𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐒𝐢𝐠𝐧𝐚𝐥 ⃟࿐𝑅𝑢𝑠𝐴𝑚𝑒

❛'💭𝟎𝟏𝟐'❜

Luego de aquel día, Rusia y Estados Unidos empezaron a pasar más tiempo con los demás chicos. Algunas veces solo iban a conversar y otras se unían con ellos a jugar juegos de mesa y demás cosas que Suecia traía de la escuela. Suecia es el chico rico del grupo, el cuál siempre te invita algo de comer si tú no tienes dinero.

Hoy, Suecia, Corea del Sur y Japón juegan con un Twister para dedos; U.S.A no tenía ni idea de que esa cosa existía, pero los chicos están muy entretenidos con eso, a él también le parece divertido, tal vez se una a ellos después. El resto del grupo únicamente come y conversan entre ellos.

Mientras Rusia disfrutaba de comer una gelatina de uva, su mirada se desvío un momento hacía el de 50 estrellas. El albino alcanzó a ver cómo Estados Unidos volvía a separar los vegetales de la comida.

— ¿Otra vez están dejando los vegetales? —le cuestiono, señalando el recipiente en la mesa.

—Te lo dije, los odio—contesto. Iba a arrojar una zanahoria al suelo, pero Rusia lo detuvo.

—Deberías comerlos más, son saludables—el contrario gruño en respuesta—. Además, literalmente, te he visto comer más comida chatarra que otras cosas; si puedes comer esas cosas puedes comer las verduras—le dio un discreto vistazo al delta—, son nutritivas y quizás te hacen falta.

—Agh, hablas cómo mi madre—se quejó. Sin embargo, su cerebro terminó por razonar el sermón de su amigo—.Oye, ¿Qué intentaste decir con eso último?

U.S.A frunció su entrecejo. El alfa ni siquiera lo miró. Rusia agarró el tenedor del plato ajeno; intentaba no prestarle atención a la expresión molesta del contrario.

El tricolor probó una pequeña porción de la comida, creyendo que el sabor era lo que le disgustaba a su amigo; sin embargo, solo se encontró con un exquisito sabor y sazón.

Alzó su rostro, y ahora él le mostró un rostro severo al delta. No entiende porque a Estados Unidos no le gusta está comida, si es demasiado buena. El desearía que su madre le cocinara igual.

—Ni siquiera sabe mal—aseguro. Acercó el plato al contrario—. Comete el resto, te harán bien—dijo, sonando igual que una madre tratando de persuadir a su hijo.

—Si mamá, ahora me los como—rodo los ojos y apartó la mirada; ignorando por completo los consejos del alfa.

Entonces, el de bandera tricolor tomó el plato y el tenedor, agarró un poco de lechuga y zanahoria con el cubierto para después acercar la comida al rubio. Aquella acción provocó un gran desconcierto en U.S.A; no esperaba eso del alfa.

— ¿Crees que soy un niño? —pregunto, ligeramente divertido. Rusia no dijo nada, tampoco movió el tenedor, y veía a su amigo de forma sería. Al entender que el albino seguiría insistiendo, decidió dejarse llevar—. Bien.

El de 50 estrellas comió la porción de comida que el tricolor le ofreció. El rostro de U.S.A no formó ningún gesto de disgustó.

— ¿Ves? No fue tan malo.

—Deja de hablar como una madre, asustas—rio.

Aquellas palabras no molestaron a Rusia, es más, le causaron gracia. En sus labios se dibujó una inconsciente sonrisa. Y, pese al comentario de Estados Unidos, el alfa continuo dándole de comer, y U.S.A no clamó alguna queja. Cada que su amigo abría la boca, era una indicación para que el de bandera tricolor le diera de comer en la boca. Gracias a la ayuda de Rusia, el chico delta leía y comía cómodamente; no le importa si alguien piensa que aquello es raro, él lo disfruta.

Estonia miró con atención toda la escena desde el principio, pero se mantuvo callada. Cuando estuvo a nada de abrir la boca, fue abruptamente interrumpida por los gritos de Japón.

— ¡No seas tan salvaje Corea!—reclamo el chico de lentes, alejando su mano del juego.

—Que débil—ella empezó a carcajearse en su cara.

—Ya no quiero jugar esto.

Sin la más mínima intención de tomar enserio las burlas de Corea, el nipón abandonó el juego, dándole la oportunidad a Tailandia de jugar, quién también unió a Estonia, aunque esta última no tenía planeado jugar.

El joven beta azabache tomo su mochila del suelo, empezando a revolver sus cosas en busca de algo para leer. En uno de los bolsillos de la maleta logró encontrar el nuevo manga que había comprado el fin de semana. Empezó a leer las primeras páginas con emoción; sin embargo, cuando quitó su atención de las páginas, para robarle algunos Cheetos a Tailandia, una cosa llamó su atención. Japón observo indiscretamente el cómic de Estados Unidos.

—Hey USA...—llamo el chico con la bandera del Sol naciente. El mencionado levantó la vista—. ¿Te gusta leer?

—Si. —respondido tranquilamente.

— ¿Has leído algún manga? —cuestiono, su voz poseía ligeros toques de ilusión.

—Oye, no quieras meter a alguien más a tu mundo Otaku—le decía Corea del Sur.

Japón le cubrió la boca a la chica, quién no le gusto la acción y lo apartó de inmediato. Mientras Japón veía al de 50 estrellas, sus ojos se iluminaron.

—No, ¿Qué es? —pregunto un tanto curioso.

—Me alegra que preguntes—hablo emocionado.

El nipón dejó de lado su manga nuevo y se dispuso a buscar uno mejor en su mochila; quería dar una buena impresión. Encontró una excelente opción, por suerte siempre traía ese manga consigo.

—Mira ¿No es hermoso?—le cuestiono, mostrando aquél libro como si fuera un trofeo—. Esta es una joya entre los mangas. Este es el maravilloso Berserk.

Con absoluto cuidado, le entrego el objeto al de cabellos rubios. Estados Unidos sujeto el libro con mucho cuidado, pues supuso que—por la forma en la que Japón actuó—el libro es realmente importante para el chico. Siendo precavido, comenzó a hojearlo, observando hasta el más mínimo detalle en los dibujos. El delta quedó un poco fascinado e interesado por los dibujos en ese manga.

—Es cómo un cómic—comento sin pensárselo mucho.

—Hey, no hagas esa comparación—advirtió viéndose serio—. Por cierto, este se lee de izquierda a derecha.

—Interesante... —murmuro con una pequeña sonrisa.

—Te lo presto—exclamo animadamente, impresionando al rubio—. Léelo y dime tú opinión.

—Lo haré—expreso seguro y algo feliz—, gracias.

Japón le devolvió la sonrisa, siendo la suya más brillante y grande. En verdad espera que a Estados Unidos le guste el manga. Sería muy divertido tener a alguien más con quién hablar sobre aquellos temas.