lo que antes solían ser. Culpa al calentamiento global.

Caminando tranquilamente por la calle, alejándose de las puertas de la escuela, sintió una mano sujetarlo del hombro. Listo para soltar un puñetazo a quién sea que lo estuviera tocando, giro su cabeza y se encontró con Rusia.

Todas sus defensas se vinieron abajo ante la presencia del alfa.

—U.S A—escuchar su nombre le provocó un escalofrío. Rusia se mostró serio, imperturbable—. Hablemos, por favor.

De un momento a otro, las piernas del rubio se movieron solas y se echó a correr. Aquello causó una gran sorpresa en el de bandera tricolor, sin embargo, esta vez no lo dejaría escapar tan fácil.

Ante la mirada confusa de algunos alumnos y padres de familia, Rusia persiguió al delta con la esperanza de alcanzarlo.

Estados Unidos corrió tanto como sus piernas le permitieron, pero por momentos podía sentir que el otro le pisaba literalmente los talones. Por más que corría, simplemente no podía dejar atrás al albino.

— ¡Deja de seguirme! ¡Pareces un maldito loco! —grito a todo pulmón, tratando de aumentar la velocidad de sus pasos.

— ¡Tú eres quién empezó a correr! —Replico el alfa— ¡Tan solo detente y hablemos!

Sus palabras impulsaron al otro a correr más. Sin embargo, Rusia se mantuvo constante detrás de él, después de todo es un alfa, y sus habilidades físicas están siempre en un alto nivel aunque no haga mucho ejercicio. Estados Unidos maldijo la casta de Rusia más de una vez.

Aprovechando su conocimiento de la ciudad, corrió entre callejones y avenidas poco transitadas, en un intento por perder al tricolor. El haber vagado tanto por esas calles debe de servirle en algo.

Totalmente concentrado en escapar del otro, no vio a aquel auto que se aproximaba a su dirección. Su madre estaría decepcionada de él, porque no recordó el mirar a ambos lados antes de cruzar una carretera.

— ¡Cuidado!

Sintió un fuerte jalón en su brazo, el cual lo quitó de en medio de la carretera, logrando esquivar el auto, gracias a eso, el auto ni siquiera lo rozó. Estados Unidos sintió como si todo ocurriera lentamente, y los segundos duraron una eternidad desde su perspectiva.

Rusia sujeto con firmeza al delta, al tiempo que tambaleó un poco hacía atrás, pero no soltó al rubio. El rubio no se quejó cuando su rostro quedo a centímetros del tricolor, y simplemente escondió su cabeza en el cuello del alfa; aquello lo asustó mucho, y al momento no tuvo pena en demostrarlo.

Unas cuantas maldiciones se escucharon en aquella solitaria calle; el conductor los insulto y después se fue.

Cuándo el susto pasó, el delta volvió a sentirse extraño, la sensación de nerviosismo se impuso en su cuerpo más que cualquier otro sentimiento. Estados Unidos intento poner distancia entre los dos; sin embargo, apenas se separó del otro, el albino agarró sus brazos y evitó que escapara. U.S.A entró en pánico, agitó su cuerpo y se retorció cuál gusano en sal en patéticos intentos por liberarse.

— ¡Ah! ¡Suéltame! ¡Suéltame!—sus gritos podían ser comparados con los de un niño berrinchudo al cual no le compraron un juguete que vio en una tienda.

Qué bueno que en estos momentos no hay nadie alrededor, pues la escena de éstos dos podría confundir, y al mismo tiempo causar pena ajena en quién los viera.

Durante el forcejeo, y solemnemente por un segundo, la visión del rubio se cruzó con el rostro del alfa, y lo que vio le provocó un dolor en el pecho, mientras sentía todas sus energías desvanecerse. La expresión de Rusia es complicada de explicar, se nota enojado, pero también, da la impresión de que está a punto de llorar. El tricolor libero sus muñecas, los forcejeos se detuvieron, pero él no huyó.

𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐒𝐢𝐠𝐧𝐚𝐥 ⃟࿐𝑅𝑢𝑠𝐴𝑚𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora